De la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque -Doc. Nº133-JUNIO 2008
Todo indica que el mayor Bombino, especialista de Enfrentamiento, de los órganos de la Seguridad del Estado en la provincia, organizó la acción represiva con el recluso, que colaboraba –valerosamente- en el quebrantamiento de la incomunicación y el aislamiento, al que se encuentra sometido Normando.
Ni los gritos de ¡Abajo Fidel! ¡Abajo la dictadura! ¡Abajo los asesinos al servicio del régimen! ¡Vivan los derechos humanos!, proferidos por mí y secundados por algunos presos comunes, detuvieron la acción criminal del teniente Juan Sánchez Vasconcelos, que continúo golpeando al reo, con la tunfa de reglamento, por la cabeza, la cara y la espalda, causándole fractura del cráneo y fractura del tabique nasal, lesionándolo también en la boca.
El intento de asesinato contra el reo Manuel Pedroso, continuó en la planta baja, lejos de mi presencia. Según fuentes que por medidas de seguridad no debo consignar su nombre, el recluso lesionado, fue conducido a la celda de castigo, donde se sumó a la acción el primer sub oficial Iroenio Sastre Barrios, jefe de Orden Interior en Kilo 7, que junto al teniente Vasconcelos continuaron golpeando en su vandálico afán de asesinarlo.
Desconozco las condiciones y el estado físico actual del preso lesionado, solo puedo asegurar que esta es la golpiza número 55, en lo que va de año en Kilo 7. De estos delitos violatorios del derecho internacional el teniente Juan Sánchez Vasconcelos tiene un record, al haber intervenido en 32 de estas acciones cobardes y criminales contra los reclusos. La Fiscalía, los órganos de la Seguridad del Estado, y el gobierno cubano, mantienen impune y a merced de que continúe sus aberrantes maltratos corporales, a este funcionario del Ministerio del Interior.
Una vez más se evidencia que el gobierno cubano es el más grave y perverso transgresor del derecho internacional y el más connotado violador de los derechos humanos en todo el mundo. Es una vergüenza para la humanidad que Cuba se encuentre vinculada estrechamente al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, cuando sostiene, encubre y mantiene impune a asesinos uniformados a sus servicios en el interior de sus prisiones. Golpeando, torturando y asesinando seres humanos, es la forma que el gobierno cubano expresa su respeto por la libertad, la democracia y los derechos humanos de su pueblo.
Jorge Alberto Liriano Linares desde la prisión Kilo 7 en Camagüey.
En horas del mediodía de hoy resultó masacrado a golpes en mi presencia, el preso común Manuel Pedroso Socarrás, quien fuera sorprendido por el teniente Juan Sánchez Vasconcelos, jefe de pelotón de Orden Interior, cuando transportaba una pequeña nota de felicitación enviada por mí al prisionero de conciencia Normando Hernández González, por el “Día de los Padres”.