Hoy mientras caminaba, vi un auto que venía a toda velocidad y un señor comentó: “Mira para eso se cree que es Fangio”. Enseguida vino a mi mente aquel hecho histórico de nuestro país, en que el dictador Fulgencio Batista convocó a una competencia internacional de automovilismo, con el propósito de ocultar la crisis política y económica que existía en ese momento: resultando Fangio, “El As del Volante Argentino”, secuestrado por un comando del Movimiento 26 de Julio, contrarrestando de esa manera, la imagen de estabilidad y festejo que quería aparentar Batista.
En estos momentos, en que nuestro país atraviesa la mayor crisis económica y política de todos los tiempos, el gobierno está utilizando la imagen de los connotados artistas, Juanes, Miguel Bosé, Olga Tañón y otros más, con el mismo propósito que utilizó Batista en aquellos años al famoso corredor. Y yo me pregunto: ¿qué diferencia hay entre un régimen y otro? Cuando cada vez aumenta más la represión contra cualquier voz que se oye, no solo de la oposición, si no la del más simple ciudadano que reclame sus derechos o que exponga públicamente las penurias en que subsiste, ¿qué paz me quieren imponer ahora? Será la de la chambelona, para que mientras estás entretenido con el dulce, el gobierno tenga un poco más de tiempo de poder.
Por eso yo no asistiré a ese concierto, porque sería hacerle el juego al gobierno, que trata de descalificar la creciente avalancha de verdades que se le viene encima.
A todo aquel que se oponga a este régimen, de una u otra manera, lo exhorto a que desista de asistir al concierto, porque si vamos, sería caer en el mismo juego de los que no quieren que se sepa la verdad, de los que no quieren que los cubanos tengamos libertades y progreso, de los que nos reprimen, de los que tratan de humillarnos.
Ciudad de La Habana, 19 de setiembre de 2009.
En las fotos se pueden ver los preparativos en la Plaza de la Revolución que incluyen un gran despliegue policial.