De la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque -Doc. Nº 144-Julio de 2008
Alejandrina García de la Riva, esposa del preso político del Grupo de los 75, Diosdado González Marrero, informa sobre golpizas en el municipio de Colón, provincia de Matanzas.
Este día 16 de julio, me dirigí a la Ciudad de Colón, para reunirme con miembros de la organización Paz Amor y Libertad (que dirige el preso político del grupo de los 75 Diosdado González Marrero) que a las 8 y 20 pm, debíamos estar los opositores en el parque de la Iglesia que queda en la Carretera Central ubicada en el centro de la ciudad.
Cuando yo llegué allí a dicho parque, estaban una cantidad de personas y miembros de la Seguridad del Estado, inmediatamente la turba se tiró encima de nosotros, nos gritaron y nos empujaron. Un señor que se llama Julio Selet, me dio un empujón por la espalda que casi me tira a la orilla de la carretera y me arrebató de las manos una jaba con un pullover y la cámara fotográfica que tenía dentro de ella.
También agredieron a Rolando Juan Cepero, Francisco Rangel Manzano y Ernesto Mederos Arrozarena. Estos son tres opositores pacíficos que estuvieron todo el tiempo tratando de protegerme.
Nos gritaban contrarrevolucionarios, gusanos y todas las palabras que repiten y repiten siempre. Un hombre me dio un golpe en la cara, un hombre con el puño cerrado, me pegó entre los ojos y la nariz.
El coordinador de los CDR de apellido Gutiérrez me arrebató mi reloj pulsera. También una joven que estaba allí filmando todo lo que estaba sucediendo, la empujaron y la montaron en una patrulla y la llevaron al Departamento de la Seguridad del Estado, donde le incautaron la cámara de video.
Estaban constantemente amenazándonos que nos iban a matar, que las calles eran de los revolucionarios y esto es una situación bastante difícil que hemos vivido en la noche del día 16 de julio que duró hasta las 12 y media de la noche.
Estoy haciendo un llamado a la opinión pública nacional e internacional, sobre el alto grado de violencia que están ejerciendo las personas comprometidas con el gobierno. Este alto grado de violencia puede llegar a que corra la sangre por las calles de Cuba.
Alejandrina García de la Riva, esposa del preso político del Grupo de los 75, Diosdado González Marrero, informa sobre golpizas en el municipio de Colón, provincia de Matanzas.
Este día 16 de julio, me dirigí a la Ciudad de Colón, para reunirme con miembros de la organización Paz Amor y Libertad (que dirige el preso político del grupo de los 75 Diosdado González Marrero) que a las 8 y 20 pm, debíamos estar los opositores en el parque de la Iglesia que queda en la Carretera Central ubicada en el centro de la ciudad.
Cuando yo llegué allí a dicho parque, estaban una cantidad de personas y miembros de la Seguridad del Estado, inmediatamente la turba se tiró encima de nosotros, nos gritaron y nos empujaron. Un señor que se llama Julio Selet, me dio un empujón por la espalda que casi me tira a la orilla de la carretera y me arrebató de las manos una jaba con un pullover y la cámara fotográfica que tenía dentro de ella.
También agredieron a Rolando Juan Cepero, Francisco Rangel Manzano y Ernesto Mederos Arrozarena. Estos son tres opositores pacíficos que estuvieron todo el tiempo tratando de protegerme.
Nos gritaban contrarrevolucionarios, gusanos y todas las palabras que repiten y repiten siempre. Un hombre me dio un golpe en la cara, un hombre con el puño cerrado, me pegó entre los ojos y la nariz.
El coordinador de los CDR de apellido Gutiérrez me arrebató mi reloj pulsera. También una joven que estaba allí filmando todo lo que estaba sucediendo, la empujaron y la montaron en una patrulla y la llevaron al Departamento de la Seguridad del Estado, donde le incautaron la cámara de video.
Estaban constantemente amenazándonos que nos iban a matar, que las calles eran de los revolucionarios y esto es una situación bastante difícil que hemos vivido en la noche del día 16 de julio que duró hasta las 12 y media de la noche.
Estoy haciendo un llamado a la opinión pública nacional e internacional, sobre el alto grado de violencia que están ejerciendo las personas comprometidas con el gobierno. Este alto grado de violencia puede llegar a que corra la sangre por las calles de Cuba.