LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -En el año 2008, Raúl Castro propuso la progresiva, gradual y prudente revaluación del peso (cup), pero también explicó que la dualidad monetaria es un problema complejo que requiere un estudio profundo para evitar efectos traumáticos al pueblo; dijo que quizás en 4 ó 5 años. Ha pasado ese tiempo y ahora es cuando deciden hacer un cronograma para su eliminación.
No hay dudas de que la dualidad monetaria crea segmentación y serias distorsiones en la economía, pero unificar la moneda requiere, entre otras cosas, sin que su orden sea lo que le dé importancia, el rescate vigoroso de la economía, estabilidad macroeconómica, hacer tender a cero el déficit en cuenta corriente, incrementar la formación de capital y las reservas financieras, poder liquidar las obligaciones de pago externas y que sea reconocida la moneda cubana internacionalmente.
Se habla de un cronograma porque la unificación monetaria sin existir un incremento de la producción y la productividad pondría presión sobre los precios, salarios y pensiones, por lo que primero es necesario una verdadera reforma estructural, que permita la restauración a niveles macro y micro económicos. Es fundamental lograr una tasa alta y sostenida de crecimiento económico.
La situación de la doble moneda es compleja, dentro del país hay varias tasas de cambio entre ambas, por ejemplo las CADECA (Casas de Cambio), compran el cuc a 24 cup y lo venden a 25 cup. En la calle, algunas personas realizan el acto de compra a 25 cup; pero la mayoría de los trabajadores por cuenta propia reciben el cuc por un tipo de cambio que se ha impuesto entre ellos -precisamente por los mecanismos de mercado- que es 23 cup por cada cuc.
Ahora bien, si lo que usted tiene son monedas fraccionarias, los particulares las aceptan a un cambio de 20 cup por un cuc. Por ejemplo las monedas de 25 centavos se pagan a 5 pesos cup; las de 10 se consideran 2 pesos cup y las de 5 centavos se cotizan a 1 peso cup.
El cambio oficial es par entre el cup y el cuc cuando se utiliza en la contabilidad nacional y las transacciones empresariales. También las CADECAs tienen cotizaciones para diferentes monedas extranjeras, entre ellas: el dólar de Estados Unidos de América, el euro, el dólar canadiense, etc.
El peso cubano convertible cuc no se negocia en el extranjero, en el mercado internacional de divisas, su tasa de cambio se fija de forma arbitraria por el régimen.
Hay que destacar que algunas personas han entrado en pánico con el cambio del dinero, sin embargo los de la clase más baja, sin contar a los mendigos, piensan que les traerá algún beneficio y que podrán comprar en las llamadas “shoppings”, tiendas de divisas con venta en cuc. De forma general se especula que esto sucederá en breve tiempo y no se ha asimilado la información que plantea el comienzo a través de las personas jurídicas, aunque habrá algunos cambios para las naturales, como por ejemplo la posibilidad de comprar con pesos cubanos en las tiendas de divisas, convertidos a la tasa de cambio vigente. Esto se hace hoy en día, pero con tarjetas bancarias y no con efectivo como se plantea. Algo que podrá constatarse también en poco tiempo es alguna reducción en la tasa de cambio oficial.
Hay que valorar también que la población está dividida en estratos, hay personas con altos ingresos, otras con medios, pero un estimado de más del 45% de los cubanos no recibe remesas, ni tiene acceso a cuc u otra divisa, y por tanto carece del poder adquisitivo para pagar los altos precios de los bienes y servicios ofertados.
Cada vez que hay amenaza de desestabilización política -como en estos momentos en que existe la posibilidad que se pierda el padrinazgo venezolano- el régimen ha hecho un giro hacia el mercado y después vuelve hacia la izquierda. Durante estos 54 años, lo ha llevado a cabo un aproximado de 4 veces para un lado y para otro; es como una especie de culebreo ideológico; pero cada vez se les hace más difícil dar marcha atrás, porque se encuentran con el muro de la sociedad, que ha aprendido la lección y ya no es tan sencilla de engañar.