El mes de octubre terminó con un saldo bastante negativo para la oposición interna, en total más de 200 detenciones arbitrarias se produjeron durante el período, algunas de ellas con deportación para sus respectivas provincias y otras por más de 24 horas. De igual forma a un grupo de disidentes no se les permitió participar en diferentes actividades que se tenían programadas, impidiéndoles salir de sus casas. Pero sin lugar a dudas, el punto extremo de la represión ocurrió el último día del mes en Banes, provincia de Holguín, con la familia del asesinado Orlando Zapata Tamayo y un grupo de opositores que le rendían tributo.
También fueron objeto de hostigamiento, dos de las Damas de Blanco que mantienen el liderazgo en el grupo: Laura Pollán y Bertha Soler; ambas fueron amenazadas por una mujer -vía telefónica- que dijo ser la hermana de un preso que no habían considerado en las listas. Por más de una semana estuvieron llamando a Laura de diferentes prisiones para averiguar sobre salidas del país, excarcelaciones, etc.
Lo que tensa más aún la situación de ambas mujeres, es que tal y como el resto de los familiares de los 13 presos del Grupo de los 75 que no han querido viajar a España y se encuentran pendientes de ser excarcelados, vieron pasar la fecha tope, puesta por el propio Raúl Castro, del 7 de noviembre, sin ningún resultado positivo, o algo que avizore que estos presos saldrán en breve. Sin embargo, están viviendo momentos de difícil tensión, que implica incluso no salir de la casa. ¡Y qué diríamos de los encarcelados que también tenían este día como fecha tope!
Debe ser muy decepcionante también esta situación para el gobierno español y la jerarquía de la Iglesia Católica que tienen incumplida la palabra del régimen, en una situación en la que ambos están involucrados. Es necesario algo más que fe, en estos momentos son los hechos los que permitirán asegurar que se respetan los compromisos.
Ha continuado la salida del país hacia España, de piratas y terroristas, y en sus informaciones el Arzobispado los suma a los presos de conciencia que ya fueron desterrados del Grupo de los 75, haciendo un “todo mezclado”.
Hay que esperar la reacción de aquellos que sufren estas circunstancias adversas y además de los opositores dentro de la Isla, que han augurado que no descansarán hasta que estén liberados, e incluso también de alguna forma reaccionarán los que no han recibido el beneficio de la excarcelación. El exilio que siempre ha demostrado su solidaridad con los presos, con las facilidades de la libertad de expresión de los países en que viven, indudablemente presionará. No hay que dejar de mencionar a los 39 opositores de la Primavera Negra que optaron por la fórmula de salir del país, y que se unirán a esta causa por la libertad de los 13.
En otro orden de cosas, algo que caracterizó desde el punto de vista social, el transcurso de estos 31 días, fueron los desalojos. A lo largo de todo el país se reportaron familias que contactaban con la oposición interna con el fin de denunciar a los “Derechos Humanos”, la situación a la que los estaba exponiendo el gobierno, cuando los echaba de los lugares donde habían vivido, algunos de ellos durante años. Se reportaron casos en que una vez hecha la denuncia, en particular por la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, se hicieron menos tensos los problemas. No obstante es imposible ver como se desbaratan los pequeños locales con techo, fabricados de cualquier cosa, que estos ciudadanos marginados por el sistema logran construir para resolver los acuciantes problemas de vivienda que tiene la población.
Otra noticia desagradable, fue el aumento del precio de la electricidad a partir de los 300 Kw de consumo. Por el programa energético, muchos hogares se vieron en la necesidad de cambiar sus cocinas de kerosene o gas, por eléctricas e incluso adquirir nuevos equipos que fueron vendidos a través de este plan. Ahora también personas que se agenciaron estos equipos y no los han pagado aparecen en algunos municipios, en las bodegas (establecimientos de venta de comestibles) en listados que impiden que puedan comprar los alimentos normados, hasta que no liquiden su deuda, medida que resulta totalmente inhumana, para un régimen que no se cansa de cacarear su sentido de justicia social.
No se puede dejar de recordar que pasó el mes de octubre y los 5 espías cubanos presos en los Estados Unidos de América no están de regreso, como lo pronosticó en varias de sus intervenciones, el ex presidente Fidel Castro. La victoria del Partido Republicano, en las elecciones del 2 de noviembre, que lo llevó a tener mayoría en la Cámara Baja, no parece ser algo que facilite que estas predicciones se cumplan.
Esto recuerda un viejo dicho infantil: “Papeles son papeles, cartas son cartas, palabra de los Castro, todas son falsas”.