De la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque -Doc. Nº 132 - JUNIO 2008
Jorge Alberto Liriano Linares desde la prisión Kilo 7 en Camagüey.
Cuando Normando Hernández González amanezca este tercer domingo de junio, “Día de los Padres”, tras los barrotes carcelarios que el gobierno cubano le impuso desde la Primavera Negra del año 2003, privándolo injusta e inmerecidamente de la libertad; estará cumpliendo 63 meses lejos del amor y el cariño de su pequeña Daniela.
Este hombre puede estar preparado para soportar todo tipo de martirios, alimentando su fuerza física y mental con la convicción de que sus ideales justifican los sacrificios más allá de cualquier injusticia, pero nunca podrá reprimir todos sus sentimientos todo el tiempo de su vida, por eso en este “Día de los Padres”, Normando traerá consigo en sus recuerdos, al tesoro viviente más preciado de su vida, su pequeña Daniela, una niña de 6 años que a diario pregunta ¿Dónde está su papito? ¿Cuándo regresará a la casa?, pues añora abrazarlo, besarlo y que su papi la lleve a la escuela y al parque infantil, como a sus amiguitas del colegio.
Este amanecer recordará también con devoción a su fiel y digna esposa, la mujer con quien contrajo matrimonio hace 13 años y su acompañante desde entonces por los senderos de la vida. Muchos y tiernos recuerdos de amor y felicidad acudirán a su mente y serán ensombrecidos por la queja, el reclamo y el grito acallado así mismo, para que el enemigo no se refocile en su sadismo y continuar denunciando a quienes, obrando contra la propia ley y la justicia, llevaron sus odios y venganza en 75 opositores pacíficos, en la Primavera Negra de Cuba, en el año 2003.
Normando, bajo cargos falsos, y un juicio políticamente amañado, fue condenado a 25 años de cárcel, conscientes de que no cometió ningún crimen y que mantenerlo en prisión, es una violación del derecho internacional y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,.
Esta triste realidad está presente en la mente y el sentir de innumerables cubanos y muy especialmente en Normando Hernández González, un padre de familia, quien en pena madurez vital, un tirano y su régimen dictatorial, lo sancionó a 25 años de privación de libertad y lo encerró tras las rejas, por pensar en la libertad, la democracia y el respeto por los derechos humanos de su pueblo. Han encarcelado su cuerpo, pero no sus ideas, sus ideas jamás podrán apresarlas. Desde su celda, en este “Día de los Padres”, Normando sabe que el pensamiento y la acción de millones de hermanos de lucha, dentro y fuera de la isla, lo acompañan hoy, no en la prisión, sino en libertad de sus ideales y principios.
Llegue a ti hermano nuestro pequeño homenaje, ¡Feliz Día de los Padres, Normando! Feliz Día de los Padres a todos los que como tú luchan por una Cuba libre y democrática.
Jorge Alberto Liriano Linares desde la prisión Kilo 7 en Camagüey.
Cuando Normando Hernández González amanezca este tercer domingo de junio, “Día de los Padres”, tras los barrotes carcelarios que el gobierno cubano le impuso desde la Primavera Negra del año 2003, privándolo injusta e inmerecidamente de la libertad; estará cumpliendo 63 meses lejos del amor y el cariño de su pequeña Daniela.
Este hombre puede estar preparado para soportar todo tipo de martirios, alimentando su fuerza física y mental con la convicción de que sus ideales justifican los sacrificios más allá de cualquier injusticia, pero nunca podrá reprimir todos sus sentimientos todo el tiempo de su vida, por eso en este “Día de los Padres”, Normando traerá consigo en sus recuerdos, al tesoro viviente más preciado de su vida, su pequeña Daniela, una niña de 6 años que a diario pregunta ¿Dónde está su papito? ¿Cuándo regresará a la casa?, pues añora abrazarlo, besarlo y que su papi la lleve a la escuela y al parque infantil, como a sus amiguitas del colegio.
Este amanecer recordará también con devoción a su fiel y digna esposa, la mujer con quien contrajo matrimonio hace 13 años y su acompañante desde entonces por los senderos de la vida. Muchos y tiernos recuerdos de amor y felicidad acudirán a su mente y serán ensombrecidos por la queja, el reclamo y el grito acallado así mismo, para que el enemigo no se refocile en su sadismo y continuar denunciando a quienes, obrando contra la propia ley y la justicia, llevaron sus odios y venganza en 75 opositores pacíficos, en la Primavera Negra de Cuba, en el año 2003.
Normando, bajo cargos falsos, y un juicio políticamente amañado, fue condenado a 25 años de cárcel, conscientes de que no cometió ningún crimen y que mantenerlo en prisión, es una violación del derecho internacional y de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,.
Esta triste realidad está presente en la mente y el sentir de innumerables cubanos y muy especialmente en Normando Hernández González, un padre de familia, quien en pena madurez vital, un tirano y su régimen dictatorial, lo sancionó a 25 años de privación de libertad y lo encerró tras las rejas, por pensar en la libertad, la democracia y el respeto por los derechos humanos de su pueblo. Han encarcelado su cuerpo, pero no sus ideas, sus ideas jamás podrán apresarlas. Desde su celda, en este “Día de los Padres”, Normando sabe que el pensamiento y la acción de millones de hermanos de lucha, dentro y fuera de la isla, lo acompañan hoy, no en la prisión, sino en libertad de sus ideales y principios.
Llegue a ti hermano nuestro pequeño homenaje, ¡Feliz Día de los Padres, Normando! Feliz Día de los Padres a todos los que como tú luchan por una Cuba libre y democrática.