Informa Juan Carlos Herrera Acosta (Grupo 75) desde la prisión provincial de Holguín.
Varios reclusos, sanamente y con buenas intenciones, se me han acercado en estos días para darme aliento por el estado en que me encuentro, con sanos consejos; según muchos y es obvio, estoy muy deprimido, sumido en un estado de desesperación y me alertan de que me percate que eso es lo que persigue la Seguridad del Estado. Porque una persona que atraviesa por el momento duro y difícil que estoy pasando necesita ayuda de un psicólogo. Atención especializada para resarcir un tanto el daño sicológico, y no ha sido así.
Que me percatara que me suprimieron el sol, los medicamentos son inestables, supresión de la dieta alimenticia y otros engendros, con el macabro fin de que caiga en un estado depresivo crítico, y he tenido que convertirme en mi propio psicólogo y sacar fuerza interna, por tanto tomé los consejos. Me estoy reponiendo poco a poco, es difícil, pero no puedo dejar de denunciar el macabro engendro puesto en marcha por el DSE (Departamento de Seguridad del Estado), desde Villa Maristas, y que posee lógica.
He decidido redactar estas observaciones para conocimiento de mis hermanos de lucha y para aquellos que apoyan y creen que este es un sistema humano y filantrópico, puedan palpar el resurgimiento del estalinismo.
Yo no temo enfrentar los retos que se me impongan, es dura y difícil mi situación, pero demostraré con hechos y no con meras palabras, que los hombres de convicciones firmes no se ponen de rodilla.
Este mensaje va dirigido al mundo democrático y a todas las personas de buena voluntad que me han brindado su apoyo, al exilio patriótico cubano, a toda la oposición dentro de la Isla, reitero que sacaré fuerzas y sabré de reponerme, sabiendo que el muy marcado fin de la policía política de la tiranía es hacerme flaquear, les hago saber -que una vez más- se han equivocado y al decir de Platón: “Cada lágrima enseña a los mortales una verdad”.
Varios reclusos, sanamente y con buenas intenciones, se me han acercado en estos días para darme aliento por el estado en que me encuentro, con sanos consejos; según muchos y es obvio, estoy muy deprimido, sumido en un estado de desesperación y me alertan de que me percate que eso es lo que persigue la Seguridad del Estado. Porque una persona que atraviesa por el momento duro y difícil que estoy pasando necesita ayuda de un psicólogo. Atención especializada para resarcir un tanto el daño sicológico, y no ha sido así.
Que me percatara que me suprimieron el sol, los medicamentos son inestables, supresión de la dieta alimenticia y otros engendros, con el macabro fin de que caiga en un estado depresivo crítico, y he tenido que convertirme en mi propio psicólogo y sacar fuerza interna, por tanto tomé los consejos. Me estoy reponiendo poco a poco, es difícil, pero no puedo dejar de denunciar el macabro engendro puesto en marcha por el DSE (Departamento de Seguridad del Estado), desde Villa Maristas, y que posee lógica.
He decidido redactar estas observaciones para conocimiento de mis hermanos de lucha y para aquellos que apoyan y creen que este es un sistema humano y filantrópico, puedan palpar el resurgimiento del estalinismo.
Yo no temo enfrentar los retos que se me impongan, es dura y difícil mi situación, pero demostraré con hechos y no con meras palabras, que los hombres de convicciones firmes no se ponen de rodilla.
Este mensaje va dirigido al mundo democrático y a todas las personas de buena voluntad que me han brindado su apoyo, al exilio patriótico cubano, a toda la oposición dentro de la Isla, reitero que sacaré fuerzas y sabré de reponerme, sabiendo que el muy marcado fin de la policía política de la tiranía es hacerme flaquear, les hago saber -que una vez más- se han equivocado y al decir de Platón: “Cada lágrima enseña a los mortales una verdad”.