De la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque -Doc. Nº 137-JUNIO 2008
Pedro Argüelles Morán desde la Prisión Provincial de Canaleta en Ciego de Ávila, del Grupo de los 75.
En mi se concreta lo que el sabio cubano don Fernando Ortíz denominó ajiaco criollo, porque por línea materna mi abuelo era montañés de Santander y mi abuela era de las Islas Canarias; y por línea paterna, mi abuelo era mestizo, igual que yo y uno de sus ascendentes era vizcaíno, y mi abuela era hija de esclavos africanos. Tremenda mezcla.
Hoy, si yo pudiera me cortaría las venas y votaría toda esa sangre española en una letrina, y solo dejaría en mis venas la sangre africana, ya que siento un entrañable orgullo por mis ancestros africanos, que aún bajo el infamante yugo de la esclavitud, no cejaron en la lucha por la libertad.
Y si me manifiesto así, es por la actitud infame del gobierno del Partido Socialista Obrero Español, en la Cumbre de la Unión Europea, donde hicieron prevalecer los intereses de los empresarios hoteleros y comparsa, por asegurar el oprobioso y muy barato turismo sexual, hacia la mayor de las Antillas, ante los derechos y libertades inherentes a la dignidad de la persona humana de los cubanos; pero como bien reza el sabio refrán “no hay mal que por bien no venga”, pues esta felonía del gobierno español, nos sirve de acicate en nuestra noble y digna lucha civilista, por alcanzar la añorada y muy sufrida transición democrática hacia una nueva Cuba que sea “de todos y con todos y para el bien de todos” y teniendo muy presente que el trágico drama cubano, es un problema nuestro -de los cubanos- y solo nosotros debemos resolverlos por nuestros propios esfuerzos y sacrificios, con o sin solidaridad y que no tenemos que esperar ni por los norteamericanos, ni por los rusos, ni por los chinos, ni por los marcianos, solo por nosotros mismos.
Y recordarles a los gobernantes españoles, que cuando la heroica gesta mambisa por nuestra independencia en el siglo XXIX, el Titán de Bronce daba la orden de “corneta toque a degüello” y al grito de ¡Viva Cuba libre!, se producía la grandiosa “carga al machete” de aquellos bravos y gloriosos mambises cubanos, descendientes muchísimos de ellos de esclavos africanos, los soldados de la metrópoli española, se orinaban y defecaban en los pantalones, y se tuvieron que largar de Cuba, con las marcas en sus lomos de los machetes del Generalísimo Máximo Gómez Báez, del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales y demás precursores de nuestra historia por la independencia y la libertad.
¡No lo olviden nunca!