Por: Martha Beatriz Roque Cabello
Los cubanos mal viven en el presente. Tratando de solucionar el día a día, no tienen tiempo de pensar en el pasado y el futuro no se vislumbra, por eso un poco de recuerdos, a veces no viene mal.
La historia que se hizo con promesas incumplidas, tiene capítulos que son imborrables, como por ejemplo el 6 de agosto de 1960, hace nada más que 49 años, cuando en ocasión de clausurar el I Congreso Latinoamericano de Juventudes, el Comandante Fidel Castro -en aquel entonces- Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, ofreció un discurso a los delegados y algunos dirigentes obreros. Éste fue interrumpido, porque perdió la voz, y tuvo que tomar el micrófono –en sustitución, como siempre- su hermano Raúl, quien comenzó a leer la Ley que disponía la nacionalización, mediante la expropiación forzosa de los bienes y empresas que eran propiedad de personas jurídicas de los Estados Unidos de Norteamérica (se utilizó este sustantivo en vez de América).
En medio de la lectura fue interrumpido por Fidel Castro, quien continuó en el uso de la palabra, al recobrar la voz, y leyó los nombres de las empresas nacionalizadas, entre ellas: Compañía Cubana de Electricidad, Compañía Cubana de Teléfonos, Esso Estándar Oil S.A.,Texas Company West Indian, Sinclair Cuba Oil Company, S. A. y otras 21 más. En el momento en que hacía mención de la United Fruit Company, el ex presidente comunista de Guatemala, (1951-1954) Jacobo Arbenz Guzmán, (fallecido en 1971) fue a la tribuna y abrazó a Fidel Castro.
Como homenaje el Primer Ministro –decidió, allí, en ese momento- que un central nacionalizado, que era propiedad de la United Fruit Company, se llamaría Guatemala, no sin antes difamar de Carlos Castillo de Armas y vincular a la OEA y a los cancilleres de América, como cómplices de la invasión que éste llevó a cabo desde Honduras y que trajo como consecuencia la renuncia de Arbenz. En ese momento quedaron nacionalizados los 36 centrales azucareros que tenía Estados Unidos en Cuba.
Desde esa tribuna también dijo que la Organización de Estados Americanos estaba al servicio de los “yanquis”, como instrumento para impedir revoluciones en América. Y tal y como acostumbró durante muchos años, se refirió a “interferencias extracontinentales que le esgrimían a Cuba”, y la mayoría del pueblo se quedó sin entender, pues esas noticias que acusaban al régimen de sus actos –desde aquel tiempo- no llegaban a difundirse. También desde esa fecha, ya había comenzado la retórica de que en Cuba, todo era lo mejor y lo perfecto, que puede verse en esta sita, referida a la isla: “El país democrático que practica la más sincera, la más honesta, la más inequívoca de las democracias”.
Promete a los jóvenes que asistieron al Congreso Latinoamericano que en Cuba tendrán refugio si son perseguidos, que aquí encontrarán una patria.
Durante el discurso explicó cómo se iban a indemnizar estas empresas, lo que de hecho resultaba algo imposible. Planteó que se crearía un fondo con la cuarta parte del valor de lo que los Estados Unidos de América comprara por encima de 3 millones de toneladas de azúcar; con la condición además que fuera a un precio de 5.40 USD el quintal o superior. Todo esto se haría en un plazo de 50 años con bonos al 2%, lo que implica que todavía en el 2010 le estarían liquidando el valor de los activos.
De todo lo expuesto y recordado, se puede concluir, que el lenguaje no ha cambiado. Casi medio siglo después la verbosidad sigue siendo la misma. Es posible que en estos días se vuelva a la época del abrazo de Arbenz y se apoye a Guatemala, convirtiendo en un problema político la muerte del abogado Rodrigo Rosenberg, el que desde su tumba se ha levantado a denunciar por corrupción (en un video anterior a su muerte), al autotitulado socialdemócrata Álvaro Colom -actual presidente- a su esposa y secretario personal.
El presidente Colom, es uno de los que ha desfilado por la Isla en los últimos tiempos. Le otorgó al “compañero Fidel”, la Orden del Quetzal, pero no tuvo la “suerte” de que el ex mandatario enfermo lo recibiera.
Muy temprano ya había todo un lenguaje agresivo en contra de la OEA sin aún haber sido Cuba suspendida, lo que ocurrió en 1962. De igual forma insultaba a todos los países miembros de esta organización. Se burlaba, como ha hecho una y otra vez, de los norteamericanos, ofreciendo formas de pago inalcanzables. En un pasado más cercano, exigió a los Estados Unidos de América, el pago de más de 90 mil millones de dólares de indemnización por los daños del embargo.
La idea de que no era necesario saber la verdad absoluta, sino la parte que se podía manejar ideológicamente, también ya estaba presente en este discurso y ha sido una constante durante todo el largo camino de la “Revolución”.
Cuba, como refugio de perseguidos, anunciado en este día públicamente, ha tenido y tiene un largo historial. Unos cuantos delincuentes y terroristas se pasean por las calles de nuestro país, con el beneplácito del gobierno.
La historia, que muchos han olvidado y dos generaciones no han pasado por ella, está llena de capítulos que marcaron el curso de la dictadura totalitaria. Muchos de los cuales son cíclicos y se repiten cada cierto período de tiempo. Es por eso que para los que vivieron la tragedia desde el principio, lo que sucede en Cuba no es otra cosa que: “más de lo mismo”.
Ciudad de La Habana, 15 de mayo de 2009.
La historia que se hizo con promesas incumplidas, tiene capítulos que son imborrables, como por ejemplo el 6 de agosto de 1960, hace nada más que 49 años, cuando en ocasión de clausurar el I Congreso Latinoamericano de Juventudes, el Comandante Fidel Castro -en aquel entonces- Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, ofreció un discurso a los delegados y algunos dirigentes obreros. Éste fue interrumpido, porque perdió la voz, y tuvo que tomar el micrófono –en sustitución, como siempre- su hermano Raúl, quien comenzó a leer la Ley que disponía la nacionalización, mediante la expropiación forzosa de los bienes y empresas que eran propiedad de personas jurídicas de los Estados Unidos de Norteamérica (se utilizó este sustantivo en vez de América).
En medio de la lectura fue interrumpido por Fidel Castro, quien continuó en el uso de la palabra, al recobrar la voz, y leyó los nombres de las empresas nacionalizadas, entre ellas: Compañía Cubana de Electricidad, Compañía Cubana de Teléfonos, Esso Estándar Oil S.A.,Texas Company West Indian, Sinclair Cuba Oil Company, S. A. y otras 21 más. En el momento en que hacía mención de la United Fruit Company, el ex presidente comunista de Guatemala, (1951-1954) Jacobo Arbenz Guzmán, (fallecido en 1971) fue a la tribuna y abrazó a Fidel Castro.
Como homenaje el Primer Ministro –decidió, allí, en ese momento- que un central nacionalizado, que era propiedad de la United Fruit Company, se llamaría Guatemala, no sin antes difamar de Carlos Castillo de Armas y vincular a la OEA y a los cancilleres de América, como cómplices de la invasión que éste llevó a cabo desde Honduras y que trajo como consecuencia la renuncia de Arbenz. En ese momento quedaron nacionalizados los 36 centrales azucareros que tenía Estados Unidos en Cuba.
Desde esa tribuna también dijo que la Organización de Estados Americanos estaba al servicio de los “yanquis”, como instrumento para impedir revoluciones en América. Y tal y como acostumbró durante muchos años, se refirió a “interferencias extracontinentales que le esgrimían a Cuba”, y la mayoría del pueblo se quedó sin entender, pues esas noticias que acusaban al régimen de sus actos –desde aquel tiempo- no llegaban a difundirse. También desde esa fecha, ya había comenzado la retórica de que en Cuba, todo era lo mejor y lo perfecto, que puede verse en esta sita, referida a la isla: “El país democrático que practica la más sincera, la más honesta, la más inequívoca de las democracias”.
Promete a los jóvenes que asistieron al Congreso Latinoamericano que en Cuba tendrán refugio si son perseguidos, que aquí encontrarán una patria.
Durante el discurso explicó cómo se iban a indemnizar estas empresas, lo que de hecho resultaba algo imposible. Planteó que se crearía un fondo con la cuarta parte del valor de lo que los Estados Unidos de América comprara por encima de 3 millones de toneladas de azúcar; con la condición además que fuera a un precio de 5.40 USD el quintal o superior. Todo esto se haría en un plazo de 50 años con bonos al 2%, lo que implica que todavía en el 2010 le estarían liquidando el valor de los activos.
De todo lo expuesto y recordado, se puede concluir, que el lenguaje no ha cambiado. Casi medio siglo después la verbosidad sigue siendo la misma. Es posible que en estos días se vuelva a la época del abrazo de Arbenz y se apoye a Guatemala, convirtiendo en un problema político la muerte del abogado Rodrigo Rosenberg, el que desde su tumba se ha levantado a denunciar por corrupción (en un video anterior a su muerte), al autotitulado socialdemócrata Álvaro Colom -actual presidente- a su esposa y secretario personal.
El presidente Colom, es uno de los que ha desfilado por la Isla en los últimos tiempos. Le otorgó al “compañero Fidel”, la Orden del Quetzal, pero no tuvo la “suerte” de que el ex mandatario enfermo lo recibiera.
Muy temprano ya había todo un lenguaje agresivo en contra de la OEA sin aún haber sido Cuba suspendida, lo que ocurrió en 1962. De igual forma insultaba a todos los países miembros de esta organización. Se burlaba, como ha hecho una y otra vez, de los norteamericanos, ofreciendo formas de pago inalcanzables. En un pasado más cercano, exigió a los Estados Unidos de América, el pago de más de 90 mil millones de dólares de indemnización por los daños del embargo.
La idea de que no era necesario saber la verdad absoluta, sino la parte que se podía manejar ideológicamente, también ya estaba presente en este discurso y ha sido una constante durante todo el largo camino de la “Revolución”.
Cuba, como refugio de perseguidos, anunciado en este día públicamente, ha tenido y tiene un largo historial. Unos cuantos delincuentes y terroristas se pasean por las calles de nuestro país, con el beneplácito del gobierno.
La historia, que muchos han olvidado y dos generaciones no han pasado por ella, está llena de capítulos que marcaron el curso de la dictadura totalitaria. Muchos de los cuales son cíclicos y se repiten cada cierto período de tiempo. Es por eso que para los que vivieron la tragedia desde el principio, lo que sucede en Cuba no es otra cosa que: “más de lo mismo”.
Ciudad de La Habana, 15 de mayo de 2009.