LA HABANA, Cuba.- Hay un dicho popular que reza: “siempre que sucede igual, pasa lo mismo”. Dicho aplicable a la nueva estrategia de hostigamiento que ha encontrado la Seguridad del Estado para con los opositores. Aunque el final sigue siendo el mismo (la cárcel), en el camino tratan de hacer cambiar de posición a los que disienten, con el añorado fin de que nadie se enfrente al sistema.
Las “multas administrativas”
Por cualquier acción puedes obtener una. Luego la ley establece que, si no las pagas, aumenta el monto y puedes terminar en un juicio en el Tribunal Municipal. De esta nueva “oferta” policial, ya se han coleccionado algunos casos desde el inicio del año, no solo aquí en la capital, sino en todo el país.
Entre las organizaciones disidentes las más afectadas son las Damas de Blanco que, desde su líder hacia abajo, tienen un alto average en multas recibidas desde el año 2016.
En el caso específico de Berta Soler, en septiembre del año pasado le pusieron una multa de 1500 pesos por tirar papeles en la vía pública, junto a su esposo Ángel Moya. En los más de seis meses transcurridos antes del 21 de marzo pasado, cuando no le permitieron viajar a Estados Unidos, en una ocasión un funcionario fue a su casa para decirle que debía pagar la multa.
En esa fecha ella pensaba visitar California, para encontrarse con el Relator de las Naciones Unidas para los Arrestos Arbitrarios y la Libertad de Expresión y Asociación. En el aeropuerto le permitieron pasar el pre-chequeo y no apareció regulada en la pantalla; sin embargo, ya dentro del salón de espera, una persona con el uniforme de Inmigración le informó que no podía salir del país, porque tenía una “Regulación Migratoria”. De inmediato la trasladaron a una oficina donde un oficial de la Seguridad del Estado, del propio aeropuerto, le comunicó que el motivo por el cual no podía tomar el avión era porque debía una multa.
Lo que no se entiende es que Berta salió del país en octubre y noviembre de 2016 hacia los Estados Unidos de América y en enero de este año visitó Panamá; ¿en estas fechas no tuvo ninguna “Regulación Migratoria”?
Esta misma historia ocurrió el pasado 4 de abril con María Cristina Labrada Varona, otra Dama de Blanco que viajaba a Trinidad Tobago y fue arrestada en el Aeropuerto Internacional José Martí y conducida en un auto patrulla, a la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Santiago de las Vegas, donde un Oficial de la Seguridad del Estado le comunicó que no podía salir del país, porque debía algunas multas y además se reunía con terroristas.
Pero estos ejemplos son apenas “incidentes” si se comparan con lo que hicieron a Lismeirys Quintana Ávila, Dama de Blanco que fue arrestada el pasado 26 de marzo y sancionada por el Tribunal Municipal de Marianao al día siguiente, a seis meses de privación de libertad, por el mismo hecho de negarse a pagar multas. Violando todo lo que la misma dictadura tiene establecido en sus leyes, no le fue permitido ser defendida por un abogado y ni siquiera se les avisó a sus seres queridos que se iba a realizar la audiencia en la correspondiente Sala. Para hacer aún más difícil su situación personal y la de su familia, fue transferida a los dos días hacia la Prisión Nieves Morejón de Sancti Spíritus.
Al parecer se propusieron actuar de la misma forma con María Josefa Acón Sardiñas, que el día 2 de abril fue llevada a la PNR de Santiago de las Vegas y fue retenida allí hasta el día 4, amenazada con juicio por no pagar varias multas. Recordemos que esta Dama de Blanco también estuvo presa cuando la visita oficial del Papa Francisco a la isla, por tratar de hablar con él. La soltaron por la presión internacional, pero quizás ahora quieran tomar revancha.
Entre las mujeres que deben multas está Micaela Roll Gilberth, que además tiene pendiente un juicio por “Atentado”, algo de lo que acostumbran a acusar a las personas que la misma policía golpea, con el fin de evitar que resulte imputado el verdadero culpable. A esta Dama la llevaron de urgencia para el hospital durante un arresto, desmayada por los golpes que recibió.
Para que se tenga una idea de hasta qué punto se repite esta estrategia, menciono los nombres de algunas Damas de Blanco que deben multas que fueron impuestas –en muchos casos sin que se les comunique el motivo-. Ellas son: Yolanda Santana Ayala, Maylén González González, Daysi Artiles del Sol, Yurlianis Tamayo Martínez, Julia Herrera Roque, Leticia Ramos Herrería, Maribel Isidra Hernández García, Igdaris Yamina Pérez Ponciano, Maylén Maidique Cruz, Zenaida Hidalgo Cedeño y Yamila Lamorth Domínguez.
Además de lo arbitrario de las multas, las autoridades incumplen con lo que está establecido en su propia legislación. Porque ni siquiera se toman el trabajo de “regular” los pasaportes cuando son presentan, dejan que la persona use el pasaje y la detienen cuando está en la sala de esperas, utilizando la medida legal de la “Regulación Migratoria”.
Durante estas detenciones, utilizan las sesiones de tortura sicológica, diciendo a las mujeres que son las siguientes en los juicios; y de hecho no le informan a la familia de los procesos así como tampoco dan derecho a un abogado defensor.
Sin embargo, a pesar de estas arbitrariedades sobre estos opositores que se mantienen en sus posiciones de lucha pacífica dentro de la isla, todavía la gerontocracia recibe el reconocimiento de algunos países.
Alguien decía en Twitter que los opositores cubanos nos deberíamos solidarizar con el pueblo venezolano. Y lo hacemos. Pero yo pregunto ante la arremetida actual contra los que disienten en el país: ¿dónde está la protesta internacional? En estos tan difíciles momentos, los que mantienen la lucha interna necesitan más apoyo.