Desde las 3 de la madrugada del domingo 31 de octubre, mi casa en calle 5ta. No.18406 entre 184 y Final, Reparto Porvenir, municipio Boyeros, Ciudad Habana, amaneció rodeada por agentes de la Seguridad del Estado y las turbas de la Brigada de Respuesta rápida, no nos permitieron salir, ni a mí, ni a mi familia, integrada además por:
Lourdes Esquivel Vieyto (mi esposa), José Díaz Esquivel (hijo), Ernesto Díaz Esquivel (hijo), Aylién Cedeño Heredia (nuera) y Jessica Ramírez Díaz (nieta, 7 años).
El motivo fue que un grupo de activistas íbamos a salir del parque de Santiago de las Vegas, en calle 4 entre 13 y 15, a protestar por los abusos que comete esta dictadura contra el pueblo cubano y contra el hostigamiento y la represión que tienen con los defensores de los Derechos Humanos.
Al igual que mi casa el parque lo llenaron de personas de la tercera edad, retirados de las FAR, los Delegados del Poder Popular de la zona, la Seguridad del Estado y miembros de la Policía. Esta es la fuerza represiva de la cual se valen, al igual que los militantes del Partido y de la Juventud.
A todas las personas que se acercaban al parque las viraban amenazándolas y usando la fuerza, como fue el caso de dos minusválidos: Ernesto Díaz Silva y José Jorge Valdespino Gago, que a empujones los sacaron de los alrededores del parque y la Iglesia. Otros fueron a parar a los calabozos de distintas unidades de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR).
Por ejemplo a Dagoberto Vergel Souto, después de tener la casa rodeada desde temprano, lo detuvieron y lo llevaron para la sede de la Policía de Alta Habana; Lázaro Antonio Pérez González fue detenido en el parque y lo llevaron al calabozo de la PNR de Calabazar; a Yoel Arteaga Coello lo detuvieron y lo condujeron a la PNR del Wajay; hacia la Policía Nacional Revolucionaria del Cotorro, fue conducido Mario Alberto Hernández Leyva y Adonis Abel Berduit después de ser detenido lo llevaron a la PNR de Santiago de las Vegas.
Fueron liberados todos pasadas las 6 de la tarde, no sin antes amenazarlos con llevarlos a prisión.
A varios activistas del municipio de Regla, encabezados por Juan Carlos Bous Batista, no les permitieron salir de sus respectivas viviendas.
En mi cuadra, los vecinos para salir y entrar tenían que enseñar su carné de identidad y los acompañaban efectivos de la Seguridad del Estado, hasta adonde fueran para que no nos pudieran decir nada de lo que estaba pasando en los alrededores con los que trataban de entrar a mi casa.