MIÉRCOLES, 03 DE ABRIL DE 2013 00:16 ESCRITO POR MARTHA BEATRIZ ROQUE
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Con el fin de protestar por el hostigamiento que la Seguridad del Estado practica –desde los últimos meses- contra mi persona, un grupo de 15 disidentes estuvimos 48 horas, en un parque enclavado frente a la Estación de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de la calle Zanja, en el municipio de Centro Habana, el pasado 18 de marzo, fecha en que se conmemoraron 10 años de la Primavera Negra, que llevó a prisión a 75 disidentes.
Durante ese tiempo, ocurrieron numerosos hechos que se pueden narrar sin temor a cansar al lector, no obstante me referiré, solamente, a tres de ellos.
Como parte del nuevo sistema económico del país, los mendigos de la zona, han declarado propiedad privada los 6 bancos que tiene el parque e incluso un pequeño monumento que recuerda la villa minera de Lídice en la República Checa, tiene su dueño. Los mendigos –la mayoría borrachos- exigían que nos levantáramos de los bancos para acostarse a dormir. Para nuestro asombro todo ocurre normalmente, noche tras noche, delante de la guardia policial de la Unidad. Esta es la Cuba que describió Fidel Castro en la Historia me Absolverá.
Pero, también hay pequeños negocios que se realizan en el parque. Ante la vista de todos, tres prostitutas se desnudaron en una especie de striptease delante de un hombre de unos 30 años, de la raza negra, y un policía de infantería, que salió de la Estación, exactamente a las 3 y 35 de la madrugada. Habría que especificar que hacía bastante frío –una especie de microclima- y ellas no lo sentían, estaban tomando cerveza y sin querer especular, podría pensarse que el calor corporal era por alguna droga. Parafraseando a los americanos, estaban "high".
Una vez terminado el espectáculo que se desarrolló al ritmo de una canción de moda, una de ellas se puso de espalda al policía, que estaba recostado en una motocicleta -al parecer escolta del joven negro- y tuvieron sexo. Ellas orinaron en el medio del parque y las tres se besaron en la boca con el sujeto principal, quien las aupó para que fueran a trabajar.
El auto que conducía el supuesto proxeneta, era un Moskvich de color gris plateado, con chapa HGE 656, y estaba muy confiado parqueado en el lugar. Pero al parecer el "negocio" tiene otras ramificaciones, porque al poco rato se paró un auto Peugeot, de color azul, con chapa HER 991, con 3 mujeres detrás y el conductor se dirigió al joven "jefe" negro para preguntarle a donde las llevaba y le orientó que para Playa (municipio de La Habana).
Al parecer este "pequeño" pero lucrativo negocio se realiza con la anuencia de la policía (PNR). Según pudimos constatar en horas de la mañana, también el mercadeo incluye hombres "jineteros", ya que el auto Peugeot se parqueó sobre las 8 y media, donde se encontraba en la madrugada el Moskvich y de la parte de atrás descendió un joven que frente a las estudiantes de Secundaria Básica -que estaban en su clase de Educación Física en el parque- sacó sus genitales para orinar. Las jovencitas le gritaban improperios, pero a él poco le interesó, igual que a la guardia de la Estación de Policía que podía muy bien ver lo que hacía desde la altura de la escalera. Solo los que estábamos en el reclamo en el parque, le dijimos lo que era necesario expresar.
Posteriormente, el profesor de Educación Física de la Secundaria Básica, me mandó a buscar para darme las gracias y una alumna nos contó que el miércoles anterior, ante todas ellas otro hombre había hecho algo peor, pues se había bajado los pantalones.
De esta historia se pueden sacar muchas conclusiones, la primera la degradación policial. Sin embargo, desde el punto de vista económico se aprecia que fluyen nuevas ideas de desarrollo financiero y social. Lo que habría que añadir es que implican un retorno a un pasado que ha costado más de 50 años de sufrimiento a este pueblo. Son un exponente del nivel de pobreza, prostitución y corrupción que hay en el país.
LUNES, 25 DE FEBRERO DE 2013 00:25 ESCRITO POR MARTHA BEATRIZ ROQUE
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Garantizar ventas rentables, o lo que es lo mismo, que produzcan ganancias, es el objetivo principal de un negocio.
Para ello se utilizan toda una serie de técnicas que permiten la planificación y control de los bienes y servicios, para favorecer el desarrollo adecuado del producto y asegurar que lo que el cliente solicita esté en el lugar, en el momento, al precio y en la cantidad requerida.
Las sociedades mercantiles basan el desarrollo del comercio en la cuidadosa observancia de todos estos métodos, conocidos como marketing (mercadotecnia).
Pero estas estrategias de mercado hay que aplicarlas a todo lo largo del proceso de comercialización, tanto de los productos como de los servicios, lo cual ciertamente no funciona en nuestro país.
Los responsables de todo este procedimiento, que incluye la gestión tanto desde el punto de vista mayorista como minorista, no trabajan para seleccionar aquellos productos que desean los consumidores. Son varias las causas que llevan a ello. Las fuentes de financiamiento externo están entre los principales motivos, pero un factor primordial es la falta de conocimientos y el irrespeto al consumidor.
En estos momentos, las tiendas de ventas de alimentos, productos de consumo personal y para el hogar, están extremadamente mal surtidas. Hace tiempo que no se confrontaban estos niveles de desabastecimiento.
Habría que explicar que algunos de los convenios que el régimen tenía con firmas que les suministraban algunos bienes, han desaparecido por la falta de puntualidad en los pagos y problemas de restricciones del sistema. Y como se conoce, las cantidades producidas no son suficientes como para satisfacer toda la demanda potencial. Hay productos que no se consiguen ni siquiera en moneda nacional, con baja calidad, como por ejemplo la pasta dental.
Sin embargo, la política de precios no es todo lo dinámica que se requiere para poder incrementar las ventas y aminorar el nivel de existencias. Cuando se rebaja algún producto porque se encuentra cerca de su fecha de vencimiento, o simplemente por no tener salida, los precios no llegan a ser lo suficientemente tentadores para los clientes: se mantiene la idea de reproducir el costo del producto, en los bienes duraderos, al menos dos veces.
Habría que explicar también que a pesar de ser el Estado el dueño absoluto de todas las llamadas "shoppings", los precios varían en una y otra, aunque se informó públicamente de su reunificación. Por ejemplo, usted puede encontrar un jugo -en un envase personal- a 60 centavos de cuc en una tienda y caminar dos pasos y en la siguiente tener un precio de 65 centavos e incluso hasta de 75, si está frío.
Si lo que dicen las técnicas de mercadeo es que el precio se fije de tal manera que el bien se pueda vender rápido, y que tenga una tasa de ganancia satisfactoria, aquí tienen que beneficiarse varias personas además del que comercializa el producto –que siempre es el Estado-, entre ellos: el gerente y el vendedor; aunque regularmente personas colaterales también disfrutan de una pequeña parte; por lo tanto, esto encarece el producto.
Por otra parte, el nivel de corrupción también influye ya que los inspectores "se mojan" (como se dice en lenguaje de pueblo) cuando realizan los chequeos en los lugares de ventas y servicios, teniendo una parte también de lo que se le "roba" al cliente. Y no hay que descartar que un policía más que otro, de los que no tienen ingresos en divisas, se tome un refresco o se coma un "pan con algo" y dé la espalda y no pague.
Como el sistema económico no acaba de aparecer, se siguen dando tumbos, con el pretexto de implementar las medidas del VI Congreso del Partido Comunista. Lo que se practica internacionalmente en técnicas comercializadoras, no tiene sentido en el país, ello implica que el consumidor siempre será el perjudicado, independientemente de lo que pueda dejar de ingresar el Estado, que como dueño absoluto, también tiene sus afectaciones.
LUNES, 25 DE MARZO DE 2013 04:09 ESCRITO POR MARTHA BEATRIZ ROQUE
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) El régimen ha anunciado que está trabajando en el perfeccionamiento del sistema económico, de acuerdo al socialismo que se "construye" en el país, y tomando en cuenta los lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. Pero en ningún momento se habla de libertad económica.
La economía es uno de los pilares del totalitarismo para la represión. A través de ella se pueden canalizar situaciones de corrupción y al igual que el blanqueado del dinero, salen limpias. Son muchos los ejemplos que se pueden poner al respecto, pero el que a continuación se detalla, se explica por sí solo.
La señora Consuelo Valdés Carballo, miembro de la Cooperativa de Créditos y Servicios "Pablo Esteven" de Cuatro Vientos, y también de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños), productora de café para exportación,
que reside en el centro del Escambray y que no tiene ninguna duda en identificarse (ha decidido que incluso se publique su número de Carné de Identidad, que es el 55090302374) manifestó lo siguiente:
"El día 20 de diciembre de 2012, un grupo de soldados del EJT (Ejército Juvenil del Trabajo), bajo las órdenes de un capitán llamado Lázaro, detuvieron a mi hijo nombrado Wilfredo Águila Valdés, de 38 años, en la zona de Cuatro Vientos, en el Centro del Escambray. Ellos estaban borrachos y le cayeron a golpes y lo lesionaron, le quitaron la yegua y lo que llevaba, le sacaron el machete de la vaina y a punta de cuchillo, lo montaron en un tractor y lo llevaron para la policía. El capitán lo había tirado al piso y le puso el pie en el cuello. Él iba por un camino real por donde todo el mundo transita."
Sigue diciendo la señora Valdés: "No había alguien en la policía y lo dejaron ir, pero al día siguiente, al amanecer del 21, lo detienen en mi casa. Él se había pasado la noche y la madrugada buscando la yegua y en el puesto de mando del EJT le salió el capitán con un machete y le dijo que allí no había nada. Al dejarle la yegua regada, la perdió junto con la montura, los frenos y la jáquima y hasta el momento no aparece nada."
Sin embargo, la situación actual de Wilfredo es bien difícil. Ellos trataron de denunciar al capitán nombrado Lázaro en la Fiscalía Militar y no le aceptaron la denuncia. En respuesta a ello, le registraron la casa a Consuelo y le incautaron el café que tenía secándose en el techo, 24 latas, que estaban de acuerdo al estimado de producción que tenía elaborado por la cooperativa a la que pertenece. Ella ha reclamado el café y le dicen que su hijo está en proceso de investigación.
A su hijo lo volvieron a detener el 26 de febrero de 2013, ya que la primera vez que lo apresaron lo habían puesto en libertad, pero como está por el medio la paliza que le dieron, para justificar las lesiones, le han inventado un supuesto delito de "atentado" y "robo", explicando que llevaba en la yegua dos sacos de café, cuando ciertamente lo que traía era un saco de pan.
Consuelo Valdés se fue del Escambray a vivir en Cumanayagua, Cienfuegos; ya que está consciente de que la han utilizado para hacer daño a su propio hijo. La cooperativa pierde una productora de café, pero eso no interesa, lo más importante es tapar la corrupción de los miembros del Ejército Juvenil del Trabajo. Así se perfecciona el sistema económico.