Las sesiones de la Asamblea Nacional cubana hacen recordar el cuento infantil
LA HABANA, Cuba.- Durante las reuniones de las diez comisiones permanentes de la Asamblea Nacional del Poder Popular, en el Sexto Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura, se mostraron por la Televisión Cubana algunas de las intervenciones que se hicieron sobre diversos temas, que pasan a la vista del cubano como una película que ya se proyectó y hace recordar aquel relato infantil que trata sobre lo que se repite una y otra vez: “El cuento de la Buena Pipa”. Solo bastaría analizar algunos de estos planteamientos que trascendieron al público para percatarse que no hay voluntad política para solucionar los problemas.
El ministro de Economía y Planificación, Marino Murillo Jorge, en su intervención en la Comisión de Asuntos Económicos, ha informado que el PIB (Producto Interno Bruto) creció en un 4% durante el 2015. Como justificación a que nadie haya visto ese aumento de bienes y servicios –y mucho menos se lo haya sentido el bolsillo del cubano medio–, Murillo dijo que no era muy perceptible porque el año pasado solo había tenido un 1% de incremento. Como colofón señaló que todas las ramas de la economía crecían, aunque algunas como la agricultura no cumplieron sus planes.
Entre otras revelaciones que se hicieron sobre lo que se discutió en las reuniones de las comisiones, se pueden señalar algunas de las que han tenido eco en la población, como el grupo que estudia los problemas jurídicos, cuyo Presidente declaró que el sistema judicial tiene que conocer al pueblo para poder juzgar a cualquier acusado; no obstante, no se hizo referencia alguna a los cientos de ciudadanos que ingresan en las prisiones sólo por decisión del Jefe de Sector de su comunidad, sin haber cometido delito y que pueden llegar a cumplir hasta cuatro años de privación de libertad, por “peligrosidad predelictiva”. Se debió explicar que lo que necesita el poder judicial, en primera instancia, es ser independiente del Estado.
La Comisión de industria, construcción y energía, informó que para el año 2016 la mayor parte de la inversión se concentrará en el turismo.
Se adquirirán unos 400 ómnibus, con una planificación similar para producir este tipo de vehículos en Cuba, mientras se repararán unos 300. Pero estas cifras son risibles con relación a la necesidad de transporte urbano e interurbano que tiene el país; no solo en la capital, que es donde más se percibe, sino a nivel nacional.
Mientras tanto el cubano de a pie se mantiene además sin solución para sus problemas de vivienda.
Otras intervenciones se refirieron a los cuentapropistas, que no tienen dónde adquirir al por mayor sus materias primas. Se les ha amenazado varias veces para que cumplan con las estrechas leyes establecidas y no compren en el mercado subterráneo, como se hace de forma general. Pero es que si no lo hacen así, dados los precios que existen en el mercado minorista estatal –el único autorizado a proveer a los cuentapropistas–, se encarece la oferta y los pequeños propietarios dejan de ser competitivos.
También se emitió alguna información sobre la actual zafra azucarera. A los trabajadores del sector cañero se les debe nada menos que 95 millones de pesos, lo que influye negativamente en la eficiencia de la contienda; además que, como no llovió, la caña no recibió suficiente regadío y está en desfavorables condiciones, por lo que se ha planificado que los rendimientos van a ser bajos y solo habrá un 1% de crecimiento en la producción de azúcar con relación al año anterior. Además el comienzo de la zafra también fue malo, ya que el central Boris Luis Santa Coloma, que se daba como terminado y listo para moler, con sus pruebas hechas de forma satisfactoria, tuvo un fallo técnico que lo paralizó. Lo que no se pudo saber es de quién es la responsabilidad, aunque conociendo cómo se justifica todo, seguro fue el “bloqueo” imperialista.
Podrían hacerse numerosos señalamientos más sobre lo que se ha decidido publicar, pero no hay nada que se diferencie de lo hasta aquí expuesto. Solo llamar la atención de que el XII Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, que sesionó con antelación a la Asamblea Nacional del Poder Popular, trató el tema de la “conceptualización” económica y social, una nueva acepción que se le ha dado a la palabra para decir que el Sistema Económico en el país no existe, que se dan golpes a ciegas para tratar de buscar soluciones momentáneas que aseguren en el presente “el poder”, porque ni siquiera pueden pensar en el futuro.
Desilusión y desesperanza son dos palabras que acompañan al cierre del año 2015 con respecto a lo que el porvenir le trae a los cubanos, y es que la dificultad más grande que existe es el sistema en sí mismo; el cual, por más que ha sido probado, no funciona.