Nelson Molinet Espino desde la Prisión Provincial Kilo 5 en la provincia de Pinar del Río.
El lunes a las 10 de la mañana, el recluso Michele Reúne Marín, rompió el televisor en el Destacamento 1 y fue sacado para la entrada de Orden Interior y el jefe de área, nombrado Yosmani, el jefe de Orden Interior, conocido por Charles “El Gordo”, los jefes de grupo Juan Carlos y Diego, junto a seis oficiales más, en cumplimiento de órdenes, lo esposaron de pies y manos y lo encadenaron, comenzaron a golpearlo brutalmente con la tunfa, patadas y palos.
Michele quedó desmayado y en ese momento llegó el prisionero de conciencia Eduardo Díaz Fleitas, que manifestó: “Qué diría Fidel Castro si ve tal abuso, que siempre manifiesta que le presenten sólo un hecho de tortura”. Pero no importó, lo siguieron golpeando y al defensor de los derechos humanos Fleitas, lo empujaron tan fuertemente que le afectaron sus huesos, pues presenta una artrosis generalizada, pues lo que acude a recibir fisioterapia. Le subió la presión y le dolió el corazón. Fleitas presenta la enfermedad del síncope, que no es más la suspensión repentina del movimiento del corazón, que le ocasiona la pérdida del conocimiento, y aún así abusaron de él, cuando se opuso en un hecho de tortura.
En ese momento intervine yo, Nelson Molinet Espino, y le manifesté al jefe de área, que dejara a Fleitas y que no le pasara nada, pues se acabaría mi visita, que se estaba llevando a cabo.
A Michel Reúne Marín lo tienen escondido y no se sabe su paradero, por lo que responsabilizamos a la dirección del penal y a las autoridades de la República de Cuba, de lo que pueda ocurrir con su vida.
Pedimos al Secretario General de Naciones Unidas y al Consejo de Derechos Humanos el cierre de estas prisiones de detenciones y torturas, pidiendo justicia ante tanta crueldad.