Con motivo de conmemorarse el primer aniversario de la muerte del miembro del Grupo de los 75,
Miguel Valdés Tamayo (foto der) , los firmantes del llamamiento a la unidad, organizaron una actividad para la distribución en las calles del barrio habanero del Vedado, de ejemplares de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos. La policía política abortó la celebración deteniendo a las 12 y 50 minutos del mediodía a: Jorge Luis García Pérez “Antúnez”, Carlos Cordero Páez, Alejandro Gabriel Martínez Martínez y Blas Fortún Martínez. Todos se encontraban en la casa de Carlos Cordero, sita en calle 15 No.1012 entre 10 y 12, Vedado.
Una decena de oficiales de la Seguridad del Estado allanaron la residencia y obligaron a Antúnez, Martínez y Fortún a recoger sus pertenencias, ya que los tres son del municipio de Placetas en la provincia de Villa Clara, trasladándolos a todos hacia la Estación de la Policía Nacional Revolucionaria, sita en Zapata y C, en el Vedado.
Cuando llegaron a la casa de Cordero, que era el punto de reunión, el resto de los participantes, (Félix Antonio Bonne Carcassés, Idania Yanes Contreras y Martha Beatriz Roque Cabello) se encontraron con la noticia, pero no pudieron saber hacia dónde los habían conducido, pues la policía política no comunicó el lugar hacia donde se los llevaban. Después de caminar algunas cuadras, con un fuerte operativo detrás, buscando un teléfono, ya que le habían quitado el servicio al número de la casa de Carlos Cordero y también al del hijo, pudieron conocer donde se encontraban y se dirigieron hacia la antes mencionada Estación de Policía. Allí esperaron inútilmente durante más de una hora que los atendieran; solo un capitán de la policía especializada, que dijo ser el Jefe de la Unidad, se les acercó y les dijo que no tenía nada que ver con la detención, que era un problema de la Seguridad del Estado.
Finalmente fue liberado Carlos Cordero, al cual le expresaron que mientras “esa mujer” estuviera en la Estación de Policía no lo iban a soltar, refiriéndose a Martha Beatriz Roque. Al liberarlo le informaron que al resto los habían mandado hacia Villa Clara.
Para confirmar esta información, se personaron nuevamente en la Estación de Policía: Vladimiro Roca Antúnez y Martha Beatriz Roque, con los que habló un teniente coronel que se identificó como José Batista y les dijo que habían sido trasladados en un auto del Ministerio del Interior hacia Villa Clara.
A Antúnez lo transportaron solo, en un carro marca Yundai con chapa amariilla (particular), esposado todo el tiempo y acompañado de tres oficiales de la Seguridad del Estado. Previamente le incautaron 300 ejemplares de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y le dijeron que la actividad que iban a realizar, era un “acto de provocación”, así como lo amenazaron de no permitirle la salida temporal del país, con el fin de recibir atención médica. Llegó a su casa en Placetas a las 8 y cuarto de la noche.
Todos los participantes en esta actividad quieren reiterar que lo único que obtuvo la policía política fue aplazarla, pues el homenaje a Miguel Valdés Tamayo se dará en las calles, más temprano que tarde. El considerar algo subversivo los ejemplares de la Declaración de los Derechos Humanos e incautarlos, es una prueba más de que no hay voluntad alguna de respetar este documento, y que la firma de los Pactos de Derechos Civiles y Políticos y de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, no se llevará a cabo, de acuerdo a la letra que los mismos establecen.