Por: Arnaldo Ramos Lauzurique
Nació el 10 de octubre de 1997 entre aplausos y esperanzas. Los reunidos en el amplio escenario donde vio la luz por primera vez festejaron su advenimiento y le vaticinaron una existencia provechosa.
El autor de sus días habló durante varias horas sin parar, como hacía cada vez que presentaba una de sus informes criaturas y le auguró un futuro luminoso, que traería ventura a toda la comunidad.
En sus primeros días se habló bastante de ella, pero al pasar los meses se dejó de mencionar y finalmente quedó marginada en rincones malolientes, rodeada de insectos y alimañas. Su procreador jamás se volvió a acordar de ella, ocupado como estaba eructando parecidas obras.
Próxima a cumplir 14 años ya está totalmente envejecida, víctima de esclerosis múltiple, convencida que nunca sirvió para nada; y escondida del mundo en espera de su fin, una muerta anunciada para abril de 2011. Una cosa si es segura, nadie se volverá a acordar de ella.
Su nombre: “Resolución Económica del V Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC)”, pomposo apelativo para algo que pasó por la vida sin dejar huellas.
Haciendo a un lado la metáfora, hay que tratar de responder la pregunta: ¿Qué pasó con la Resolución Económica del V Congreso del PCC? Para contestarla procede clasificar los objetivos que contemplaba en dos partes, los que se cumplieron y los que no se cumplieron.
Algunos de los objetivos que no se cumplieron son:
• Diversificación y crecimiento de las exportaciones.
•Desarrollo de la base alimentaria.
•Incremento de la eficiencia de la economía en sus aspectos materiales, financieros y energéticos. •Mejoramiento del uso de los recursos.
•Incremento de la productividad del trabajo.
•Reducción de los costos.
•Lograr un balance financiero externo favorable.
•Implantación del Sistema de Perfeccionamiento Empresarial.
•Recuperación del papel estratégico de la agroindustria azucarera.
•Incremento y diversificación de la producción de níquel.
•Producir anualmente un millón de quintales de tabaco y exportar 200 millones de puros.
•Mejorar la eficiencia del proceso inversionista y alcanzar las normas internacionales en todos los
aspectos de la concepción, proyección, construcción y puesta en marcha de los proyectos.
•Lograr una mayor eficiencia en el gasto público.
•Revalorización y fortalecimiento de la moneda nacional.
•Lograr una mayor diversificación geográfica de los intercambios externos.
•Eliminación de la insolvencia de las empresas estatales.
•Supresión gradual del subempleo.
•Crecimiento promedio anual del Producto Interno Bruto entre un 4 y un 6%.
•Mejoramiento de la eficiencia del transporte.
•Terminación de 50 000 viviendas anuales.
•Lograr que el crecimiento de la productividad sea mayor que el del salario medio.
•Y una larguísima lista de etcéteras.
Objetivos que se cumplieron:
•Ninguno, que se conozca.
Indudablemente la historia se repetirá con los Lineamientos para el VI Congreso del PCC, si los ciudadanos del país continúan en su apacible actitud de fingir que se dejan engañar.
La Habana, 11 de marzo de 2011.