Jueves, Enero 2, 2014 | Por Martha Beatriz Roque Cabello
LA HABANA, Cuba, enero, www.cubanet.org -Lo discutido en las Comisiones Permanentes del Parlamento, dos días antes del segundo período ordinario de sesiones de la VIII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, puede dar una idea de los grandes errores que se cometieron durante años pasados, por caprichos del “Comandante en Jefe”, con algunos proyectos descabellados por los cuales el pueblo está pagando hoy muy caras consecuencias.
Por lo demás, el evento ha transcurrido igual que siempre, sin penas ni glorias. Los participantes levantaron la mano para dar su asentimiento a todo. Incluso hubo ocasiones en que a su Presidente se le vio en la televisión sin preguntar quiénes no estaban de acuerdo o se abstenían, dando por sentado que el Pleno lo respaldaba íntegramente.
Antes había sesionado el Consejo de Ministros durante dos días, con los temas del Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado para 2014. Y se informó que el Producto Interno Bruto había crecido este año (2013) en un 2,9%, lo que significa un incumplimiento de lo proyectado, que fue 3,6%. Pero ello no es noticia para el cubano de a pie, porque en su bolsillo no se sintió tal aumento.
En la Comisión de Atención a los Servicios se discutió un tema que está afectando a muchos cubanos, relacionado con el Programa de Ahorro Energético, que desmanteló la mayoría de las cocinas y vendió equipos eléctricos para la cocción, los que se han ido rompiendo, sin que existan en estos momentos piezas de repuesto para repararlos, ni siquiera funcionan correctamente los talleres que se destinaron al efecto.
En el país, y en específico en la capital, hay núcleos familiares que no cuentan con los módulos de cocción y que tienen que recibir comida a través de la red de gastronomía. En particular, se puso el ejemplo de Arroyo Naranjo, pero esto no es solución, porque en los lugares en que hay niños, ancianos y enfermos, se requiere de la elaboración de determinados alimentos.
Las viviendas que se construyen (en el año fueron unas 8 mil, sólo el 80% del plan), no tienen, en su gran mayoría, instalaciones de gas, ni módulos para cocinar, y no se ha buscado una solución al respecto, pues cuando se habla de este tipo de construcción, se piensa en el techo y no en la infraestructura.
En La Habana, unas mil casas entregadas en diciembre no dan la posibilidad de que los ocupantes cocinen sus alimentos. Algo que ha sucedido como una burla para el pueblo es la entrega de bonos a los moradores de estas nuevas viviendas y de otras necesitadas, para comprar los módulos de cocción, pero que no tienen respaldo en la red comercializadora. La justificación es el huracán Sandy, que, según plantean, provocó una demanda extra en varias provincias orientales.
Muchos recordarán los momentos en los que el ex presidente Fidel Castro le vendió al pueblo la idea del Programa de Ahorro Energético, incluso dio clases de cocina al estilo de Nitza Villapol. En aquel momento todo era color de rosa, pero la realidad ha sido otra. La mayoría de los que tuvieron que entregar sus refrigeradores viejos para adquirir los nuevos, están hoy arrepentidos, no solo por la falta de piezas de repuestos, también por la mala calidad de los equipos y los deficientes servicios de los talleres de reparación.
La Revolución Energética: recogida de refrigerdores “Made en U.S.A.” de los años 50