LA HABANA, Cuban, agosto, www.cubanet.org -Durante más de 30 días, la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios estuvo dando a conocer revelaciones sobre la epidemia del cólera en la provincia Granma, emitidas por el Dr. Santiago Emilio Márquez Frías, residente en Manzanillo.
Se pudo constatar toda una serie de situaciones que existen en esa provincia –y en el país en general-, que han sido reconocidas oficialmente, y que muestran el estado de abandono en que el régimen mantiene a la sociedad cubana.
Entre las realidades más graves que sufre aquel territorio está el problema del abasto de agua, a pesar de que hace apenas 5 años fue construido el acueducto de la localidad, sobre el cual se dijo entonces que era el más moderno de América Latina. Sin embargo, se ha podido comprobar que la inversión resultó fallida, por lo que no ha podido resolver los problemas con el agua potable.
Tres dirigentes se refirieron al particular: el director del Acueducto, Ramón Rosales, dijo que la situación es grave en Manzanillo, porque están contaminadas las aguas, así que tuvieron que cerrar 13 pozos, y de ellos, 4 del acueducto; además, existen salideros en las redes. El ingeniero Eduardo Bauzá Zamora, explicó que varias provincias han enviado brigadas para ayudar a resolver este problema, dijo que los recursos destinados para el nuevo acueducto no fueron bien utilizados, y mencionó que quedaban pendientes unos 514 salideros, sin contar los de las casas, que deben ser resueltos por los propios moradores.
Por su lado, el primer secretario del partido comunista en Manzanillo, Idel Marrero Martínez, expresó que en la obra hubo un mal control y una mala inversión.
A propósito del descontrol, se pudo conocer que dos personas fueron sancionadas por el Tribunal Municipal de Manzanillo, bajo el cargo de apropiación indebida de 12 litros de cloro. Ambos trabajaban en el Acueducto, en el pozo de El Piñal. Para apoderarse de este cloro, no vertían la cantidad necesaria en el tanque. Uno de ellos resultó sancionado a un año de privación de libertad. Y al otro le fue subsidiada la sanción por un año de trabajo correccional, sin internamiento, además de la prohibición del ejercicio de la profesión por dos años.
Debido a las necesidades sociales, hay también otras afectaciones en las redes, como las roturas intencionales de tuberías, provocadas con el fin específico de robarse los tubos.
También existen problemas vinculados con la falta de atención al agua potable. Tal fue el caso del pozo de Cuentas Claras, en el que hubo que efectuar una reinversión para la instalación de hipocloradores. Producto de ello, se afectó el suministro de agua a una población de 62 mil habitantes, lo que implica que el agua que hoy les proporciona el acueducto no es apta para el consumo humano, pues sale de los pozos hiperclorada y sólo se puede utilizar para fregar, bañarse y limpiar.
Como una “magnífica solución”, las autoridades ubicaron pipas con agua potable en determinados lugares, a los que nombraron “Puntos de Fácil Acceso”.
A estas más de 60 mil personas afectadas no se les ha podido informar cuándo se dará solución a su problema, porque está pendiente de inversiones que ahora se encuentran en estudio.
Debido a la epidemia de cólera, a las autoridades no les quedó otro remedio que destapar públicamente todos estos trapos sucios vinculados con la mala inversión, el descontrol y la desidia general que existe el país, y que no se resolverá -sino todo lo contrario- con ningún Congreso del Partido Comunista, y mucho menos con un listado de medidas que enseguida se convierte en letra muerta.
Bien cerca queda otro desastre inversionista: el acueducto de Santiago de Cuba, en el que Raúl Castro arriesgó su mensaje y perdió la apuesta. Por lo que no le quedó otro remedio que reconocer que no valía para nada su palabra empeñada.
Se pudo constatar toda una serie de situaciones que existen en esa provincia –y en el país en general-, que han sido reconocidas oficialmente, y que muestran el estado de abandono en que el régimen mantiene a la sociedad cubana.
Entre las realidades más graves que sufre aquel territorio está el problema del abasto de agua, a pesar de que hace apenas 5 años fue construido el acueducto de la localidad, sobre el cual se dijo entonces que era el más moderno de América Latina. Sin embargo, se ha podido comprobar que la inversión resultó fallida, por lo que no ha podido resolver los problemas con el agua potable.
Tres dirigentes se refirieron al particular: el director del Acueducto, Ramón Rosales, dijo que la situación es grave en Manzanillo, porque están contaminadas las aguas, así que tuvieron que cerrar 13 pozos, y de ellos, 4 del acueducto; además, existen salideros en las redes. El ingeniero Eduardo Bauzá Zamora, explicó que varias provincias han enviado brigadas para ayudar a resolver este problema, dijo que los recursos destinados para el nuevo acueducto no fueron bien utilizados, y mencionó que quedaban pendientes unos 514 salideros, sin contar los de las casas, que deben ser resueltos por los propios moradores.
Por su lado, el primer secretario del partido comunista en Manzanillo, Idel Marrero Martínez, expresó que en la obra hubo un mal control y una mala inversión.
A propósito del descontrol, se pudo conocer que dos personas fueron sancionadas por el Tribunal Municipal de Manzanillo, bajo el cargo de apropiación indebida de 12 litros de cloro. Ambos trabajaban en el Acueducto, en el pozo de El Piñal. Para apoderarse de este cloro, no vertían la cantidad necesaria en el tanque. Uno de ellos resultó sancionado a un año de privación de libertad. Y al otro le fue subsidiada la sanción por un año de trabajo correccional, sin internamiento, además de la prohibición del ejercicio de la profesión por dos años.
Debido a las necesidades sociales, hay también otras afectaciones en las redes, como las roturas intencionales de tuberías, provocadas con el fin específico de robarse los tubos.
También existen problemas vinculados con la falta de atención al agua potable. Tal fue el caso del pozo de Cuentas Claras, en el que hubo que efectuar una reinversión para la instalación de hipocloradores. Producto de ello, se afectó el suministro de agua a una población de 62 mil habitantes, lo que implica que el agua que hoy les proporciona el acueducto no es apta para el consumo humano, pues sale de los pozos hiperclorada y sólo se puede utilizar para fregar, bañarse y limpiar.
Como una “magnífica solución”, las autoridades ubicaron pipas con agua potable en determinados lugares, a los que nombraron “Puntos de Fácil Acceso”.
A estas más de 60 mil personas afectadas no se les ha podido informar cuándo se dará solución a su problema, porque está pendiente de inversiones que ahora se encuentran en estudio.
Debido a la epidemia de cólera, a las autoridades no les quedó otro remedio que destapar públicamente todos estos trapos sucios vinculados con la mala inversión, el descontrol y la desidia general que existe el país, y que no se resolverá -sino todo lo contrario- con ningún Congreso del Partido Comunista, y mucho menos con un listado de medidas que enseguida se convierte en letra muerta.
Bien cerca queda otro desastre inversionista: el acueducto de Santiago de Cuba, en el que Raúl Castro arriesgó su mensaje y perdió la apuesta. Por lo que no le quedó otro remedio que reconocer que no valía para nada su palabra empeñada.