Por: Martha Beatriz Roque Cabello
El lunes 27 de abril, comienza la reunión Ministerial del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados (NOAL), que se extenderá hasta el día 30. Cuba preside este grupo, desde el mes de septiembre de 2006, cuando se celebró en La Habana la XIV Cumbre. Ya está presta a entregar las riendas del movimiento -que cuenta con 118 países- a Egipto.
Para los días 11 al 16 de julio se prevé la próxima Conferencia Cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno, que se celebrará en la ciudad egipcia de Sharm el Sheik.
Hay que recordar que este Movimiento tuvo como punto de partida la Guerra Fría, para unir un grupo de países, que “supuestamente” no tenían alianza formal con ninguno de los dos bloques hegemónicos liderados por Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Su primera reunión fue en Belgrado en 1961 y en ese papel se destacaron: el primer ministro de la India, Sri Pandit Jawaharlal Nehru y los presidentes Achmed Sukarno, de Indonesia, Gamal Abdel Nasser, de Egipto, Kwame Nkrumah, de Ghana, Sékou Touré, de Guinea, y Josip Broz (Tito), de Yugoslavia.
No se debe confundir la estrategia de ‘no alineamiento’ con la de neutralidad, ya que el movimiento ha tenido una participación activa en la política internacional, en particular el caso de Cuba - que presidió el Movimiento por primera vez entre 1979 y 1981- después de la VI Cumbre, imprimiéndole un carácter de posturas pro soviéticas. Por ejemplo, una gran mayoría de los países no alineados se opuso a Estados Unidos durante la guerra de Vietnam y a la URSS después de la invasión soviética de Afganistán. Lo que implicó, en la práctica, que muchos de los países no alineados se inclinaban claramente por alguno de los dos bloques.
Pero al desintegrarse la URSS, el Movimiento de Países No Alineados tenía que tomar una nueva definición de su papel, en un mundo en el que ya no existía la rivalidad ideológica y militar entre dos bloques. A partir de entonces, la organización centró su atención en temas como la globalización, el comercio justo o la deuda externa de los países en vías de desarrollo.
Al tomar nuevamente la dirección de la Organización, el gobierno cubano ha tratado de mantener temas de interés común, pero ciertamente dentro de los países que integran el Movimiento, existen diferencias que en algunos casos son insuperables, por lo que las metas que se trazó Cuba para cumplir en su período de mandato, no dejaron un saldo satisfactorio.
El ex canciller Felipe Pérez Roque, durante la época de comienzo del mandato, dio muchas esperanzas a los países miembros, de un cambio en los objetivos de la organización, con el fin de revitalizarla y fortalecerla, consolidando lo alcanzado hasta la fecha. Como es natural Cuba ha usado, a los que ha podido de este grupo de países, cada vez que en un foro internacional necesita acompañar su voto.
Para esta reunión Ministerial se está planteando que se colocarán sobre la mesa temas esenciales en la agenda internacional, en especial se debatirá sobre el papel de la agrupación en la búsqueda de soluciones a la crisis económica y financiera mundial, que afecta principalmente a los países subdesarrollados o del sur, como regularmente los llama la izquierda.
No obstante, se habla también de fijar nuevos objetivos, ya que se ha quedado obsoleta la agrupación y como es natural sin un aceptable reconocimiento universal, ya que poco significa para el mundo en el nuevo orden internacional. Se puede considerar como un fracaso el tránsito de Cuba por la presidencia de NOAL, en los tres últimos años.
Si asistiera a la reunión que comienza en La Habana, alguna persona considerada “elegida” por la “familia” que detenta el poder en la Isla, pues vería al “Compañero Fidel” y como es natural, ya acostumbrados a su reacción, diría algo así como: “Fidel está muy bien y más claro que nunca”. De esta forma alguien certificaría la presencia física del “Fantasma del Pueblo” -como le dice la voz popular- y es el método que se ha venido utilizando de tiempo en tiempo, para mantener las expectativas. Porque sus “Reflexiones” no le indican a nadie que sea él quien escriba, aunque esté en su estilo, los cubanos no lo ven ni lo oyen desde hace casi tres años, solo en fotografías y en videos parecidos al antiguo “cine mudo”.
No habrá que esperar una cordillera de “Reflexiones” como ocurrió cuando la Cumbre de las Américas, en los No Alineados, no hay alguien notable como enemigo de Cuba, que pueda servir para mantener una ideología que no existe. El presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, no se debe sentir ni ofendido, porque los diez hombres anteriores, que ocuparon esa responsabilidad, ya estaban acostumbrados a los vilipendios que suelen salir de la Isla, de cualquiera de los dirigentes.
A pesar de la cantidad de países que conforman el Movimiento de los No Alineados, el fracaso de estos tres años de presidencia cubana, se hizo sentir, por el silencio al que tenían sometida a esta organización. Aunque son pocos en el ALBA (Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América), ahora apenas siete, dentro de Cuba suenan como si fuera la ONU (Organización de Naciones Unidas), porque en ese marco los gobernantes cubanos pueden imponer sus criterios y la estrella del “Comandante en Jefe”, brilla como si fuera nueva de paquete.
Ciudad de La Habana, 27 de abril de 2009
Para los días 11 al 16 de julio se prevé la próxima Conferencia Cumbre de Jefes de Estado o de Gobierno, que se celebrará en la ciudad egipcia de Sharm el Sheik.
Hay que recordar que este Movimiento tuvo como punto de partida la Guerra Fría, para unir un grupo de países, que “supuestamente” no tenían alianza formal con ninguno de los dos bloques hegemónicos liderados por Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Su primera reunión fue en Belgrado en 1961 y en ese papel se destacaron: el primer ministro de la India, Sri Pandit Jawaharlal Nehru y los presidentes Achmed Sukarno, de Indonesia, Gamal Abdel Nasser, de Egipto, Kwame Nkrumah, de Ghana, Sékou Touré, de Guinea, y Josip Broz (Tito), de Yugoslavia.
No se debe confundir la estrategia de ‘no alineamiento’ con la de neutralidad, ya que el movimiento ha tenido una participación activa en la política internacional, en particular el caso de Cuba - que presidió el Movimiento por primera vez entre 1979 y 1981- después de la VI Cumbre, imprimiéndole un carácter de posturas pro soviéticas. Por ejemplo, una gran mayoría de los países no alineados se opuso a Estados Unidos durante la guerra de Vietnam y a la URSS después de la invasión soviética de Afganistán. Lo que implicó, en la práctica, que muchos de los países no alineados se inclinaban claramente por alguno de los dos bloques.
Pero al desintegrarse la URSS, el Movimiento de Países No Alineados tenía que tomar una nueva definición de su papel, en un mundo en el que ya no existía la rivalidad ideológica y militar entre dos bloques. A partir de entonces, la organización centró su atención en temas como la globalización, el comercio justo o la deuda externa de los países en vías de desarrollo.
Al tomar nuevamente la dirección de la Organización, el gobierno cubano ha tratado de mantener temas de interés común, pero ciertamente dentro de los países que integran el Movimiento, existen diferencias que en algunos casos son insuperables, por lo que las metas que se trazó Cuba para cumplir en su período de mandato, no dejaron un saldo satisfactorio.
El ex canciller Felipe Pérez Roque, durante la época de comienzo del mandato, dio muchas esperanzas a los países miembros, de un cambio en los objetivos de la organización, con el fin de revitalizarla y fortalecerla, consolidando lo alcanzado hasta la fecha. Como es natural Cuba ha usado, a los que ha podido de este grupo de países, cada vez que en un foro internacional necesita acompañar su voto.
Para esta reunión Ministerial se está planteando que se colocarán sobre la mesa temas esenciales en la agenda internacional, en especial se debatirá sobre el papel de la agrupación en la búsqueda de soluciones a la crisis económica y financiera mundial, que afecta principalmente a los países subdesarrollados o del sur, como regularmente los llama la izquierda.
No obstante, se habla también de fijar nuevos objetivos, ya que se ha quedado obsoleta la agrupación y como es natural sin un aceptable reconocimiento universal, ya que poco significa para el mundo en el nuevo orden internacional. Se puede considerar como un fracaso el tránsito de Cuba por la presidencia de NOAL, en los tres últimos años.
Si asistiera a la reunión que comienza en La Habana, alguna persona considerada “elegida” por la “familia” que detenta el poder en la Isla, pues vería al “Compañero Fidel” y como es natural, ya acostumbrados a su reacción, diría algo así como: “Fidel está muy bien y más claro que nunca”. De esta forma alguien certificaría la presencia física del “Fantasma del Pueblo” -como le dice la voz popular- y es el método que se ha venido utilizando de tiempo en tiempo, para mantener las expectativas. Porque sus “Reflexiones” no le indican a nadie que sea él quien escriba, aunque esté en su estilo, los cubanos no lo ven ni lo oyen desde hace casi tres años, solo en fotografías y en videos parecidos al antiguo “cine mudo”.
No habrá que esperar una cordillera de “Reflexiones” como ocurrió cuando la Cumbre de las Américas, en los No Alineados, no hay alguien notable como enemigo de Cuba, que pueda servir para mantener una ideología que no existe. El presidente de los Estados Unidos de América, Barack Obama, no se debe sentir ni ofendido, porque los diez hombres anteriores, que ocuparon esa responsabilidad, ya estaban acostumbrados a los vilipendios que suelen salir de la Isla, de cualquiera de los dirigentes.
A pesar de la cantidad de países que conforman el Movimiento de los No Alineados, el fracaso de estos tres años de presidencia cubana, se hizo sentir, por el silencio al que tenían sometida a esta organización. Aunque son pocos en el ALBA (Alternativa Bolivariana para los pueblos de Nuestra América), ahora apenas siete, dentro de Cuba suenan como si fuera la ONU (Organización de Naciones Unidas), porque en ese marco los gobernantes cubanos pueden imponer sus criterios y la estrella del “Comandante en Jefe”, brilla como si fuera nueva de paquete.
Ciudad de La Habana, 27 de abril de 2009