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Documento NO.156- OCTUBRE 2008

"Soy Diana Rosa Díaz Docampo, mi dirección es Calle 19 No.143 entre 24 y 28 Reparto Pueblo Nuevo, Holguín.
Lo que nos pasó fue que nosotros tenemos, antes del triunfo de la Revolución, mi abuelo tenía una bodega aquí, anexa a nuestra casa, particular de él, junto con otras propiedades más, que se las intervinieron, bueno le intervinieron los bienes, no así el inmueble. Decía el papel que tenían ellos en su poder hacía un mes atrás, que lo traían para emplazar a las distintas entidades. Porque la familia ha crecido y no tenemos donde ampliarnos, entonces empezamos por los trámites legales, durante años. Les estoy hablando de 15, 20 años, 28 años. Nos mandan respuesta diciéndonos que mientras gastronomía lo necesite, no se nos devuelve lo que es de nosotros. Es algo absurdo pero tuvimos que quedarnos con esa respuesta durante años.
Pasó el tiempo y el tiempo, ya yo me vi en la necesidad de volver a hacer el papeleo a nivel de abogado, fuimos a Vivienda Municipal, todo se hizo en regla como ellos nos lo decían. Yo tenía tres meses de embarazo, hace un año atrás y mi niño ahora tiene un año y dos meses, el más pequeño. Ya no cabíamos en la casa, porque en mi cuarto nada más me cabía la cuna, que usaba mi niña de 5 años entonces y tenía que tener un lugar para tenerla a ella y al de dieciséis años. Pues ellos me mandan otra respuesta que sí que espere, que el caso se está analizando.
Mientras el caso se analiza, ellos me mandan inspectores con ese papel que decía que no se intervino el inmueble, sino los bienes nada más, ellos desaparecieron este papel del expediente. Cuando vamos a Viviendas a reclamar, aquel expediente estaba hecho talco, talco, talco. No aparecían las cartas de reclamación que habíamos hecho, que la abogada entregó, o sea que desaparecieron todos los papeles importantes que nosotros podíamos demostrar. Aparte de la propiedad que tenemos, que es el único documento que nos quedó, que dice que están los dos locales dentro de una misma propiedad.
Nosotros les planteamos a ellos que si la propiedad de nosotros no sirve, como todas las propiedades del país, porque nosotros estamos en una situación crítica.
La niña se me enfermó hace cuatro meses, una niña sana de seis años, de un gliobastoma multiforme en cuarta fase en la médula espinal. La opero en La Habana, pero le queda un 10% en el bulbo raquídeo y entonces la niña está en un estado delicado. Me le dan 6 meses prácticamente por los médicos. Entonces yo me veo en un estado desesperado, porque la tengo que meter una cama “Fowler” donde tenía la cuna del niño y ya no tenía donde meterme. Y por la vía de ellos esperando por ellos jamás la tendría.
Este local estaba deshabitado hace dos meses, lo que tenía eran tres sacos de carbón adentro, mucho churre y cucarachas. El techo está cayéndose en desplome, casi en derrumbe, con los huecos que el sol traspasa todo aquello; pero bueno yo puse la camita de los niños donde no caería la lluvia, para cuidarlos a ellos un poquito, pidiéndole a Dios que me los cuidara. Porque no tenía otra opción, me vi obligada a abrir la puerta que tenía mi abuelo anteriormente para entrar a su trastienda, para poder nosotros estar un poquito ampliados, aunque no muy cómodos, porque no hay condiciones en el local. Esperando ya que ellos me dieran el veredicto de que eso es mío, porque hace un año atrás ellos nos dijeron que nos lo iban a dar, que fuéramos a buscar la Resolución, que era verdad que eso era de nosotros, pero todo fue de boca. Cuando fuimos a buscar la Resolución, no se a quien, que interés particular hay en eso, que todo se cambió y nos han botado papeles importantes. Ahora dicen que eso vino a ser intervenido en el 86, cosa que es mentira, pues en el 86 aquí no hubo intervenciones. Mi mamá es la propietaria y nadie le informó que se le iba a intervenir nada, y se han violado miles de cosas y entonces ayer ya ellos decidieron por la fuerza venir.
Vinieron la noche antes a persuadirme, a las once y media o doce de la noche, tres policías, Mayores ellos de la policía y diciéndome: “Mire, vinimos a hablar con ustedes porque son gente decentes, nosotros estuvimos revisando los datos de ustedes y son unas personas que nos duele tener que venir a hablar con ustedes, que tienen que salir de ahí, porque en realidad sí está dentro de la propiedad, pero nosotros no podemos hacer nada. Se metieron en un mal momento, estamos en un mal momento, porque hay muchos problemas en el país y hay muchos problemas con el ciclón”.
Entonces yo le expliqué la situación de mi hija, pero mire ¿dónde la meto señor?.
“¡Ah no!, usted busque un local, invente, porque le estamos diciendo que esto lo hacemos con ustedes y no lo hemos hecho con nadie, de venir a persuadirlos a las buenas, tomarnos esta molestia de venir a esta hora para hablar con ustedes a las buenas, para que no haya problemas mañana cuando vengan a desalojarlos, porque se tomó la decisión por la Defensa de que hay que desalojarlos, como sea, por la fuerza y ustedes no saben lo que es eso, porque nunca se han visto en eso”. Entonces le dijeron a mi esposo que el se iba a alterar y que cuando se alteraba lo iban a cargar, y que iban a ser 8 años, porque cuando bajara su autoestima delante de todo el barrio, mi esposo en algún momento le iba a contestar.
Mi esposo le contestó que no, que a él nadie lo iba a cargar que él lo que iba a ayudar a que nos botaran para la calle, para que todo el pueblo viera lo que eran capaces de hacer con nosotros y con una niña con cáncer y con un niño de un año con una fractura lineal del cráneo, más otro con 16 años que ayer no fue a la escuela. Su profesora guía pasó por aquí y tuvo que decirle: “Profe yo no puedo ir para la escuela porque nos van a botar para la calle ahorita y yo tengo que estar aquí con mi familia”.
Y entonces yo salí un momento a ver a un abogado, y mi esposo tuvo que salir corriendo a buscarme, porque parece que nada más estaban esperando que yo saliera por esa puerta. A los 15 minutos mi esposo me estaba buscando urgente, porque ya me estaban sacando las cosas de la casa. Ellos no abrieron la puerta del frente que yo nunca la abrí, ellos entraron por mi propia casa, por la casa de mi mamá, por la puerta que yo había abierto, a sacarme la niña y a sacármelo todo del lado de acá, para que nadie de la calle viera lo que estaba pasando de la parte de afuera.
Incluso vinieron como 30 policías, como 30 vestidos de civiles, además traían guaguas con palos adentro por si el pueblo se reviraba, porque sabían que el barrio entero testificaba que eso era de nosotros, que eso no fue intervenido, que eso fue un préstamo que mi abuelo hizo por años. Y como ellos tenían miedo que la situación se les pusiera terrible en los momentos que estamos viviendo, hicieron toda esa atrocidad.
Hubo gente que comentó que aquí lo que había era droga, porque no podía ser que para un desalojo como ese trajeran a tantos policías. Me decía la gente del barrio: “Tú eres fuerte, porque tú has movilizado el ejército completo de Holguín para tu casa”. Digo no, yo simplemente estoy defendiendo mis derechos y que a mi hija no tengo donde meterla y que me buscaran donde estar. Después vinieron sin papeles, ningún papel que les acreditara a ellos que eso era de ellos. Les enseñé mis papeles de vivienda, de legalidad de la casa y me dijeron: “¡Ay, lo sentimos mucho!”, hasta los mismos policías. “Nos duele hacérselos porque sabemos que usted tiene todos sus derechos, pero tenemos que cumplir órdenes, y la orden es esta y después usted siga reclamándolo por los canales pertinentes, que nosotros la vamos a apoyar y nosotros mismos le vamos a entrar las cosas para allá dentro”. Con esa política vinieron.
Cuando ahora, en el momento crítico que yo lo necesito no me dejaron estar ahí, me desalojaron como si yo fuera una marginal, una de la calle, incluso me acorralaron entre dos policías y mi hija empezó a dar gritos. Porque me decían: “Coopere, coopere a las buenas, porque a las malas va a ser peor, mire no nos haga tomar la fuerza”. Entonces la niña vio que yo no quería ceder y comenzó a dar gritos, en su cama postrada, allí delante de todos ellos.
Antes de yo llegar le dijeron a mi esposo que había una ambulancia afuera esperando por mi hija, que si yo no llegaba iban a cargar con ella para el Pediátrico, estando yo o no estando yo. Mi esposo tuvo que calmar a la niña de dar gritos, porque mi hija está traumatizada de hospitales, porque tuvo dos operaciones por urgencia ¡terribles!. Una úlcera perforada, con sangramiento digestivo, y una peritonitis biliar. A los 17 días la operación de la médula espinal. Esto provocó que mi hija esté traumatizada, porque nunca estuvo enferma y ellos querían a toda costa llevársela sin mi para un pediátrico. Todavía mi hija está traumatizada que no puede ver una bata blanca de un médico. Ayer me preguntaba, después que se fueron: “¿Mamita, ya no me van a llevar para ningún lado?”
El niño chiquito de un año, cuando vio que mi esposo lo tenía cargado, y los policías estaban uno adelante y otro detrás de mi empezó a dar tremendos gritos. Anoche el niño sollozando en la cuna y a darse sustos de la tensión que tuvo todo el día.
Les dije: A ustedes no les importa, ustedes cumplen órdenes, pero el que les da la orden a ustedes no es el que tiene el problema mío, ni es el dueño del local, porque realmente estamos en algo que es de nosotros, que no es algo que nosotros nos metimos. Como dicen ellos: “que ahora está metido todo el mundo donde quiera”. Pero yo me metí en mi propiedad ¿cómo ustedes me van a sacar de mi propiedad y menos en este caso de un niño, cuando lo que hay que darle atención a ese niño.
Dijeron: “No lo que hay que agradecerle al gobierno las atenciones de salud que se le dan a la niña”. Yo les contesté que las atenciones de salud se le dan en todos los países del mundo, por la situación que ella tenga, tenga yo o no tenga dinero, porque eso yo lo sé y me lo han hablado bien claro, otras personas que saben.
A ellos no les importó, tenemos hoy, actualmente, todo tirado en la sala, mi esposo y yo durmiendo en la sala de mi mamá la cama Fowler en la sala, estamos incomodísimo, no tenemos ni un lugar donde apartar otra cosa, aquello parece que ha pasado un ciclón. El Ike ése, parece que ha acabado de pasar por mi casa. Pero ellos ni han venido, ni se han molestado en ver la situación que yo tengo, no!!, ellos se limpiaron las manos, sacaron a uno que eran lo que quería y cumplieron con su orden.
Es uno quien está desamparado, siendo dueño del local, siendo dueño de la propiedad y es uno quien está en la calle. Y eso está incluso cerrado, porque ahí actualmente no hay nada, lo van a hacer un anexo de un merenderito de calle Real que no tiene importancia.
Aquí no hay justicia, pero de esto se va a enterar todo el mundo, porque yo no le tengo miedo a nadie. A mí con la verdad hay que matarme. Han traicionado en todo lo que nosotros pensamos al principio y en todo lo que creímos. Uno está cansado, avasallado, por todos los lados acorralan a uno. Como si uno hace un préstamo ahora tu vas a decir que ahora tú eres dueño y te lo vas a coger a la hora que tú quieras, como si es en el año 2008, que no importa que él es dueño de todos, nosotros no somos dueños de nada, no somos dueños ni de nosotros mismos."

Ciudad de La Habana, 4 de octubre de 2008.

Nota: Este testimonio lo transmitió Diana Rosa Díaz Docampo vía telefónica desde el 024471716; fue transcrito textualmente y se conserva la grabación.

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Quién es Martha Beatriz Roque

La economista cubana Martha Beatriz Roque Cabello es fundadora del Instituto de Economistas Independientes de Cuba y líder de la Asamblea para Promover la Sociedad Civil.
Martha Beatríz Roque fue arrestada por segunda vez durante la más reciente ola represiva desatada por el régimen castrista en marzo del 2003 y fue la única mujer condenada a 20 años de prisión y confinada a la Prisión de Mujeres “Manto Negro” en La Habana, en una celda aislada de máxima seguridad. Después de meses sin recibir asistencia médica para sus problemas de salud incluyendo mareos, parálisis en el lado izquierdo del cuerpo, dolores en el pecho, desorientación, vómitos, diarrea, y sangramientos por la nariz y gracias a la presión internacional, fue finalmente transferida al Hospital Militar Carlos J. Finlay en La Habana en agosto del 2003, donde le diagnosticaron diabetes, y otros problemas. Finalmente fue liberada mediante un alta médica el 22 de julio de 2004 . Actualmente vive en su domicilio con "Licencia extrapenal por motivos de salud", pero sobre ella continúa vigente la condena de 20 años de prisión.Este Blog ha sido creado para publicar toda la información, artículos, denuncias y reflexiones que a riesgo de su propia vida siguen saliendo desde su mesa de trabajo en La Habana- Cuba.

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