“Pasará a ocupar otros cargos”, el cliché oficial para tapar escándalos continuados de corrupción estatal
Martes, 24 junio, 2014 / Martha Beatriz Roque Cabello
LA HABANA, Cuba.- En muy pocas ocasiones, los altos funcionarios del régimen admiten su responsabilidad en los problemas de corrupción. Cuando el escándalo ha sido demasiado grande y han tenido que destituir un ministro o un alto funcionario, utilizan el mismo cliché oficial: “Pasará a ocupar otros cargos”; pero nunca más se sabe dónde fue ubicado el funcionario, a no ser por los comentarios de la calle, que todo el mundo conoce como “radio bemba”.
Las sanciones penales han sido pocas, aunque los delitos cometidos por los que detentan el poder -durante estos largos años- han sido muchos, el peor de todos, la destrucción física y moral de la sociedad cubana.
Entre los nombres de los pocos funcionarios de alto rango que han sido confinados por tribunales judiciales, se pueden recordar a Arnaldo Ochoa, Diocles Torralbas y Luis Orlando Domínguez.
Pero no hay que ir muy lejos en el tiempo, para poder ratificar con hechos, que los de arriba no se equivocan. El pasado domingo 15 de junio, el programa televisivo del Ministerio del Interior “Tras la Huella” ofreció un testimonio dramatizado sobre hechos de corrupción en una empresa municipal de gastronomía, vinculada con un frigorífico provincial que suministraba los alimentos.
Este suceso que parte de una fastuosa fiesta de cumpleaños de la pequeña hija del sub director de la empresa -algo que es normal a esos niveles- provocó la detención de unos diez trabajadores, con sanciones que llegaron a 16 años de privación de libertad; el funcionario de más alto nivel penalizado fue el Director Provincial de la Empresa de Suministros.
Durante el programa se evidenció que todo ocurría por la falta de controles, incluyendo los contables, ya que no se cotejaban las facturas recibidas en la empresa municipal con la de los establecimientos que se suponía eran receptores de mercancías. Algo que debe estar ocurriendo a nivel nacional, por el descontrol total de las empresas y la no existencia de una “contabilidad confiable” como acostumbran a decir.
No obstante, de ahí para arriba no hubo más ningún responsable, los que se supone que cobran un salario a nivel provincial y nacional, para controlar lo que pasa en la base, no fueron afectados.
Otro ejemplo lo constituye sentencias a culpables de homicidio por la ingesta e intoxicación con metanol, que fue noticia a finales del pasado mes de julio de 2013 y que afectó a 99 personas, de las cuales fallecieron 11, según información oficial.
Se impusieron sanciones de privación de libertad hasta de 30 años a todos los participantes en el robo del metanol en el Instituto de Farmacias y Alimentos (IFAL), perteneciente a la Universidad de La Habana; así como otras sanciones menores a vecinos del Consejo Popular Balcón de Arimao, vinculados a los hechos.
Pero ningún funcionario superior fue privado de libertad, solo se repartieron unas cuantas remociones de cargos por permitir un ambiente de desorden; y se decidió la separación de la enseñanza universitaria al Decano del IFAL. Además, fueron sancionados por su organización de base en el Partido Comunista de Cuba.
Si el régimen ha anunciado que por permitir un ambiente de desorden ha destituido a funcionarios de nivel medio de sus respectivos cargos, se debería auto suplantar, ya que es precisamente la descomposición administrativa la que genera a nivel nacional la corrupción y el caos en que está sumergida la sociedad cubana. Pero para todos está prohibido mirar hacia arriba.