Por: Martha Beatriz Roque Cabello
Las Reflexiones siguen una tras otra, a pesar de que “el compañero Fidel” no quiere, se ve obligado a ello, la segunda página de el periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista, tiene que estar destinada a este objetivo, que es firmada y marcada con la fecha de elaborada y la hora exacta. Como si se quisiera dejar constancia de que hasta ese momento estuvo vivo.
La mayoría de las veces éstas se refieren a problemas de política internacional, aunque en las últimas ha “meditado”, por señalarlo de alguna forma, sobre temas del país, en particular los huracanes. Sin embargo, se encuentran informaciones que sorprenden al pueblo, que no está actualizado de lo que Cuba hace por ahí por el mundo. Por ejemplo muchas personas comentan sobre la revelación, de que un número de médicos de algunos países pobres, de los llamados del Tercer Mundo, laboren pagados por el gobierno cubano. Se puede especular con el adjetivo “jóvenes”, que usa al referirse a ellos, que al parecer indica que son graduados en la Isla. Como siempre haciendo derroche de internacionalismo, a costa del pueblo.
De abstracción en abstracción se refiere a la ayuda de la desaparecida Unión Soviética, que le permitió sobrevivir al pueblo de Cuba, pero no señala que a la cúpula gobernante le abrió las puertas para llevar guerras y propaganda por África y América Latina; de lo que disfruta en estos momentos, con hombres formados aquí, como Evo Morales.
Como anécdota se puede recordar que el actual presidente de Costa Rica y premio Nobel de la Paz, Óscar Arias Sánchez, estuvo de visita en Cuba, cuando no ostentaba la presidencia del país; en ningún momento fue recibido oficialmente; sin embargo por esos mismos días se le rindieron honores de Presidente a Hugo Chávez, que también visitaba la Isla, y que recién había intentado un Golpe de Estado en Venezuela.
Chovinismo aparte, como dice el “compañero Fidel”, Cuba tuvo buenos programas asistenciales y atención médica, pero eso se perdió. Las clínicas a las que se refiere, prestaban todo tipo de servicios por una módica cuota mensual, y lo más importante sin exigirle al pueblo que cediera sus libertades.
Textualmente escribió: “Dondequiera que los principios del capitalismo reinan la sociedad retrocede, de ahí el cuidado extremo que debemos tener cada vez que el socialismo se vea obligado al uso de mecanismos capitalistas”. Precisamente, los huracanes que recientemente pasaron por Cuba, le han mostrado al mundo el retroceso que ha significado para nuestro país, estos 50 años de intento de socialismo, que ciertamente no es más que un recio totalitarismo de izquierda, de los más duros por los que ha pasado la humanidad.
La discriminación ideológica, es tan grande en el país, que un solo ejemplo basta para percatarse de ello. La esposa del reconocido disidente Juan Roberto de Miranda Hernández, en licencia extrapenal del Grupo de los 75, necesita de una mamografía, por estar afectada de un nódulo y dolores en un seno. El “mejor servicio médico del mundo”, le programó este imprescindible estudio técnico, para dentro de tres meses. Sólo por el hecho de que es una Dama de Blanco, casada con un prisionero político, ha estado sometida a innumerables violaciones de los derechos humanos, entre los cuales cuenta que su hija vino de visita al país, y no la dejaron entrar; después de haber pagado el permiso que requieren los cubanos y su correspondiente pasaporte. El propio Roberto refiere, que al rato de estar en el hospital para solicitar el turno, sintió el cambio en la atención, por lo que está convencido de que la policía política lo sigue constantemente e interfiere en el uso de las instalaciones médicas estatales, que de hecho son las únicas que hay.
En esta Reflexión se alaba la red de policlínicos, y su atención en Ciudad de La Habana a 22 mil personas, pero soslaya hacer referencia al famoso y gastado recurso del “Médico de la Familia”. ¿Por qué? Pues sencillamente porque este sistema asistencial desapareció y con él los programas que se aplicaban a las embarazadas, las pruebas citológicas, y otros muchos servicios de prevención de enfermedades. Hay que decirle nuevamente, miente usted “compañero Fidel”, pues las casas de consulta quedaron abandonadas en su gran mayoría, sin reparar, adaptar o construir, como usted asegura; los médicos que en ellas trabajaban, forman parte de los 35 mil especialistas cubanos que prestan servicios gratuitos o compensados en el mundo.
Sin embargo, hay que admitir su exactitud al expresar: “Nadie desea instaurar el trabajo esclavo o semiesclavo en nuestro mundo”, ya en Cuba esta instaurado y los disidentes que luchan por la democracia piensan exactamente esto: “…el ciudadano nace para una vida más digna”, no quieren este mal vivir que nos atañe a todos y que el grupo anciano gobernante se empeña en mantener hasta sus consecuencias finales. Nadie puede decir cuáles serán estas consecuencias, pero se puede sentir que este pueblo se cansa y sobre todo está muy consciente que lo dirige alguien, sin voz ni rostro.
Ciudad de La Habana, 29 de setiembre de 2008.