En medio de este difícil escenario que vive el país, hay quienes piensan en la unidad de la oposición y en un líder para todos. Eso nunca se ha logrado en más de treinta años de movimiento de disidencia interna, pero respeto a los que quieren hacerlo. Aunque creo que no todos los procesos de cambio tienen que ser iguales, el nuestro ha tenido estas características y además ha sido muy infiltrado por la policía política debido a la gran concentración y centralización de poder.
Pienso que una forma de mostrar la voluntad de unidad, de juntarse como se dice, es a través del apoyo y la solidaridad entre todos. Esto permitiría al menos la tolerancia entre los grupos y un poco de respeto para los diferentes tipos de lucha.
Además de la situación puntual que existe con la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios y el hostigamiento al que estamos sometido, por nuestra línea de trabajo con el pueblo directamente, están las situaciones de algunos presos, entre ellos: Sonia Garro y Calixto Ramón Martínez que se encuentran en huelga de hambre, aunque no son los únicos. Se puede hacer una hoja de ruta con los problemas a apoyar, porque por ejemplo, en Placetas, Villa Clara, está el caso de Iris Tamara Pérez Aguilera, presidenta del Movimiento –feminista- Rosa Park, a la que no se le permite acceder a tratamiento ni atención médica, luego de una violenta golpiza que le propinó la Seguridad del Estado.
Si todos abogamos por resolver los problemas de la oposición, bien conocidos, tendremos una unidad, que no tiene que ser precisamente ideológica. Los líderes no se fabrican, ni aquí ni en el exilio. No es necesario complacer a quien quiere una persona al frente de la oposición. Es necesario explicarle que es algo que no se obtiene con señalar con el dedo a un disidente.
Los que salimos a las calles somos mal vistos para algunos que prefieren hacer oposición con la computadora, internet, twitter, facebook, las embajadas etc. Incluso se nos tilda de provocadores, pero se trata de nuestro trabajo.
Recientemente mientras estábamos en el plantón en la unidad de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) de Zanja y Dragones en el municipio Centro Habana. Juan Goberna de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN) llamó a unas cuantas personas aquí y en el exterior del país para informar que en aquel lugar, no había alguien. Por suerte una revista tan seria como Primavera Digital se presentó en el parque de la estación y obtuvo pruebas de que quince personas nos mantuvimos en el lugar en protesta por cuarenta y ocho horas, bajo sol, lluvia y frio.
Hubiera sido más útil y unitario haberse presentado allí y hablar con nosotros y mostrarnos su solidaridad. No denigrarnos como si fuéramos unos mentirosos, con los mismos métodos que usa el régimen. ¿Cómo llegaremos así a la unidad? No lo imagino.
Los que tenemos otra idea de la acción, no nos oponemos a ellos. Solo pedimos respeto para lo que hacemos. Seriamos los primeros en reconocer un liderato si lo hubiera. Pero desafortunadamente no existe. Unirnos, juntarnos, muy bien. Si se hace con apoyo, solidaridad y sobre todo, respeto y tolerancia.
La Habana, marzo de 2013
Marta Beatriz Roque Cabello
Red Cubana de Comunicadores Comunitarios
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