Transcripción de la grabación del preso Jorge Alberto Liriano Linares, de la prisión Cerámica Roja, en la provincia de Camagüey.
Seis años han transcurrido de aquella primavera y la oleada represiva desatada por la tiranía. El crimen y el latrocinio empañaron nuevamente nuestra historia. Setenta y cinco opositores y periodistas cubanos, fueron injustamente encarcelados por el régimen; de ellos aun quedan 54 en el interior de las cárceles de la isla, sometidos a colocar las espaldas, a sufrir laceración y al despojo de sus derechos, en condiciones infra humanas de encierro. Muchos de ellos enfermos gravemente, muestran en sus cuerpos las huellas del suplicio a que son sometidos.
El destino cruel e insólito de estos disidentes pacíficos y sus familias, obedece a la política pérfida del gobierno que obrando contra la propia ley y la justicia descargó sus odios y venganzas contra estos 75 seres humanos inocentes, bajo cargos falsos y en juicios políticamente amañados fueron condenados a mil cuatrocientos años de cárcel por desear para su Patria una vida libre justa y decorosa, de esta forma quedó al descubrimiento la verdadera esencia de la justicia en Cuba.
Ellos pusieron su idea justa y desplegaron la imaginación de su verbo para denunciar y combatir los horrores del régimen y su sistema social. Ejemplificaron las palabras de denuncia y de combate que nacieron en las entrañas mismas del pueblo.
¿Dónde está el pecado? ¿Dónde está el crimen? ¿Dónde está el delito?, se preguntan hace seis años el pueblo de Cuba y la comunidad internacional.
Ellos representan la verdad del pueblo subyugado y oprimido, la verdad por la dignidad humana y por la justicia del pueblo cubano. La comunidad mundial, los parlamentarios del mundo y las ONG deben expresar su total inconformidad, por esta injusta discriminatoria y desvergonzada actitud contra la disidencia. Los pueblos libres y democráticos del mundo deben levantar su voz en una enérgica condena. Los 75 no cometieron ningún delito mantenerlos en prisión es un horrendo crimen contra sus derechos, y una mancha vergonzosa en la conciencia de la humanidad.
Camagüey, 18 de Marzo de 2009.