Martha Beatriz Roque Info

Imágenes de guerras, terremotos, tsunamis, huracanes, torturados, niños famélicos o haciendo trabajos onerosos; trastornos provocados por el cambio climático, el incremento de los precios de los alimentos, la deficiente actuación de casi todos los gobernantes del globo; ese es el panaroma mundial, que obviando todo suceso agradable, ofrece el denominado “Sistema Informativo Revolucionario”, aprovechando el monopolio que ostente en Cuba y solo para hecerle creer al público que es preferible vivir bajo una tiranía que dura ya 50 años. Mientras tanto Cuba se hunde, pero por razones que tienen poco que ver con esos fenómenos exteriores.
El mismo Raúl Castro durante su regencia y después de investido de todos los poderes, no puedo dejar de señalar la grave situación del país. En su discurso a la Asamblea Nacional a fines de 2006 y 2007 y el 26 de julio último se refirió a esas cuestiones y el 24 de diciembre fue más gráfico cuando expresó: “La diversidad de problemas que tenemos son tantos que no caben en un discurso”; pero cuando en esas ocasiones se refirió a esos “problemas se limitó a los de orden económico, ya que el régimen no puede permitirse el lujo de reconocer que “la monolítica unidad del pueblo en torno a la Revolución” está cada vez más llena de grietas y remiendos.
Uno de los principales aspectos abordados por Raúl Castro fue el de la tierra y la producción agropecuaria. Señaló que había que hacer producir más a la tierra, que era necesario introducir cambios estructurales y de conceptos y que ésta debía estar en manos de quien fueran capaces de hacerla producir con más eficiencia. Todo ello era una confesión implícita del desastre a que condujo la errática política agraria de este medio siglo.
En efecto, las seudocoperativas, denominadas UBPC y las granjas estatales, que según Lugo Fonte, presidente de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños), poseen el 65% de las tierras, solo obtienen el 35% de la producción; mientras las cooperativas de Producción Agropecuarias (CPA) y campesinos independientes con solo el 35% de la tierra producen el 65%, lo cual significa que en las tierras de los campesino se obtiene un rendimiento 3,5 veces superior al sector estatal (Juventud Rebelde 16.02.07). El 30% de la producción se pierde en los campos, según Lugo Fonte, por problemas de Transporte, envases, etc. El 50% de las tierras están vacías, deficientemente explotadas o infectadas de marabú. El marabú ha avanzado a razón de 5000 hectáreas anuales a partir de los años 90 (Noticiero de Televisión, 1pm, 31.01.08). De más de un millón de tierras bajo riego antes de 1990, en la actualidad no llegan a medio millón. La masa vacuna se redujo de 4,9 millones de cabezas en 1988 (0,47 cabezas por habitante) a 3,7 millones en 2005 (0,33 cabezas por habitante). El rendimiento en leche se redujo de 6,6 litros por vaca en 1988 a 3,8 en la actualidad. Las producciones de 2007 en importantes renglones agrícolas para el consumo y la exportación, como: tabaco, leche, huevos, papas, miel de abejas, café, cítricos y arroz, se redujeron notablemente con respecto a 1988. Resulto notable la disminución de las producciones de la agricultura urbana desde 4,2 millones de toneladas en 2006 de solo 1,3 millones de toneladas hasta noviembre de 2007.
A lo anterior habría que añadir la producción cañera, que en la zafra 2006/08 apenas alcanzó 34 toneladas por hectárea (Granma 29 de junio de 2007) y unas 40 toneladas por ectárea en 2007/08 (Granma 19 de mayo de 2008) unido ello a una reducción global de alrededor de un 80% desde la década del 80 en este renglón. A ello hay que agregar que los 13 millones de hectáreas de que dispone el MINAZ (Ministerio del Azúcar) para producir alimentos (de ellos 0,9 millones de hectáreas para la ganadería), están insuficientemente explotadas.
Las palabras de Raúl Castro parecieron dar a entender que se pretendía redistribuir las tierras a favor de los más eficientes campesinos y cooperativistas, a costa de las granjas estatales y UBPC (Unidades Básicas de Producción Cooperativa).
Sin embargo hasta ahora solo se ha previsto entregar tierras vacías, con la siguiente prioridad, según Lugo Fonte (Juventud Rebelde 16 febrero 2007):
1).- Las CPA, lo cual parece correcto hasta cierto punto, a que los campesinos individuales y agrupados en Cooperativas de Créditos y Servicios (CCS) parecen tener una mejor situación y al menos así se ha informado a Villa Clara (Granma 4 de febrero 2008).
2).- Las UBPC, lo cual resulta absurdo dado su ineficiencia, ya que por el contrario debería quitárseles tierras.
3).- Granjas estatales, algo también incongruente por ser igualmente ineficientes.
4).- Por último campesinos que no tienen tierras, pero “en calidad de préstamo”, “después de un riguroso análisis” y “sin excederse, para no convertirlos en terratenientes, es decir se trataría de “prestarles” la máxima cantidad posible y sujeta a numerosos requisitos. Se excluye de esa distribución a los campesinos actuales, que son los que han demostrado ser más productivos, por lo que se está concibiendo perpetuar y agravar el estado de cosas que ha hecho cada vez más ineficiente la agricultura.
Como siempre, se pretende encauzar la solución de los problemas económicos con medidas administrativas y se han comenzado a crear las Delegaciones Municipales de la Agricultura, para que controlen la base productiva. Se prevé que ejerzan el control estatal sobre los recursos asignados y el destino de las producciones, así como que impidan indisciplinas, desvíos, ilegalidades y hechos de corrupción, lo cual significa que deben limitar toda iniciativa a los productores.

A su vez, Machado Ventura, (Vicepresidente del Consejo de Estado) en la Asamblea provincial del PCC (Partido Comunista de Cuba) en La Habana (Granma, 9 de junio de 2008) llamó a: …“transformar la comercialización de manera tal que se haga acopio rápido y completo de cuanto sea cosechado… que minimice el papel de los intermediarios”, lo cual implica restringir cada vez más la iniciativa individual.
Esas orientaciones se han materializado ya en acciones represivas. Solo en el mercado agropecuario de Cuatro Caminos, en la Ciudad de la Habana, hasta el 21 de junio de 2008, se habían realizado 31 redadas policiales y confiscado almacenes clandestinos en 12 viviendas de los alrededores. Hasta el 11 de mayo, en ese mismo lugar se habían detenido más de 2000 ilegales, decomisado diversos productos, impuesto multas de hasta 1500 pesos y se habían sancionado penalmente diversas personas (Granma 9 de mayo de 2008 y Noticiero Nacional de Televisión de la 1:00 pm del 21 de junio de 2008). Al propio tiempo se han reducido notablemente los vendedores legales al exigirse mayor rigor en la documentación como parte del afán para eliminar a los intermediarios.
La persecución a la llamada actividad económica ilícita es total y no se limita a los productos agrícolas. En la propia Ciudad de La Habana, se han sancionado 355 personas que se dedicaban a la recolección de desechos sólidos (buzos), con 290 multados, 45 deportados a sus provincias de origen y 70 procesados penalmente.
Fueron también cerrados, en la Ciudad de La Habana, una fábrica de muebles, una fábrica de objetos plásticos, 13 talleres y 10 almacenes ilegales, incautándose la mercancía ocupada. Se abrieron expedientes policiales en esos casos, se impusieron multas de entre 500 y 2000 pesos y además, todos están bajo proceso legal, con posible confiscación de sus bienes.
Estos son los casos que se han dado a conocer, y solo en la Ciudad de La habana.
Si se tomara como referencia las últimas telenovelas cubanas exhibidas, que pretenden tratar temas cotidianos actuales, en los que se muestran familias que habitan amplias viviendas, incluso habitaciones de solares que parecen apartamentos, en las cuales nadie parece agobiado por el transporte ni la alimentación, y se ve habitualmente a los personajes usando laptop y celulares. En ellas se aprecia a todos bien vestidos y calzados, laborando en centros agradables y refrescando en cafeterías en divisas, lo que parece dar a entender al ciudadano común que ese es el modo de vida a que debe aspirar.
Sin embargo, la realidad dista mucho de ese arquetipo. Globalmente la situación de la vivienda es alarmante. De 100 mil que se pretendían terminar anualmente a partir de 2006, solo para tratar de resolver a largo plazo el deterioro existente, únicamente se terminaron en 2007, unas 52 000 y nada más se prevén 50 000 para 2008, lo cual agravará la situación y eternizará la solución. Al propio tiempo, la construcción, rehabilitación y mantenimiento de las viviendas con medios propios, está ahora cada vez más con crecientes dificultadas y grandes gastos; además de los riesgos en que se incurre por comprar trabajos ilícitos en los que muchos se ven obligados a caer. El transporte parece mejora en Ciudad de La Habana, pero en el interior del país la mejoría, donde la hay, es lenta y en muchos lugares inexistente. Referente a la alimentación, es conocido que la cuota mensual racionada apenas cubre una semana de consumo y de ahí en adelante hay que acudir al mercado agropecuario y a las Tiendas en Divisas. En los mercados agropecuarios los precios continúan subiendo y si siguen las redadas a los ilegales y la persecución a los llamados intermediarios, los precios continuarán elevándose. También está presente el incremento constante de los precios en las Tiendas en Divisas, desde mucho antes que comenzara la escalada de precios en los mercados internacionales.
Tratando de paliar la situación, el régimen podrá seguir subiendo cada cierto tiempo salarios y pensiones, pero si no adopta medidas económicas que propicien un incremento de la oferta libre de mercancías y servicios, el desbalance entre los ingresos y las necesidades de la población será cada vez mayor, y los que pretendan vivir de acuerdo al modelo que se encierra en las últimas telenovelas cubanas, si no son dirigentes, empleados del turismo o de corporaciones, en fin, si no forman parte de los privilegios del régimen, tendrán forzosamente que caer en ilegalidades, con el riesgo de llegar a formar parte del enorme contingente de reclusos existentes en el país, que el régimen prescinde de cuantificar y que no debe ser menor de 350 mil personas, más del 3,1% de la población muy superior a EEUU, donde los 2,3 millones de reclusos son el 0,8% de los 300 millones de habitantes.
En las relaciones económicas internacionales del país se destaca el desbalance en el comercio de bienes, que ha estado en los dos últimos años por encima de los 6 000 mm de dólares; alrededor del 50% del intercambio comercial, a pesar del notable incremento en el valor de las exportaciones de níquel, favorecido por sus altos precios; ya que a la par continúan los bajos niveles de producción de azúcar en torno a 1,2-1,3 millones de toneladas en los cuatro últimos años; la absurda resistencia a producir etanol en grandes cantidades, el exiguo nivel de otras exportaciones y el continuo incremento de las importaciones debido al poco éxito de la agricultura y a los crecientes volúmenes que requieren las compra de alimentos y petróleo, esto último a pesar de la generosidad de “Chávez” con lo que no es suyo, que se ha empeñado, al igual que la desaparecida Unión Soviética, en mantener llena de agua la canasta castrista. Aunque se ha informado que la cuenta corriente de Cuba ha sido ligeramente positiva en los dos últimos años, en ella debe haber influido Venezuela, principalmente debido al pago de tarifas especiales a los servicios médicos y otras prestaciones, ya que en lo referente a los otros dos ingresos importantes, el turismo y las remesas familiares, es evidente el estancamiento. La deuda externa continúa creciendo sostenidamente, primero por los nuevos créditos que la maltrecha economía cubana se ve obligada a contraer y segundo porque la deuda ya contraída, principalmente en monedas que excluyen el dólar, ve incrementada la expresión en esa moneda en la medida que esta se devalúa sobre las otras. Ya no parece necesario mencionar la histórica y cuantiosa deuda con Rusia, la cual se ha reestructurado sin darse más detalles. El inefable o más bien inexcusable, Vladimir Putin, favorecido por los fabulosos ingresos petroleros de Rusia, que han reforzado su posición política, no puede dejar de mostrarse generoso con sus antiguos camaradas.
Si se aprecia, la adopción de medidas que puedan dar solución a tantos problemas económicos acumulados y los otros pretendidos signos de que algo se está moviendo en Cuba, como venta de celulares, DVD y otros electrodomésticos, renta de autos, acceso a hoteles de turismo, aumento de salarios y pensiones, etc.; tienen poca significación económica y social.
Es en el orden político donde el régimen muestra con mayor claridad su inmovilidad. No importa que se elija una nueva Asamblea Nacional, si los personajes clave en ella son los mismos; no significa nada elegir un nuevo Consejo de Estado, si al frente están los mismos u otras momias sin sarcófago; no se va a resolver nada si como segundo en todo se ha designado una retranca como José Ramón Machado Ventura que hace recordar cada vez que habla al cuento del hombre que se sabía un solo discurso, que lo decía tanto en una boda, como en una despedida de duelo.
En conclusión no se va a adelantar nada golpeando a los opositores; arrestando, atropellando e injuriando a mujeres indefensas; levantando calumnias a la oposición; manteniendo en las cárceles a los opositores y llenado éstas de cuanta persona con iniciativa trata de ganarse la vida de forma independiente.
Pero a la Unión Europea pueda habérsele olvidado, pasados más de 60 años del nazismo, que a los tiranos cada concesión les da más bríos. Salvando las diferencias históricas, el levantamiento de las sanciones a la satrapía cubana, tendrá un efecto equivalente al Pacto de Múnich, y la tiranía recrudecerá su posición.
De esa forma el régimen podrá liberar algunos presos y blasonar que no responde a presiones y el señor Zapatero, promotor de la eliminación de las sanciones, recalcar que el diálogo con la tiranía es preferible a las sanciones y el embargo. Posteriormente, como siempre, el régimen encarcelará a otros opositores, porque precisa tener perennemente esa moneda de negociación, para continuar recitando “el cuento de la buena Pipa”.
Quizás yo esté equivocado y las entendederas de un simple opositor encarcelado no logran apreciar las lecciones de alta política y fina estrategia de un Jefe de Estado de la estatura de José Luis Rodríguez Zapatero.
Y parafraseando el final de los cuentos de hadas, de los cubanos se podrá decir: “Y sus vidas fueron horrorosas y comieron tiñosas”.