Jorge Alberto Liriano Linares desde la prisión Kilo 7 de Camagüey.
Las autoridades penitenciarias y los servicios médicos del Minint (Ministerio del Interior) en la prisión provincial Kilo 7, niegan asistencia médica a un recluso enfermo que padece de una enfermedad en fase terminal, acelerando de forma sutil y premeditada la muerte del mismo.
El preso político Armando Sosa Fortuny contactó con el enfermo confinado en una de las celdas de la enfermería y nos brindó sus impresiones: “El preso común Benjamín Quirós Beltrán, de 41 años de edad, lo trajeron del hospital hace un mes, desahuciado por el avance y el grado de deterioro de sus órganos afectados. Este recluso padece una neoplasia hepática crónica, los riñones poliquísticos y una pancreatitis crónica. Los especialistas lo diagnosticaron incompatible para permanecer en prisión y las autoridades lo destinaron a una celda, sin los medicamentos que requiere por encontrarse los mismos en falta, sin la dieta alimentaria inminentemente necesaria para su estado. Abandonado a su suerte, Benjamín espera la muerte. Lamentablemente es un preso cubano y vive en un país donde los gobernantes y sus seguidores desconocen la sensibilidad humanitaria”.
“El preso común Benjamín Quirós Beltrán va a morir muy pronto, sus órganos enfermos no soportarán el abandono criminal e inhumano a que está siendo expuesto. Es el alto costo que debe pagar por su condición de preso, es el precio que debe pagar por no ser considerado como un ser humano”, aseguró el prisionero político.
Las autoridades penitenciarias y los servicios médicos del Minint (Ministerio del Interior) en la prisión provincial Kilo 7, niegan asistencia médica a un recluso enfermo que padece de una enfermedad en fase terminal, acelerando de forma sutil y premeditada la muerte del mismo.
El preso político Armando Sosa Fortuny contactó con el enfermo confinado en una de las celdas de la enfermería y nos brindó sus impresiones: “El preso común Benjamín Quirós Beltrán, de 41 años de edad, lo trajeron del hospital hace un mes, desahuciado por el avance y el grado de deterioro de sus órganos afectados. Este recluso padece una neoplasia hepática crónica, los riñones poliquísticos y una pancreatitis crónica. Los especialistas lo diagnosticaron incompatible para permanecer en prisión y las autoridades lo destinaron a una celda, sin los medicamentos que requiere por encontrarse los mismos en falta, sin la dieta alimentaria inminentemente necesaria para su estado. Abandonado a su suerte, Benjamín espera la muerte. Lamentablemente es un preso cubano y vive en un país donde los gobernantes y sus seguidores desconocen la sensibilidad humanitaria”.
“El preso común Benjamín Quirós Beltrán va a morir muy pronto, sus órganos enfermos no soportarán el abandono criminal e inhumano a que está siendo expuesto. Es el alto costo que debe pagar por su condición de preso, es el precio que debe pagar por no ser considerado como un ser humano”, aseguró el prisionero político.