En el Hospital de Emergencia de La Habana a una mujer le endilgaron un análisis de un hombre de 99 años de edad
Miércoles, junio 18, 2014/ Martha Beatriz Roque Cabello
LA HABANA, Cuba -La señora Margot Sarmientos Díaz, está de visita en La Habana, procedente de Puerto Padre, Las Tunas. El pasado día 5 de junio en horas de la madrugada, hubo que trasladarla al Hospital Freire de Andrade (antiguo Emergencias) porque se le presentó un dolor precordial. Allí fue recibida por una doctora que le indicó un electrocardiograma.
La técnica que realiza el examen se encontraba durmiendo y se levantó de mala gana y le entregó la tira que lo certifica.
Volvió a la Dra. y le recetó ibuprofeno y paracetamol, luego de explicarle que el electro había dado normal.
Pero, en horas de la mañana, alguien que vio el electro, le dijo que no era de ella, pues tenía fecha 29 de mayo de 2014, decía que pertenecía a alguien del sexo masculino y con 99 años de edad.
La señora Maritza Concepción Sarmientos, prima de la paciente, me llamó por teléfono para pedirme una opinión, le dije fuera al hospital a ver al Director y le planteara el problema.
Así lo hizo en las primeras horas de la mañana, pero el dirigente se encontraba reunido con la provincia y la remitieron a la sub-directora, la Dra. Marta.
Ella de forma amable, le mandó a repetir el electro, una radiografía de tórax y la remitió al cardiólogo. Una vez estuvieron las pruebas, el especialista le dijo que tenía inflamación en los tejidos del tórax, que no podía hacer esfuerzos físicos, que no tomara ningún medicamente (contrario a lo que le recetó la primera médico). También le recomendó que comiera sin grasas y sin sal y que tomara abundante líquido.
Un médico ajeno al problema y consultado al efecto dijo que la prescripción se correspondía más con una inflamación cardio-vascular que con una ostiocondritis.
Con respecto a la técnica que se supone cometió el error, la sub directora dijo que era negra y la iba a poner más negra que su color, pero que el primer problema era resolverle la situación de salud a la paciente.
A Margot, el cardiólogo le mandó una prueba ergométrica, pero el turno que le dieron fue para el 10 de julio, no obstante, la Sub Directora le dijo que la viera el 9 de junio para resolver ese problema.
Maritza Concepción me visitó con todos los documentos y pruebas de lo ocurrido y asesorada de un médico comenzamos a revisarlos. La tira del primer electro realizado a las 3 y 28 de la madrugada tenía los datos que había explicado y al final se podía leer una sugerencia del equipo sobre la amplitud y el crecimiento.
Pero había un segundo y un tercer electro, efectuados a las 10:01 am y 10:02 am, solo con un minuto de diferencia. El primero de modo automático y el segundo manual.
Se pudo constatar que era prácticamente imposible la distancia en el tiempo entre un electro y otro, pero el de modo manual tenía los mismos errores que el que se le hizo en horas de la madrugada. Su fecha 29 de mayo, la edad 99 años y el sexo masculino. Por su parte el automático tenía bien el sexo: femenino y la edad: 50 años; pero no así la fecha que volvía a reproducir 29 de mayo de 2014.
Los médicos por los que pasaron los documentos no se percataron de ello, al parecer solo se fijan en la lectura de las ondas.
Las conclusiones a las que pudimos llegar es que el electrocardiógrafo tiene deficiencias técnicas. Como la conversación con el médico que me estaba asesorando, era vía telefónica y todos sabemos que los teléfonos están pinchados por la policía política, decidimos recomendarles que el oficial que atiende el Hospital Freyre de Andrade le comunique este problema a la dirección del mismo y que no sigan usando este equipo, para evitar males mayores.