Por: Martha Beatriz Roque Cabello
La dirección del país, está dividida, por un lado el ex presidente enfermo en su cargo de “Compañero Fidel”, se encarga a través de las “Reflexiones”, de trazar la política externa, añadiendo que le corrige la plana a su hermano, cuando se va del guión; y por otro le toca al actual jefe de los Consejos de Estado y de Ministros, “resolver” los problemas dentro del país.
Incluso si hay una actividad, reunión, etc., donde ahora se ponen los cuadros de Fidel y de Raúl, el del primero se coloca más alto que el otro, y es que no hay que olvidar que el Artículo 5 de la Constitución de la República, expresa que el Partido Comunista es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, por lo tanto el Primer Secretario del Partido, es quien se supone orienta los esfuerzos hacia los altos fines de la construcción del socialismo. Esta quizás es la explicación de por qué no se ha llevado a cabo el VI Congreso del Partido y se ha pospuesto indefinidamente, quizás hasta la muerte del Comandante en Jefe, lo que pasa es que la vida no se puede planificar de esa forma y nadie sabe quien va a morir primero.
Lo que sí está claro es que no hay relevo en esta carrera por el poder, la gerontocracia que dirige el país, por lógica, irá muriendo y no queda nadie para sustituirlos. En un momento determinado se pensó en Carlos Lage Dávila y Felipe Pérez Roque, pero da la casualidad que los dos fueron “decapitados” y el poco de carisma que tenía Lage, creó un vacío.
Se suponía que la Unión de Jóvenes Comunistas fuera capaz de preparar a los jóvenes para asumir estas responsabilidades, pero de pronto y antes que su próximo IX Congreso, perdió a su máximo dirigente, Julio Martínez Ramírez, una vez más, la caída fue grande, pues el muchacho paró en un cargo de menor importancia en el Partido Provincial. Entonces surge una nueva figura Liudmila Álamo Dueñas, que unos días después de dirigir las turbas contra las Damas de Blanco, el pasado 10 de diciembre de 2009, la elevaron a miembro del Consejo de Estado.
Se presume que ella resuelva todos los problemas que tiene la Unión de Jóvenes Comunistas en estos momentos, y haga que se promueva la participación activa de las masas juveniles en la tarea de la edificación socialista, lo que pasa que ha entrado a ocupar esta responsabilidad con aires muy desalentadores. En la reciente reunión de balance, con vista a la preparación del Congreso de la UJC, que se celebró en el municipio de Guantánamo, provincia de ese mismo nombre, Liudmila, en su condición de primera secretaria de la organización a nivel nacional, se vio en la necesidad de regañar a los guantanameros, porque en el transcurso de un año, la organización en ese municipio cabecera, había perdido 3 600 militantes. Según ella, el problema se soluciona dándole más atención a los jóvenes.
También al otro extremo de la isla, en Pinar del Río, se llevó a cabo la correspondiente reunión, todas las que se han efectuado hasta el momento, han estado presididas por José Ramón Machado Ventura, el actual segundo jefe de los Consejos de Estado y de Ministros. Los jóvenes comunistas pinareños, han seguido –al parecer- el mismo patrón que sus compañeros guantanameros, aquí se quejaron los altos dirigentes, de ausencias injustificadas a las reuniones e incumplimientos de las tareas asignadas; de Comités de Base que no se reúnen, o lo que es lo mismo no funcionan y de un alto número de sanciones; el 43% de la militancia ha sido penalizado.
Durante su discurso Machado Ventura planteó la necesidad de transformar la organización para apostar al futuro del país. Y añadió que no se aspiraba a que en un mes o dos se resolvieran las cosas.
Ciudad de La Habana, como capital del país, no quiso ser menos que el resto de las provincias, y en sus correspondientes asambleas de balance de los municipios de Marianao y Habana del Este dejó saber que existen similitudes en los problemas que afectan la organización. Se plantea el decrecimiento de la militancia en el territorio de Marianao, entre los ejemplos que se divulgaron está el del Comité de Base del Hospital Materno Eusebio Hernández, (Maternidad Obrera) el que posee 18 jóvenes en su membresía de un total de 150 que trabajan en la instalación. ¿Y los médicos revolucionarios no quieren ser militantes?
Por su parte los dirigentes del municipio Habana del Este se quejaban de que tienen en la región 6 Cooperativas de Créditos y Servicios, sin que haya presencia política de los jóvenes en ellas. Lo mismo ocurre en 4 centros de trabajo en los que existe un amplio universo juvenil y no se sienten comprometidos a ingresar a la UJC, se puso como ejemplo la fábrica de elaboración de virutas de jabón “Suchel”, con 76 jóvenes y la Empresa Distribuidora de Gas Licuado con 70.
Habría que preguntarse: ¿Dónde estaba el Partido –a todos los niveles- que no exigió disciplina, control, organización, crecimiento, captación, etc., a los militantes? Como siempre la culpa la expiarán los primeros secretarios de la UJC en las provincias y en los municipios, además del ya defenestrado a nivel nacional, pero los “super abuelos” del Partido no serán tocados ni con el pétalo de una rosa.
Todo el mundo sabe, incluyendo a los dirigentes del gobierno, que el principal inconveniente está en el grave conflicto generacional que existe en el país. A la gran mayoría de los jóvenes no les interesa en absoluto la continuidad de la Revolución, de hecho muchos piensan que su futuro está fuera del país, principalmente en los Estados Unidos de América, que inconcebiblemente, es el lugar del mundo del que más mal se habla en los medios de difusión cubanos. No obstante la juventud, de forma general, adora la bandera estadounidense y cualquier otra cosa que simbolice “the American way of life”.
Ciudad de La Habana, 8 de febrero de 2010.