MIÉRCOLES, 4 DE DICIEMBRE DE 2013. ESCRITO POR MARTHA BEATRIZ ROQUE
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) La transparencia sobre el uso de los recursos estatales, tiende a cero en el país, y es que sería imposible dar a conocer el empleo de muchos de los renglones del presupuesto nacional, debido a que para cualquier persona común de cualquier lugar del planeta, significaría un despilfarro de los bienes que crea el pueblo cubano.
Algunos de dentro y de fuera del país se preguntan: ¿Cómo es posible realizar un ejercicio militar durante cinco días, en una nación que está llena de necesidades personales y sociales? ¿Cuánto costará tener decenas de miles de hombres sobre las armas haciendo prácticas militares, dejando de producir y comiendo colectivamente lo poco que proviene de las plantaciones agrícolas y la cría de animales para el consumo de carne?
El "Bastión 2013" es una muestra de la falta de voluntad del régimen para solucionar los problemas de los que habitan en la isla; aunque se hace justicia diciendo que a los cubanos de a pie poco les ha interesado este ejercicio militar, porque son muchas las preocupaciones para estar oyendo arengas sobre "la guerra de todo el pueblo" y la posibilidad de una "invasión del enemigo", que se ha estado esperando durante 54 años y cada vez se hace más lejana; ya que por el contrario, el actual presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, trata por todos los medios de modificar las relaciones con Cuba y de relajar -aún más- el embargo.
Pero esta muestra de poder no es la única que cuesta cara al pueblo, también el hostigamiento que existe contra los disidentes y la sociedad en general, tiene un alto nivel de gastos. Para con los que se oponen, están presentes los viejos métodos de la KGB (siglas del Komitet Gosudarstvennoy Bezopasnosti) nombre ruso que en español significa Comité de Seguridad del Estado, lo que constituyó la policía secreta de la extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Estas técnicas son muy caros, porque los comunistas rusos podían darse el lujo de reprimir a altos costos, tenían dinero de sobra para ello, incluso para regalarle al régimen cubano 13 mil millones de dólares anuales.
Sin embargo, manteniendo estas técnicas la policía política cubana hostiga a los disidentes con una gran cantidad de recursos materiales y humanos, con movilizaciones de personas que se encuentran en horario laboral o educacional; no hay una idea de lo que cuesta un mitin de repudio, la disolución de una reunión, el registro a una vivienda, el apresamiento de grupos de opositores, etc. De todas formas ¿a quién le interesa lo que se pueda gastar? Lo importante es mantener el poder a toda costa.
De igual forma, las prisiones están llenas de personas que cometen diariamente delitos contra la economía, que pudieran evitarse, si existiera un control de los recursos y si no se permitiera la corrupción como una forma de mantener contentos a los que tienen que hacer cumplir la ley, como a la Policía Nacional Revolucionaria, los inspectores, los fiscales, los funcionarios públicos, etc.
Terminado el Bastión, se declaró el fin de semana "Días Nacionales de la Defensa", en particular solamente en las provincias orientales, se movilizaron –según información oficial- un millón doscientas mil personas. Raúl Castro dijo -públicamente- que el régimen estaba consciente del costo de estas maniobras, en el momento en que se pasaba por una dura situación económica, pero que eran necesarias para mantener la felicidad y seguridad del pueblo.
Los presupuestos municipales ni se enteran de cómo los manipula centralmente el régimen para la represión, pero tampoco saben de ello los contribuyentes, en particular los trabajadores por cuenta propia que pagan altos impuestos por sus correspondientes permisos de trabajo. Lo mejor de todo, es que con el decurso de los años, han conseguido que a nadie le interese en que se invierten los recursos y lo más importante aún, que nadie pregunte, que los periodistas estatales no se preocupen siquiera de escribir acerca de ello. Todo lo que sea gasto para la represión es uno de los grandes secretos del Estado que no se ha revelado nunca y que tampoco hay alguna intención de hacerlo; al menos no hay constancia de ello en los Lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba.