Cuba denunció el 9 de abril del 2007, ante las Naciones Unidas, a través de su Embajador permanente ante las Naciones Unidas (ONU), Rodrigo Malmierca durante el debate de la Comisión de desarme que: “La sola existencia de las armas nucleares y de las doctrinas que prescriben la posesión y empleo de las mismas, constituyen un peligro para la paz y seguridad internacionales”; sin embargo defendió el derecho “inalienable” de los Estados al uso “pacífico de la energía nuclear” bajo la “estricta” observación de los compromisos adquiridos en el TNP (Tratado de No Proliferación).AntecedentesEl pasado 6 de abril del 2007, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, impuso la Medalla de la amistad, que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba, al embajador de la República Islámica de Irán, Ahmad Edrisian. En la ceremonia el vice ministro de Relaciones Exteriores, Marcos Rodríguez concluyó sus palabras con la “ratificación de un mensaje de apoyo y solidaridad con el hermano pueblo iraní, y a su derecho al uso pacífico de la energía nuclear, frente a la amenaza, la doble moral y la agresividad de los Estados Unidos y sus aliados, empeñados en la guerra y el saqueo…”En una visita a Irán, en la que conversó con el Ayatola Ali Jamenei, Fidel Castro dijo: “Irán y Cuba, en conjunto, pueden poner de rodillas a Estados Unidos. El régimen de Estados Unidos es muy débil, y estamos presenciando su debilidad muy de cerca” (Teherán, 9 de mayo del 2001).
La cara oculta de la moneda
En la Constitución Cubana está reconocida esta forma de apoyo:
Artículo 12.- La República de Cuba hace suyos los principios antiimperialistas e internacionalistas, y g) califica de delito internacional la guerra de agresión y de conquista, reconoce la legitimidad de las luchas por la liberación nacional, así como la resistencia armada a la agresión, y considera su deber internacionalista solidarizarse con el agredido y con los pueblos que combaten por su liberación y autodeterminación;
Artículo 12.- La República de Cuba hace suyos los principios antiimperialistas e internacionalistas, y g) califica de delito internacional la guerra de agresión y de conquista, reconoce la legitimidad de las luchas por la liberación nacional, así como la resistencia armada a la agresión, y considera su deber internacionalista solidarizarse con el agredido y con los pueblos que combaten por su liberación y autodeterminación;
Antecedentes
El 26 de octubre de 1962, Fidel Castro le envió a Jruschov la siguiente nota: “Deseo en estos instantes expresarle en palabras muy breves una opinión personal. Si tiene lugar la segunda variante y los imperialistas invaden a Cuba con el fin de ocuparla, el peligro que la política agresiva entraña para la humanidad es tan grande que después de ese hecho la Unión Soviética no debe permitir jamás las circunstancias en las cuales los imperialistas pudieran descargar contra ella el primer golpe nuclear. Le digo esto porque creo que la agresividad de los imperialistas se hace sumamente peligrosa y si ellos llega a realizar un hecho tan brutal y violador de la Ley y la moral universal, como invadir a Cuba, ése sería el momento de eliminar para siempre semejante peligro, en acto de la más legítima defensa, por dura y terrible que fuese la solución, porque no habría otra”.
El 30 de octubre Nikita Jruschov envió la siguiente respuesta: “En su cable del 27 de octubre Ud. nos propuso que fuéramos primeros en asestar el golpe nuclear contra el territorio del enemigo. Ud., desde luego comprende a qué llevaría esto. Esto no sería un simple golpe, sino que el inicio de la guerra mundial termonuclear. Querido compañero Fidel Castro, considero esta proposición suya como incorrecta aunque comprendo su motivo. Hemos vivido el momento más serio, en que pudo desencadenarse la guerra termonuclear mundial. Evidentemente en tal caso los EE.UU. sufrirían enormes pérdidas, pero la Unión Soviética y todo el Campo Socialista también sufriría mucho. En lo que se refiere a Cuba, al pueblo cubano, es difícil incluso decir en general en qué eso podría terminar para él. En primer término en el fuego de la guerra se quemaría Cuba…”
El 31 de octubre de 1962, Castró afirmó: “Nosotros sabíamos, no presuma usted que lo ignorábamos, que habríamos de ser exterminados, como insinúa en su carta, caso de estallar la guerra termonuclear”…SugerenciasNo caben dudas de que Fidel Castro fue capaz de conspirar para someter a la humanidad al holocausto nuclear, que negoció a espaldas del pueblo de Cuba su aniquilación, es culpable en tentativa de un delito de lesa humanidad, y ahora defiende a los iraníes
El 30 de octubre Nikita Jruschov envió la siguiente respuesta: “En su cable del 27 de octubre Ud. nos propuso que fuéramos primeros en asestar el golpe nuclear contra el territorio del enemigo. Ud., desde luego comprende a qué llevaría esto. Esto no sería un simple golpe, sino que el inicio de la guerra mundial termonuclear. Querido compañero Fidel Castro, considero esta proposición suya como incorrecta aunque comprendo su motivo. Hemos vivido el momento más serio, en que pudo desencadenarse la guerra termonuclear mundial. Evidentemente en tal caso los EE.UU. sufrirían enormes pérdidas, pero la Unión Soviética y todo el Campo Socialista también sufriría mucho. En lo que se refiere a Cuba, al pueblo cubano, es difícil incluso decir en general en qué eso podría terminar para él. En primer término en el fuego de la guerra se quemaría Cuba…”
El 31 de octubre de 1962, Castró afirmó: “Nosotros sabíamos, no presuma usted que lo ignorábamos, que habríamos de ser exterminados, como insinúa en su carta, caso de estallar la guerra termonuclear”…SugerenciasNo caben dudas de que Fidel Castro fue capaz de conspirar para someter a la humanidad al holocausto nuclear, que negoció a espaldas del pueblo de Cuba su aniquilación, es culpable en tentativa de un delito de lesa humanidad, y ahora defiende a los iraníes
Martha Beatriz Roque Cabello