por Arnaldo Ramos Lauzurique
Preso del Grupo de los 75, en la Prisión Nieves de Morejón, Provincia de Sancti Spíritus
Documento No. 39 de la Mesa de Trabajo de Martha Beatriz Roque Cabello, 15-08-2007.
El dato asombra: “El 70 % de los niños cubanos tiene a sus padres divorciados.” (Juventud Rebelde, 060607). Como la población de 0 a 14 años ascendía a 2 198 153 niños en 2006 (Juventud Rebelde, 210506), eso significa que más de un millón y medio de niños tenía sus padres divorciados.Para más gravedad había alrededor de 900 mil niños en las edades de 0 a 5 años, etapa en la que más requieren de la estabilidad familiar. Otras informaciones dispersas, cuando se logran reunir, dan una imagen, aunque no completa, sí alarmante de la sociedad cubana en este aspecto. El 35 % de la sociedad cubana es casada (Juventud Rebelde, 180606), lo que significa que para una población de 11 243 836 habitantes al cierre del 2005 (BOH, 070107, pág. 40), habían 3 935 344 ciudadanos casados y por tanto 1 967 672 matrimonios. Las uniones consumadas, de las cuales no hay información estadística, se han ido incrementando y se estima –quizás muy conservadoramente- en más de un tercio del total de uniones, lo cual permite calcular que el total de uniones asciende por lo menos a 2 951 508 y los consensuales a no menos de 983 836. Los casados 3 935 344 representan el 43,51 % de la población mayor de 14 años, que asciende a 9 045 683 personas. Y el total de unidos (5 903 016) representarían el 65,26%.
Las cifras anteriores pueden dar la sensación de una alta proporción de vida en común, si no se tiene en cuenta la alta tasa de divorcios que desde el 2000 fluctúa entre 3,0 y 3,4 por cada 1000 habitantes (Juventud Rebelde, 180606). Las rupturas en las uniones consensuales debe tener una proporción mucho mayor al no demandar ningún requisito legal. En 2003 se registraron 33 851 divorcios “… cantidad considerada entre las más altas de América Latina” (Tribuna de La Habana, 091005). Para los 7 años que van de 2000 a 2006, el total de divorcios debe estar entre 235 y 266 mil, lo cual daría una tasa anual como mínimo de 17,20 divorcios por cada mil matrimonios existentes. Cada año el nivel de personas que se divorcia representa más del 60% de las que se casan.
Hay una aparente paradoja entre la existencia de un millón y medio de niños y padres divorciados y el que las uniones legales o no representa una alta proporción en el estado civil de la población, lo cual puede explicarse porque “… otro fenómeno que tiene lugar es la nupcialidad reincidente, que no siempre es legal”. (Juventud Rebelde, 050607). Una información que pone de relieve que el divorcio provoca fundamentalmente la omisión de la figura paterna es que el censo de 2002 arrojó que en 1 435 292 hogares, el 40,6% de los 3 534 327 existentes, los jefes resultaron ser mujeres y 938735 de ellas, el 65,4%, no tenían cónyuge (Juventud Rebelde, 210506).
En un artículo del diario Juventud Rebelde del 060607 titulado Retrato de familia, con una entrevista a la Dra. En Psicología y presidente de la Sociedad Cubana de Psicología, Patricia Aréz Murcio, se recogen comentarios de la profesional sobre el tema: “En el último censo se aprecia también un incremento de familias monoparentales con jefatura femenina, como resultado de los divorcios o a la no implicación de la figura paterna.”
Aunque se refiera al que el 70% de los niños son hijos de padres divorciados, tiende a minimizar el problema cuando menciona una encuesta de la Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana, en que participó, que según dice: “… demostró que la mujer profesional adulta, que padece el síndrome de la super-mujer porque puede conciliar el trabajo con los hijos, con la pareja, con la casa, con las organizaciones… ha podido concertar esta multiplicidad de roles por el apoyo imprescindible de la abuela”. No hay que inquietarse pues entre la super-madre y la super-abuela, pueden enfrentar todos los conflictos.
Pero ni en estas entrevistas, ni en otros materiales de la prensa cubana, sobre el tema, se profundiza, ni en las causas de esa situación, ni en las implicaciones para los niños, y por tanto para la sociedad cubana futura. En Cuba el derecho al divorcio está sancionado por Ley desde 1918, hace casi 90 años, por lo que su incremento actual no responde a una moda, a una novedad, ni a una deficiencia cultural, sino a profundos factores económico sociales que el régimen no quiere reconocer.
Una usual forma edulcorada de explicar las causas del incremento de los divorcios la brindó el semanario Tribuna de La Habana (091005) en la siguiente argumentación: “Según los especialistas, la falta de preparación con que se acude al matrimonio, las dificultades en la comunicación entre los miembros de la pareja y la escasa cultura psicológica para negociar y resolver conflictos, son algunas de las causas de las rupturas matrimoniales, inciden, asimismo, problemas económicos y de vivienda.”
Un poco de recato, o quizás pudor, los hizo mencionar los problemas económicos y de vivienda, pero en último lugar, muy escuetamente y como factores simplemente adicionales; sin explicar que los problemas económicos incluyen bajos salarios; incremento de los precios –tanto en moneda nacional, como en divisas, a los cuales la mayoría no tiene acceso-; aumento de las tarifas de transporte y electricidad; deficiencias alimentarias y de todo tipo; los graves problemas del transporte, el deterioro de los servicios como el agua, las interrupciones eléctricas, que pese a la muy cacareada revolución energética sigue golpeando con fuerza a los hogares; el deterioro de la higiene y los servicios de salud y otros asuntos que agobian a los hogares cubanos.
Un aspecto destacable es el incremento de las cuentas de electricidad, no solo por el incremento de las tarifas, sino también por la obligatoriedad de cocinar con electricidad. Todo ello provoca un deterioro del entorno social y el aumento de las actividades ilícitas para tratar de compensar las carencias.
No se profundiza en que los crónicos y crecientes problemas de vivienda producen un elevado hacinamiento y si la mezcla generacional no es mayor es porque los más ancianos terminan por fallecer. La gravedad de ese problema es tal, que muchas uniones, legales o no, no se disuelven, como sería el deseo de la pareja, por el simple hecho de que el desplazado no tendría dónde alojarse y continúan una falsa unión, mientras ambos miembros en muchas ocasiones mantienen oras relaciones con el conocimiento de los hijos.
Al parecer, los especialistas oficiales no se han preguntado lo que está detrás de las “dificultades en la comunicación entre los miembros de la pareja” y la falta de preparación “para negociar y resolver conflictos” o simplemente no se han detenido en un asunto tan problemático y delicado de abordar. Todos estos males forman parte de la gran crisis moral de la sociedad, donde crecen la corrupción, los delitos y el rebajamiento de las costumbres.
El régimen tiene mucho cuidado en ocultar informaciones sobre el número de delitos, asesinatos y suicidios que darían la medida del grado de deterioro, frustración, desamparo y desesperación en que está envuelta la población. El alto nivel de las uniones consensuales, en un país en que es tan fácil casarse y divorciarse, indica que la gente no quiere establecer compromisos sólidos, por la inseguridad ante el futuro.
Un aspecto que denota el grado de inseguridad ante el futuro es la disminución acelerada del número de nacimientos:
1970.......233079
1975.......192341
1985.......182067
1988.......150897
1989.......187911
2000.......143355
2003.......136662
2004.......127077
Se aprecia que los nacimientos en el 2006 fueron el 47, 65% de los de 1970 y el 59,12% de los de 1988. El número de nacimientos por cada 1000 habitantes que fue de 27,67 en 1970, disminuyó a 17,95 en 1988 y a 25,26 en 2002. Los nacimientos por cada mil mujeres en edad fértil (20 a 34 años) -la mejor edad para parir– disminuyeron de 132,47 en 1988 a 108,90 en 2002.
En el año 2004, cuando se registraron 127 077 nacimientos, se produjeron 20,9 abortos y 36,0 regulaciones menstruales por cada 1000 mujeres entre 12 y 49 años de edad. (Bohemia, 28.04.06, Pág. 33) esto 66 751 abortos y 114 978 regulaciones menstruales, lo cual quiere decir que de un potencial de 308 806 se materializaron solo 127 077 nacimientos, el 41,15 %.
Tal es el contexto donde viven 2,2 millones de niños de 0 a 14 años, 900 mil niños de 0 a 5 años, los algo más de 100 000 que nacen cada año y en que no vivirán los 180 000 engendrados que cada año son víctima de abortos o regulaciones menstruales.
Los especialistas oficiales, sin embargo, fueron más tajantes al evaluar las consecuencias que tendría para el niño Elián González, la separación de su familia habitual. En una Mesa Redonda celebrada el 16.12.99., donde participaron varios “elianólogos”, expresaron consideraciones que deberían ser válidas para el resto de los niños cubanos, de las que se pueden destacar las siguientes:
Dra. en Ciencias Elsa Gutiérrez Baró: El padre también es una figura de gran importancia Se ha discutido mucho el significado que tiene para el futuro del niño de la niña la presencia del padre, éste también prodiga amor, cuidados y seguridad, que junto a los hermanos, abuelos y tíos constituyen la familia”.”No es cierto que padre es cualquiera, son mucho más felices los niños que pueden contar con el padre y la madre. jamás puede haber divorcio con los hijos, ya que esa ruptura afectiva con el hijo lo afecta de manera importante.” “El niño siempre necesita el amor de sus padres, más aún cuando enfrenta situaciones difíciles”
Dra. En Ciencia Patricia Ares Murzio: En las investigaciones que nosotros hemos realizado con los niños cubanos, les hemos pedido que pinten a su familia... los niños incluyen en los dibujos a aquellas personas a las cuales quieren .... fundamentalmente la madre, el padre, en el caso cubano los abuelos ....” “.....lo importante para el desarrollo de un menor es justamente esto que proporciona esa familia de apego, esas personas de referencia tan importante como son los padres o como son otras personas de apego para el niño”. “Necesitamos de alguien que nos reciba en sus brazos, que nos alimente, que nos dé seguridad. Ese alguien en primer lugar es la madre ....”. “A este empeño se suman el padre, los abuelos, los hermanos y familiares cercanos....” “....podríamos decir que las adquisiciones más importante de un niño se producen en los primeros años de vida”.. “...en esta primera etapa, ... los padres y personas cercanas le brindan seguridad y confianza para los aprendizajes y le van proporcionando el cariño que necesitan....”
“En el desarrollo del ciclo vital de una familia se viven una serie de acontecimientos que no siempre son fáciles de enfrentar. Estos acontecimientos son denominados por los psicólogos como Eventos Vitales. ”Dentro de las situaciones o eventos Vitales de más alto potencial de riesgo se encuentran: la muerte de un ser querido e implicado en su cuidado, como son: la madre, el padre, u otras personas significativas para el menor; las catástrofes....; las situaciones de desarraigo ......, y le siguen en orden el divorcio, las separaciones temporales de figuras importantes .... y situaciones de tensión permanente en su medio habitual....” “Muchos de estos hechos son evitables...Este es el caso de los malos manejos del divorcio ....”
Al parecer la Dra. Patricia Arés no quiso o no pudo reiterar estas consideraciones expresados por el caso de Elián en el “Retrato de Familia”y que deben ser forzosamente válidas para el millón y medio de niños de padres divorciados. Pero no hay que juzgarla muy severamente, ya que en Cuba, los que hacen presencia en los medios oficiales no pueden salirse del libreto, el director de ese sainete no admite morcillas.