El primer encuentro del diálogo de derechos humanos en el marco del mecanismo bilateral de consultas políticas del Reino de España y la República de Cuba, tuvo lugar los días 29 y 30 de mayo del 2007, en Ciudad de la Habana.
En su “Declaración Conjunta” se da a conocer: “Otro tema abordado fue el relativo a los sistemas penitenciarios en todos sus aspectos, tanto institucionales como humanos”. La historia reciente da una muestra de cómo se incumplen los derechos humanos en las cárceles cubanas, sin tener que utilizar el tema de los prisioneros políticos, es el caso de un reo común, cuya familia dejó demostrada, en cada una de sus cartas a los organismos competentes, su confianza en el sistema. ¡Que quede abierto este candado!.
La señora Esther de la Caridad Recio Valdés, vecina de calle Dolores No.953 entre 20 y 21 Lawton, Municipio 10 de Octubre, Ciudad de la Habana, con teléfono 6967729 y carné de identidad 63081415479; después de más de un año dirigiéndose a los órganos oficiales, sin encontrar una respuesta positiva a la situación de su hijo, el preso Roberto Santos Recio, decidió plantearla a la oposición interna, que defiende los derechos humanos.
Roberto fue sancionado en la causa 45/1998 a 5 años de privación de libertad en un correccional, por el robo de palomas en la azotea de una vivienda. Estando en esta situación nuevamente comete otro hurto de palomas y le hacen una sanción conjunta que incluye la evasión, siendo sancionado a 12 años de correccional. Para esta fecha Roberto tenía 18 años de edad, nació el 12 de febrero de 1980.
En el año 2006, cuando ya había cumplido 7 años y 5 meses de privación de libertad, se evade del correccional y el día 2 de febrero de ese año, a las 4 AM, lo encuentra un grupo de Búsqueda y Captura del Ministerio del Interior, en casa de una muchacha donde él se hallaba.
El pánico lo hizo subirse a un muro, que divide el baño y un closet de la vivienda, que no poseía más ninguna salida. Sin ofrecer ninguna resistencia, uno de los oficiales del grupo le introduce una tunfa por el ano, perforándole el intestino y la vejiga, lo que da lugar a una inmediata hemorragia y dolor que lo inmoviliza. Entonces lo arrastran un tramo y lo esposan boca abajo. El jefe de la operación que condujo a su captura se llama Jorge Luis Moreno.
Lo trasladaron a un policlínico sito en Camilo Cienfuegos y calle 10, en la barriada de Lawton y la doctora que lo vio de nombre Norma lo remite al Hospital Miguel Enríquez. La policía desoyó a la médico y lo condujo -en esas condiciones- a la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria sita en Aguilera entre Rafael De Cárdenas y Lugareño, estuvo en un calabozo hasta las 11 de la mañana, sangrando. El Jefe Político de la Unidad le dice a su familia que él había sido atendido en el Hospital, cosa incierta, pero aún con la presencia de su madre en la Estación de Policía, lo trasladan lleno de sangre, en un carro, hacia el hospital Miguel Enríquez. Allí los resultados del chequeo dieron negativos, pero ante un descuido de la policía, su familia lo lleva al Hospital Salvador Allende, es atendido en el Cuerpo de Guardia y conducido inmediatamente al salón de operaciones, donde es intervenido quirúrgicamente con carácter de urgencia y después ingresado en cuidados intensivos. Le efectuaron una colostomía y estuvo 7 días reportado grave. Su propia madre se personó en la Estación de Policía y se entrevistó con el jefe político de guardia, Alexis Merchán, para informarle donde estaba Roberto. Hasta aquí una parte de la larga historia.
En la actualidad se encuentra en la prisión Combinado del Este, mantiene la colostomía, y no tiene tratamiento médico, además de tener líquido en un pulmón.
Después de Esther haberse dirigido a varias instancias, lo que ha conseguido es que la Fiscalía Militar visite a su hijo y lo presione para que firme un papel que permita que todo se quede así.
Martha Beatriz Roque Cabello
La señora Esther de la Caridad Recio Valdés, vecina de calle Dolores No.953 entre 20 y 21 Lawton, Municipio 10 de Octubre, Ciudad de la Habana, con teléfono 6967729 y carné de identidad 63081415479; después de más de un año dirigiéndose a los órganos oficiales, sin encontrar una respuesta positiva a la situación de su hijo, el preso Roberto Santos Recio, decidió plantearla a la oposición interna, que defiende los derechos humanos.
Roberto fue sancionado en la causa 45/1998 a 5 años de privación de libertad en un correccional, por el robo de palomas en la azotea de una vivienda. Estando en esta situación nuevamente comete otro hurto de palomas y le hacen una sanción conjunta que incluye la evasión, siendo sancionado a 12 años de correccional. Para esta fecha Roberto tenía 18 años de edad, nació el 12 de febrero de 1980.
En el año 2006, cuando ya había cumplido 7 años y 5 meses de privación de libertad, se evade del correccional y el día 2 de febrero de ese año, a las 4 AM, lo encuentra un grupo de Búsqueda y Captura del Ministerio del Interior, en casa de una muchacha donde él se hallaba.
El pánico lo hizo subirse a un muro, que divide el baño y un closet de la vivienda, que no poseía más ninguna salida. Sin ofrecer ninguna resistencia, uno de los oficiales del grupo le introduce una tunfa por el ano, perforándole el intestino y la vejiga, lo que da lugar a una inmediata hemorragia y dolor que lo inmoviliza. Entonces lo arrastran un tramo y lo esposan boca abajo. El jefe de la operación que condujo a su captura se llama Jorge Luis Moreno.
Lo trasladaron a un policlínico sito en Camilo Cienfuegos y calle 10, en la barriada de Lawton y la doctora que lo vio de nombre Norma lo remite al Hospital Miguel Enríquez. La policía desoyó a la médico y lo condujo -en esas condiciones- a la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria sita en Aguilera entre Rafael De Cárdenas y Lugareño, estuvo en un calabozo hasta las 11 de la mañana, sangrando. El Jefe Político de la Unidad le dice a su familia que él había sido atendido en el Hospital, cosa incierta, pero aún con la presencia de su madre en la Estación de Policía, lo trasladan lleno de sangre, en un carro, hacia el hospital Miguel Enríquez. Allí los resultados del chequeo dieron negativos, pero ante un descuido de la policía, su familia lo lleva al Hospital Salvador Allende, es atendido en el Cuerpo de Guardia y conducido inmediatamente al salón de operaciones, donde es intervenido quirúrgicamente con carácter de urgencia y después ingresado en cuidados intensivos. Le efectuaron una colostomía y estuvo 7 días reportado grave. Su propia madre se personó en la Estación de Policía y se entrevistó con el jefe político de guardia, Alexis Merchán, para informarle donde estaba Roberto. Hasta aquí una parte de la larga historia.
En la actualidad se encuentra en la prisión Combinado del Este, mantiene la colostomía, y no tiene tratamiento médico, además de tener líquido en un pulmón.
Después de Esther haberse dirigido a varias instancias, lo que ha conseguido es que la Fiscalía Militar visite a su hijo y lo presione para que firme un papel que permita que todo se quede así.
Martha Beatriz Roque Cabello