De la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque -Doc. Nº 131-JUNIO 2008
Jorge Alberto Liriano Linares desde la prisión Kilo 7 en Camagüey.
Los extremismos, abusos de autoridad e injusticia por parte de las autoridades penitenciarias, contra los presos en la prisión provincial Kilo 7, son resultados característicos del sistema decadente y contradictorio que durante 50 años ha sometido a los cubanos.
El presente reporte brinda testimonio fehaciente, de las estrategias despreciables y represivas utilizadas por funcionarios del Ministerio del Interior en esta cárcel del centro oriental de la Isla, que ponen al descubierto medidas arbitrarias e injustas.
El recluso opositor Alexis Sabater Ugarte, miembro del presidio político Pedro Luis Boitel, nos narra los sucesos.
“El primer sub oficial Yordan Escalona González, segundo jefe de Orden Interior en la prisión Kilo 7, se está dedicando a botar la comida, escasos alimentos que por falta de bandejas y cucharas los presos reciben en pozuelos y vasijas personales. Este funcionario se dedica a hacer que los reclusos las boten al regreso de los comedores, so pretexto que no se puede sacar comida de los comedores. La medida resulta contradictoria y extrema, pues no existen las mínimas condiciones en el comedor para adquirir e ingerir los alimentos. Tal vez el primer sub oficial Yordan no conozca o no aprecia que la alimentación es un derecho humano, inalienable para todo ser humano. A este funcionario del Ministerio del Interior, tan estricto en el cumplimiento del reglamento penitenciario, no le preocupa la inexistencia de bandejas y cucharas, la falta de higiene en los comedores y la pésima elaboración e higiene de los alimentos. Al primer sub oficial Yordan no le interesan los cientos de desnutridos y bajos de peso corporal que alberga la población penal, los cientos que duermen en el piso en total estado de hacinamiento, las plagas y enfermedades que azotan al colectivo, el alto índice de autoagresores y pacientes psiquiátricos abandonados por el sistema. Tal vez ese no sea su problema, quizás el gobierno cubano le brinda un salario decoroso y un grado militar para reprimir y abusar de su poder, para infligir maltratos corporales y torturas a los internos y de paso quitarle el alimento a los presos, para cebar los puercos de su cochiquera particular. Una vez más se pone de manifiesto, que detrás de un extremista, se esconde un oportunista, un rasgo muy característico de las autoridades penitenciarias en prisión Kilo 7”, concluyó el testimoniante.
Abusos de autoridad e injusticia por parte de las autoridades penitenciarias
viernes, 20 de junio de 2008