por Martha Beatriz Roque Cabello,
Ciudad de La Habana, 5 de marzo del 2007,
Lo que hay oculto en la complacencia del gobierno español con el régimen totalitario cubano, solo ellos lo saben.Las fuerzas democráticas del mundo deben ser movilizadas. Los principios no se negocian.
Si el ministro de exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos aceptó la condición de no entrevistarse con la oposición interna, que -usualmente- le es impuesta a los visitantes extranjeros de alto rango, para ser atendidos por los funcionarios del régimen, entonces son falsas las palabras que pronunció antes de salir del país …“Tenemos interlocución con todos los sectores de la sociedad cubana,… los que se quieran entrevistar con nosotros y verse, se ven, porque nuestro compromiso en materia de derechos humanos siempre ha sido inalterable y seguirá inalterable”.
Los graves problemas por los que atraviesa el pueblo cubano, no necesitan de mecanismos, ni de acuerdos, están ávidos de acciones. Si en los próximos días son liberados algunos presos políticos ¡bienvenido sea!, pero no se pueden cambiar principios por presos; ni ellos, ni sus familiares estarían de acuerdo.
Si el tema de los presos no será tratado dentro de la agenda del llamado “diálogo político”: ¿de qué derechos humanos están hablando?. O habría que cuestionar si el tan gastado argumento que los disidentes son mercenarios a sueldo de los Estados Unidos y terroristas, es admitido por el gobierno español, como aceptaron en el Comunicado Conjunto –al cierre de las conversaciones- referirse a los comunicados especiales sobre leyes y medidas de carácter extraterritoriales acordados en las Cumbres Iberoamericanas de Salamanca y Montevideo y olvidaron que en la Cumbre de Viña del Mar (Chile) se apostó por el pluripartidismo, lo que no ha cumplido Cuba nunca.
¿De qué se discutirá en el mes de mayo en la Comisión que crearon al efecto? El propio Felipe Pérez Roque declaró que: “Cuba no permite que se le venga a imponer o a aconsejar sin haber pedido el consejo” y además enfatizó: …”el acuerdo no está encaminado al examen de la situación interna de ninguno de los dos países”… “… es un mecanismo permanente y formal de diálogo político que no excluye el tema de la cooperación internacional para la promoción de los derechos humanos”.
Si el señor Moratinos considera que su estancia en Cuba fue “intensa y fructífera” porque le permitió “conocer de primera mano la realidad cubana”, está despreciando totalmente al pueblo de Cuba, ya que lugares como: los museos, el Centro Histórico de La Habana y la Escuela Latinoamérica de Medicina, no muestran en lo absoluto la falta de derechos sociales, civiles y económicos que padecen los cubanos y por los que luchan -de manera pacífica- los disidentes dentro de la isla.
Estos mismos disidentes han dado una prueba de madurez política, de unidad en el tema de los presos y los derechos humanos, cuando la mayoría de las organizaciones rechazó asistir a una ronda de consuelo, en la Embajada de España -con el Director General para Iberoamérica- después que Moratinos abandonó el país. Pero hay que recordar que entre ellos hay dos premios Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
Sería apreciable que organizaciones internacionales preocupadas por la situación de los presos políticos en Cuba, como Amnistía Internacional, Reportero sin Fronteras, People in Need y otras, se pronunciaran al respecto. Pero de forma general los demócratas del mundo deben repudiar esta indigna actuación del gobierno español. Hay muchas formas de hacerlo, lo importante es que sientan fuertemente la repulsa internacional.
Las fuerzas democráticas del mundo pueden dar una lección por esta traición de España y permanecer muy alertas para que no la traslade al seno de la Unión Europea, tal y como adelantó Moratinos. Si como dijo Pérez Roque “España se ha apartado de un camino de imposiciones de condicionamientos políticos a Cuba… y esto marca los primeros jalones de un camino que puede abrir el diálogo con la Unión Europea”, hay que evitar que el régimen cubano exporte a Europa su totalitarismo.
Si España se sintió equivocada y “rectificó definitivamente” sus relaciones con Cuba, como afirmó Carlos Lage; el resto de Europa no puede caer en este supuesto “complejo de culpa”. Entre los adelantos para el restablecimiento de relaciones con la Unión Europea, está la afirmación de que: “para esto (la Unión Europea) tendría que eliminar “definitivamente” las sanciones contra Cuba”.
El que la visita haya terminado, no significa que el tema esté agotado, recién comienza el tutelaje español y es necesario ponerle fin. No es posible permitir que se le suavice el rostro a la dictadura o que se le fortalezca su –deteriorada- imagen en un mundo de libertades y democracia.
Atención a las fuerzas democráticas internacionales: ¡¡¡ustedes tienen la palabra y la acción!!!
Lo que hay oculto en la complacencia del gobierno español con el régimen totalitario cubano, solo ellos lo saben.Las fuerzas democráticas del mundo deben ser movilizadas. Los principios no se negocian.
Si el ministro de exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos aceptó la condición de no entrevistarse con la oposición interna, que -usualmente- le es impuesta a los visitantes extranjeros de alto rango, para ser atendidos por los funcionarios del régimen, entonces son falsas las palabras que pronunció antes de salir del país …“Tenemos interlocución con todos los sectores de la sociedad cubana,… los que se quieran entrevistar con nosotros y verse, se ven, porque nuestro compromiso en materia de derechos humanos siempre ha sido inalterable y seguirá inalterable”.
Los graves problemas por los que atraviesa el pueblo cubano, no necesitan de mecanismos, ni de acuerdos, están ávidos de acciones. Si en los próximos días son liberados algunos presos políticos ¡bienvenido sea!, pero no se pueden cambiar principios por presos; ni ellos, ni sus familiares estarían de acuerdo.
Si el tema de los presos no será tratado dentro de la agenda del llamado “diálogo político”: ¿de qué derechos humanos están hablando?. O habría que cuestionar si el tan gastado argumento que los disidentes son mercenarios a sueldo de los Estados Unidos y terroristas, es admitido por el gobierno español, como aceptaron en el Comunicado Conjunto –al cierre de las conversaciones- referirse a los comunicados especiales sobre leyes y medidas de carácter extraterritoriales acordados en las Cumbres Iberoamericanas de Salamanca y Montevideo y olvidaron que en la Cumbre de Viña del Mar (Chile) se apostó por el pluripartidismo, lo que no ha cumplido Cuba nunca.
¿De qué se discutirá en el mes de mayo en la Comisión que crearon al efecto? El propio Felipe Pérez Roque declaró que: “Cuba no permite que se le venga a imponer o a aconsejar sin haber pedido el consejo” y además enfatizó: …”el acuerdo no está encaminado al examen de la situación interna de ninguno de los dos países”… “… es un mecanismo permanente y formal de diálogo político que no excluye el tema de la cooperación internacional para la promoción de los derechos humanos”.
Si el señor Moratinos considera que su estancia en Cuba fue “intensa y fructífera” porque le permitió “conocer de primera mano la realidad cubana”, está despreciando totalmente al pueblo de Cuba, ya que lugares como: los museos, el Centro Histórico de La Habana y la Escuela Latinoamérica de Medicina, no muestran en lo absoluto la falta de derechos sociales, civiles y económicos que padecen los cubanos y por los que luchan -de manera pacífica- los disidentes dentro de la isla.
Estos mismos disidentes han dado una prueba de madurez política, de unidad en el tema de los presos y los derechos humanos, cuando la mayoría de las organizaciones rechazó asistir a una ronda de consuelo, en la Embajada de España -con el Director General para Iberoamérica- después que Moratinos abandonó el país. Pero hay que recordar que entre ellos hay dos premios Sajarov de Derechos Humanos del Parlamento Europeo.
Sería apreciable que organizaciones internacionales preocupadas por la situación de los presos políticos en Cuba, como Amnistía Internacional, Reportero sin Fronteras, People in Need y otras, se pronunciaran al respecto. Pero de forma general los demócratas del mundo deben repudiar esta indigna actuación del gobierno español. Hay muchas formas de hacerlo, lo importante es que sientan fuertemente la repulsa internacional.
Las fuerzas democráticas del mundo pueden dar una lección por esta traición de España y permanecer muy alertas para que no la traslade al seno de la Unión Europea, tal y como adelantó Moratinos. Si como dijo Pérez Roque “España se ha apartado de un camino de imposiciones de condicionamientos políticos a Cuba… y esto marca los primeros jalones de un camino que puede abrir el diálogo con la Unión Europea”, hay que evitar que el régimen cubano exporte a Europa su totalitarismo.
Si España se sintió equivocada y “rectificó definitivamente” sus relaciones con Cuba, como afirmó Carlos Lage; el resto de Europa no puede caer en este supuesto “complejo de culpa”. Entre los adelantos para el restablecimiento de relaciones con la Unión Europea, está la afirmación de que: “para esto (la Unión Europea) tendría que eliminar “definitivamente” las sanciones contra Cuba”.
El que la visita haya terminado, no significa que el tema esté agotado, recién comienza el tutelaje español y es necesario ponerle fin. No es posible permitir que se le suavice el rostro a la dictadura o que se le fortalezca su –deteriorada- imagen en un mundo de libertades y democracia.
Atención a las fuerzas democráticas internacionales: ¡¡¡ustedes tienen la palabra y la acción!!!