LUNES, 25 DE MARZO DE 2013 04:09 ESCRITO POR MARTHA BEATRIZ ROQUE
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) El régimen ha anunciado que está trabajando en el perfeccionamiento del sistema económico, de acuerdo al socialismo que se "construye" en el país, y tomando en cuenta los lineamientos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. Pero en ningún momento se habla de libertad económica.
La economía es uno de los pilares del totalitarismo para la represión. A través de ella se pueden canalizar situaciones de corrupción y al igual que el blanqueado del dinero, salen limpias. Son muchos los ejemplos que se pueden poner al respecto, pero el que a continuación se detalla, se explica por sí solo.
La señora Consuelo Valdés Carballo, miembro de la Cooperativa de Créditos y Servicios "Pablo Esteven" de Cuatro Vientos, y también de la ANAP (Asociación Nacional de Agricultores Pequeños), productora de café para exportación,
que reside en el centro del Escambray y que no tiene ninguna duda en identificarse (ha decidido que incluso se publique su número de Carné de Identidad, que es el 55090302374) manifestó lo siguiente:
"El día 20 de diciembre de 2012, un grupo de soldados del EJT (Ejército Juvenil del Trabajo), bajo las órdenes de un capitán llamado Lázaro, detuvieron a mi hijo nombrado Wilfredo Águila Valdés, de 38 años, en la zona de Cuatro Vientos, en el Centro del Escambray. Ellos estaban borrachos y le cayeron a golpes y lo lesionaron, le quitaron la yegua y lo que llevaba, le sacaron el machete de la vaina y a punta de cuchillo, lo montaron en un tractor y lo llevaron para la policía. El capitán lo había tirado al piso y le puso el pie en el cuello. Él iba por un camino real por donde todo el mundo transita."
Sigue diciendo la señora Valdés: "No había alguien en la policía y lo dejaron ir, pero al día siguiente, al amanecer del 21, lo detienen en mi casa. Él se había pasado la noche y la madrugada buscando la yegua y en el puesto de mando del EJT le salió el capitán con un machete y le dijo que allí no había nada. Al dejarle la yegua regada, la perdió junto con la montura, los frenos y la jáquima y hasta el momento no aparece nada."
Sin embargo, la situación actual de Wilfredo es bien difícil. Ellos trataron de denunciar al capitán nombrado Lázaro en la Fiscalía Militar y no le aceptaron la denuncia. En respuesta a ello, le registraron la casa a Consuelo y le incautaron el café que tenía secándose en el techo, 24 latas, que estaban de acuerdo al estimado de producción que tenía elaborado por la cooperativa a la que pertenece. Ella ha reclamado el café y le dicen que su hijo está en proceso de investigación.
A su hijo lo volvieron a detener el 26 de febrero de 2013, ya que la primera vez que lo apresaron lo habían puesto en libertad, pero como está por el medio la paliza que le dieron, para justificar las lesiones, le han inventado un supuesto delito de "atentado" y "robo", explicando que llevaba en la yegua dos sacos de café, cuando ciertamente lo que traía era un saco de pan.
Consuelo Valdés se fue del Escambray a vivir en Cumanayagua, Cienfuegos; ya que está consciente de que la han utilizado para hacer daño a su propio hijo. La cooperativa pierde una productora de café, pero eso no interesa, lo más importante es tapar la corrupción de los miembros del Ejército Juvenil del Trabajo. Así se perfecciona el sistema económico.