Por
: Martha Beatriz Roque Cabello
Compañeras y compañeros delegados e invitados:
El mural que está presidiendo este IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, tiene como objetivo transmitirles el mensaje del fallecimiento de Fidel Castro, es por eso que lo pusimos junto a cuatro muertos en orden de fecha: Martí, Mella, Camilo y el Che.
No asistí a ninguna de las reuniones previas, porque la cosa está muy mala y no puedo perder mi tiempo en eso, pero envié al negro Lazo y a mi amigo Machadito y de vez en cuando me contaban algo. De todas formas lo que se analizó durante todo este tiempo es más de lo mismo y sin lugar a dudas, como el Partido es el órgano rector de la Unión de Jóvenes Comunistas, los responsables de toda este mal trabajo están en las altas esferas, pero que le vamos a hacer, el Partido es inmortal.
Estoy convencido que todo lo que se discuta aquí y se acuerde, al igual que en Congresos anteriores será letra muerta. De todas formas para que estuvieran informados de lo que queríamos que supieran, les brindamos una explicación cruda de la situación económica actual, siempre recalcando que se pondrá peor.
Como no hay ideología, la economía se tomará como tarea principal, porque con algún tema hay que preservar el sistema social, quisimos utilizar a los “Cinco”, pero no cuajó.
Los niveles de salud y educación que se alcanzaron no se podrán mantener, porque en primer lugar nadie quiere trabajar, empezando por ustedes. Además mi hermano en su afán de hacer creer al mundo la historia de la justicia social, ocasionó gastos superfluos y un gran derroche de gratuidades.
Por otro lado, no se puede sostener y mucho menos elevar el nivel de alimentación de la población, porque con todo ese paternalismo estatal del que les hablaba, se ha matado el amor al trabajo; es por eso que nadie quiere ser constructor ni obrero agrícola e industrial, maestro y mucho menos policías, la gente se ha acostumbrado a vivir del cuento y quiere que le caiga el maná del cielo, o en su lugar vivir de la corrupción y el robo.
De todas formas, con esta historia de decir que en Cuba no hay nivel de desempleo, las plantillas se han inflado al borde de explotar y existe más de un millón de personas que sobran de una Población Económicamente Activa de 4,5 millones, casi el 25%. Pero con toda esta gente alrededor que en vez de asesorar lo que hacen es fastidiar, nos embarcamos y aumentamos la edad de jubilación.
Esto quiere decir que cada uno debe buscarse en que trabajar y que sea socialmente útil, dentro de las plazas estatales, porque si la gente está como ahora todo el día en la calle sin hacer nada, van a comenzar a pensar como los disidentes -esos mercenarios- y hay que tener cuidado no se les ocurra gritar cualquier cosa. Entonces sí habría que sacar los tanques para la calle, para no poner en riesgo la supervivencia misma de la Revolución.
Hay que hacer un modelo económico, porque ciertamente no hay ninguno. Es muy difícil inventar un sistema con todas las restricciones que necesitamos tener para que el socialismo sea irreversible y a cada rato sale por ahí alguien apurado pidiendo cambios, aunque sea muy comunista no podemos darle la razón. Tenemos que seguir diciendo que hay que esperar. Se imaginan ustedes si hacemos un Congreso del Partido, ¿dónde queda Fidel? No se va a contentar con que yo diga que se lo vamos a preguntar todo. Esta es la única razón por la cual decidimos posponer su celebración.
El lema que preside el Congreso: “Todo por la Revolución”, significa que hay que seguirse fastidiando para que unos cuantos podamos vivir bien, porque mientras exista la generación fundadora, nadie va a coger el relevo. El ejemplo personal que hemos dado desde el inicio, es de buscar gente improvisada para que no se puedan convertir en líderes de verdad y el pueblo los reconozca como tal.
En el año 1972, Fidel tuvo ideas al respecto, pero 38 años después nos podemos percatar que nada de lo que se dice se cumple, y que es importante conversar y conversar, aceptar el diálogo, pero sin oír. Repetir y repetir consignas y mentiras que en algún momento se convierten en verdad de tanto decirlas. Aunque la unanimidad absoluta es ficticia, hace falta que todo el mundo levante la mano.
Tenemos que descubrir en el país, jóvenes que se adapten a la forma de dirección que nos hace falta, porque en estos momentos no tenemos. Fíjense que a Liudmila Álamo la tuvimos que sacar de debajo del sombrero, como magos, para que reemplazara al que era Primer Secretario de la Juventud, esto antes de empezar las discusiones del Congreso, no importa que nadie la conociera ni tampoco cuanto va a durar en el cargo, el problema es que se adapte a la ficción.
Como decía al principio, la cosa está mala, el mundo ha despertado y se ha dado cuenta que violamos los derechos humanos. Las 14 causas de delitos comunes que se le hicieron a Zapata, para resguardar a los carceleros que le daban golpes cada vez que exigía justicia para él o algún otro prisionero, y cuando se ponía como un loco a gritar en contra de nosotros; no se las traga nadie.
Toda esta historia que hemos hecho de los mercenarios, el bloqueo, lo malo que son los americanos, etc., etc., se ha olvidado; hay que ver como se le da la vuelta y se vuelve a retomar. Hay que estar claro que no se puede ceder ni un poquitico, les recuerdo la Crisis de Octubre, con la que es comparable esta que estamos viviendo, si no nos ponemos fuertes, hubieran venido los americanos a supervisar el retiro de los cohetes. Ahora sucede lo mismo, si tenemos que volar los túneles que construimos y acabar con el país lo vamos a hacer, de todas formas este pueblo nunca nos ha importado.
Pero obviando que no hay dinero, que la economía está en el piso y todo eso, el año que viene, aunque sea con la barriga vacía, vamos a celebrar en todo el país la proclamación del carácter socialista de la Revolución y la victoria de Playa Girón.
También para tener un poco entretenida a la gente, o sea para consumo interno, celebraremos el Primero de Mayo, y además enviaremos el mensaje que las calles son del pueblo, no de las Damas de Blanco.
Ciudad de La Habana, 12 de abril de 2010.
: Martha Beatriz Roque CabelloCompañeras y compañeros delegados e invitados:
El mural que está presidiendo este IX Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas, tiene como objetivo transmitirles el mensaje del fallecimiento de Fidel Castro, es por eso que lo pusimos junto a cuatro muertos en orden de fecha: Martí, Mella, Camilo y el Che.
No asistí a ninguna de las reuniones previas, porque la cosa está muy mala y no puedo perder mi tiempo en eso, pero envié al negro Lazo y a mi amigo Machadito y de vez en cuando me contaban algo. De todas formas lo que se analizó durante todo este tiempo es más de lo mismo y sin lugar a dudas, como el Partido es el órgano rector de la Unión de Jóvenes Comunistas, los responsables de toda este mal trabajo están en las altas esferas, pero que le vamos a hacer, el Partido es inmortal.
Estoy convencido que todo lo que se discuta aquí y se acuerde, al igual que en Congresos anteriores será letra muerta. De todas formas para que estuvieran informados de lo que queríamos que supieran, les brindamos una explicación cruda de la situación económica actual, siempre recalcando que se pondrá peor.
Como no hay ideología, la economía se tomará como tarea principal, porque con algún tema hay que preservar el sistema social, quisimos utilizar a los “Cinco”, pero no cuajó.
Los niveles de salud y educación que se alcanzaron no se podrán mantener, porque en primer lugar nadie quiere trabajar, empezando por ustedes. Además mi hermano en su afán de hacer creer al mundo la historia de la justicia social, ocasionó gastos superfluos y un gran derroche de gratuidades.
Por otro lado, no se puede sostener y mucho menos elevar el nivel de alimentación de la población, porque con todo ese paternalismo estatal del que les hablaba, se ha matado el amor al trabajo; es por eso que nadie quiere ser constructor ni obrero agrícola e industrial, maestro y mucho menos policías, la gente se ha acostumbrado a vivir del cuento y quiere que le caiga el maná del cielo, o en su lugar vivir de la corrupción y el robo.
De todas formas, con esta historia de decir que en Cuba no hay nivel de desempleo, las plantillas se han inflado al borde de explotar y existe más de un millón de personas que sobran de una Población Económicamente Activa de 4,5 millones, casi el 25%. Pero con toda esta gente alrededor que en vez de asesorar lo que hacen es fastidiar, nos embarcamos y aumentamos la edad de jubilación.
Esto quiere decir que cada uno debe buscarse en que trabajar y que sea socialmente útil, dentro de las plazas estatales, porque si la gente está como ahora todo el día en la calle sin hacer nada, van a comenzar a pensar como los disidentes -esos mercenarios- y hay que tener cuidado no se les ocurra gritar cualquier cosa. Entonces sí habría que sacar los tanques para la calle, para no poner en riesgo la supervivencia misma de la Revolución.
Hay que hacer un modelo económico, porque ciertamente no hay ninguno. Es muy difícil inventar un sistema con todas las restricciones que necesitamos tener para que el socialismo sea irreversible y a cada rato sale por ahí alguien apurado pidiendo cambios, aunque sea muy comunista no podemos darle la razón. Tenemos que seguir diciendo que hay que esperar. Se imaginan ustedes si hacemos un Congreso del Partido, ¿dónde queda Fidel? No se va a contentar con que yo diga que se lo vamos a preguntar todo. Esta es la única razón por la cual decidimos posponer su celebración.
El lema que preside el Congreso: “Todo por la Revolución”, significa que hay que seguirse fastidiando para que unos cuantos podamos vivir bien, porque mientras exista la generación fundadora, nadie va a coger el relevo. El ejemplo personal que hemos dado desde el inicio, es de buscar gente improvisada para que no se puedan convertir en líderes de verdad y el pueblo los reconozca como tal.
En el año 1972, Fidel tuvo ideas al respecto, pero 38 años después nos podemos percatar que nada de lo que se dice se cumple, y que es importante conversar y conversar, aceptar el diálogo, pero sin oír. Repetir y repetir consignas y mentiras que en algún momento se convierten en verdad de tanto decirlas. Aunque la unanimidad absoluta es ficticia, hace falta que todo el mundo levante la mano.
Tenemos que descubrir en el país, jóvenes que se adapten a la forma de dirección que nos hace falta, porque en estos momentos no tenemos. Fíjense que a Liudmila Álamo la tuvimos que sacar de debajo del sombrero, como magos, para que reemplazara al que era Primer Secretario de la Juventud, esto antes de empezar las discusiones del Congreso, no importa que nadie la conociera ni tampoco cuanto va a durar en el cargo, el problema es que se adapte a la ficción.
Como decía al principio, la cosa está mala, el mundo ha despertado y se ha dado cuenta que violamos los derechos humanos. Las 14 causas de delitos comunes que se le hicieron a Zapata, para resguardar a los carceleros que le daban golpes cada vez que exigía justicia para él o algún otro prisionero, y cuando se ponía como un loco a gritar en contra de nosotros; no se las traga nadie.
Toda esta historia que hemos hecho de los mercenarios, el bloqueo, lo malo que son los americanos, etc., etc., se ha olvidado; hay que ver como se le da la vuelta y se vuelve a retomar. Hay que estar claro que no se puede ceder ni un poquitico, les recuerdo la Crisis de Octubre, con la que es comparable esta que estamos viviendo, si no nos ponemos fuertes, hubieran venido los americanos a supervisar el retiro de los cohetes. Ahora sucede lo mismo, si tenemos que volar los túneles que construimos y acabar con el país lo vamos a hacer, de todas formas este pueblo nunca nos ha importado.
Pero obviando que no hay dinero, que la economía está en el piso y todo eso, el año que viene, aunque sea con la barriga vacía, vamos a celebrar en todo el país la proclamación del carácter socialista de la Revolución y la victoria de Playa Girón.
También para tener un poco entretenida a la gente, o sea para consumo interno, celebraremos el Primero de Mayo, y además enviaremos el mensaje que las calles son del pueblo, no de las Damas de Blanco.
Ciudad de La Habana, 12 de abril de 2010.
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