LUNES, 25 DE FEBRERO DE 2013 00:25 ESCRITO POR MARTHA BEATRIZ ROQUE
Cuba actualidad, Centro Habana, La Habana, (PD) Garantizar ventas rentables, o lo que es lo mismo, que produzcan ganancias, es el objetivo principal de un negocio.
Para ello se utilizan toda una serie de técnicas que permiten la planificación y control de los bienes y servicios, para favorecer el desarrollo adecuado del producto y asegurar que lo que el cliente solicita esté en el lugar, en el momento, al precio y en la cantidad requerida.
Las sociedades mercantiles basan el desarrollo del comercio en la cuidadosa observancia de todos estos métodos, conocidos como marketing (mercadotecnia).
Pero estas estrategias de mercado hay que aplicarlas a todo lo largo del proceso de comercialización, tanto de los productos como de los servicios, lo cual ciertamente no funciona en nuestro país.
Los responsables de todo este procedimiento, que incluye la gestión tanto desde el punto de vista mayorista como minorista, no trabajan para seleccionar aquellos productos que desean los consumidores. Son varias las causas que llevan a ello. Las fuentes de financiamiento externo están entre los principales motivos, pero un factor primordial es la falta de conocimientos y el irrespeto al consumidor.
En estos momentos, las tiendas de ventas de alimentos, productos de consumo personal y para el hogar, están extremadamente mal surtidas. Hace tiempo que no se confrontaban estos niveles de desabastecimiento.
Habría que explicar que algunos de los convenios que el régimen tenía con firmas que les suministraban algunos bienes, han desaparecido por la falta de puntualidad en los pagos y problemas de restricciones del sistema. Y como se conoce, las cantidades producidas no son suficientes como para satisfacer toda la demanda potencial. Hay productos que no se consiguen ni siquiera en moneda nacional, con baja calidad, como por ejemplo la pasta dental.
Sin embargo, la política de precios no es todo lo dinámica que se requiere para poder incrementar las ventas y aminorar el nivel de existencias. Cuando se rebaja algún producto porque se encuentra cerca de su fecha de vencimiento, o simplemente por no tener salida, los precios no llegan a ser lo suficientemente tentadores para los clientes: se mantiene la idea de reproducir el costo del producto, en los bienes duraderos, al menos dos veces.
Habría que explicar también que a pesar de ser el Estado el dueño absoluto de todas las llamadas "shoppings", los precios varían en una y otra, aunque se informó públicamente de su reunificación. Por ejemplo, usted puede encontrar un jugo -en un envase personal- a 60 centavos de cuc en una tienda y caminar dos pasos y en la siguiente tener un precio de 65 centavos e incluso hasta de 75, si está frío.
Si lo que dicen las técnicas de mercadeo es que el precio se fije de tal manera que el bien se pueda vender rápido, y que tenga una tasa de ganancia satisfactoria, aquí tienen que beneficiarse varias personas además del que comercializa el producto –que siempre es el Estado-, entre ellos: el gerente y el vendedor; aunque regularmente personas colaterales también disfrutan de una pequeña parte; por lo tanto, esto encarece el producto.
Por otra parte, el nivel de corrupción también influye ya que los inspectores "se mojan" (como se dice en lenguaje de pueblo) cuando realizan los chequeos en los lugares de ventas y servicios, teniendo una parte también de lo que se le "roba" al cliente. Y no hay que descartar que un policía más que otro, de los que no tienen ingresos en divisas, se tome un refresco o se coma un "pan con algo" y dé la espalda y no pague.
Como el sistema económico no acaba de aparecer, se siguen dando tumbos, con el pretexto de implementar las medidas del VI Congreso del Partido Comunista. Lo que se practica internacionalmente en técnicas comercializadoras, no tiene sentido en el país, ello implica que el consumidor siempre será el perjudicado, independientemente de lo que pueda dejar de ingresar el Estado, que como dueño absoluto, también tiene sus afectaciones.