Esta vez, el hostigamiento habitual de vecinos y empleados del gobierno la obligó a respirar humo tóxico de fumigación, debido a la campaña estatal que desinfecta el interior de las viviendas para combatir el mosquito trasmisor del dengue. Roque Cabello es asmática. Aun así, esta mañana la motomochila esparció el producto tóxico dentro de su casa, aunque la inquilina trató de impedirlo.
En conversación telefónica, Roque Cabello dijo tener la garganta irritada y dificultades para respirar. Asegura que quieren molestarla, que todo esto es una operación diseñada para desestabilizarla como persona, por su activismo frente al régimen.
El allanamiento de morada –en este caso a través del humo tóxico- es un tema casi cotidiano al tratarse de órdenes superiores. No son pocos los inquilinos que no quieren la fumigación en el interior de sus viviendas y son obligados a ello.
En el momento de escribir esta nota, Roque Cabello estaba dispuesta a pernoctar en los alrededores de la estación de policía para que sus reclamos sean escuchados.