Por: Martha Beatriz Roque Cabello
El sufijo logo del latín “logus” significa 'persona versada' o 'especialista' en lo que el primer elemento que se anteponga indica. Es por eso que se llama cubanólogo a todo aquel que estudia la problemática del país, lo que implica que dedica una gran parte de su tiempo a analizar y sacar conclusiones de lo que acontece e incluso proyectar lo que se supone que sucederá.
Sin embargo, últimamente estos dotados en hacer conclusiones se han quedado lejos, pero muy lejos de la realidad cubana de hoy. Sería muy difícil sacar una excepción de los que no se han equivocado y de los que aún siguen desacertados en sus pronósticos, como por ejemplo: suponer que en Cuba habrá un cambio hacia un modelo como el chino. Ojos rasgados solo tiene Raúl Castro y al parecer, no está interesado en ello.
Habría que substituir esta técnica por otra que lleve al absurdo del pensamiento, como la recuperación total del Comandante en Jefe; la posibilidad de que se cree una forma de mando en el país que le conceda a él la política exterior; y hasta quizás el deceso de Raúl primero que el suyo.
En los últimos días los medios han estado llenos de las visitas e intervenciones de Fidel Castro e incluso de sus anuncios perspectivos, que ha cumplido cronométricamente, como: escribir una “Reflexión” el 3 de agosto, convocar a la Asamblea Nacional del Poder Popular el día 7 del mismo mes y su último libro “La Victoria Estratégica”, del cual le regaló un ejemplar al Canciller chino, durante su visita a Cuba y leyó partes delante de unos cuantos de los “viejos” generales, haciendo gala de su buena memoria.
No obstante, algunos tienen dudas de que lo que esté diciendo sea todo cierto. Por ejemplo cuando se refirió el día 26 de julio a que los 5 espías estarían de vuelta antes de fin de año, incluso aseveró: “mucho antes”, y que había que avisar a sus familiares. Eso fue lo último que se le permitió comentar, porque inmediatamente dieron por terminada la conferencia.
Su hermano Raúl -quizás para corregirle la plana- señaló durante el discurso de clausura del V Período Ordinario de Sesiones de la VII Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular: “En cuanto a Cuba y los Estados Unidos, en esencia nada ha cambiado; nuestros valerosos Cinco Héroes permanecen sufriendo injusta prisión y un trato abusivo…” “Aunque exista menos retórica y se celebren ocasionales conversaciones bilaterales…”
Y es que algunos de los que acostumbran a sacar conclusiones sobre la Isla, ya han sentenciado que el gobierno cubano anda conversando con los Estados Unidos de América -de forma secreta- incluso se ha utilizado el nombre de Leonel Fernández, presidente de la República Dominicana, como uno de los intermediarios; sin descartar también, las visitas del Cardenal Ortega a Washington.
Esta nueva proyección de Fidel Castro hacia el exterior, se puede comparar con una persona con padecimientos de flatulencia, pero lo que a él le es inevitable expulsar no son los gases, sino las ideas y las palabras. No obstante, todo lo que habla ignora la situación tan crítica que está viviendo el pueblo de Cuba, es como si esto le fuera totalmente ajeno y tuviera perdida la percepción de la realidad: 'Otros que hagan lo que nosotros debemos hacer'. Para él, existe una cerca alrededor del archipiélago cubano, y cada vez que habla, lo que hace es precisamente brincar la valla.
La obsesión por la guerra nuclear continúa, ahora le ha dado tiempo a Obama para pensar si la lleva a cabo o no; lo que implica que de no producirse la contienda tendría el mérito de que hizo reflexionar al Presidente de los Estados Unidos de América; y si se llevara a cabo, también le vendría el merecimiento de haberlo advertido. De todas formas, ya en el ocaso de su vida, se alimentaría su ego.
Mientras tanto, las condiciones en la Isla son cada vez peor para los disidentes, el acoso y las detenciones arbitrarias no cesan. Y sobre todo el Gobierno tiene en cuenta aquello de “por si acaso” y este 5 de agosto sacó a la calle, en particular al Malecón de Ciudad de La Habana, una cantidad considerable de fuerza represiva, por si a alguien se le ocurría recordar el “Maleconazo”.
Si en Cuba existieran las más mínimas libertades de prensa y expresión, no habría necesidad de estar informando al pueblo y a diferentes sectores de la sociedad, de lo que se publica en Internet o en cualquier medio de prensa internacional. El ex presidente (ex enfermo) ha planteado que tres personas trabajan para él, recopilándole los cables que se publican y que además, él se ha convertido en un cazador de noticias.
Ciudad de La Habana, 6 de agosto de 2010.