Por: Martha Beatriz Roque Cabello
El “éxodo del Mariel”, habla por sí solo de la forma en que el gobierno cubano trata de tergiversar las situaciones, para que a nivel internacional haya criterios confundidos de lo que realmente acontece. Obligaron a salir del país: enfermos mentales, delincuentes con alto grado de peligrosidad, drogadictos, etc., a los que Fidel Castro denominó “la escoria”; mezclándolos con aquellos que ciertamente deseaban reunirse con sus familiares y dando la imagen hacia el exterior, de que los que se querían ir eran rufianes.Acontecimientos más cercanos traen a la memoria que a los presos de la Primavera Negra de 2003 (Grupo de los 75), nos ligaron en las prisiones con los reos por delitos de droga, tratando también de crear confusiones.
Esta práctica gubernamental que en algún momento le dio resultado, es la que quieren aplicar ahora cuando se aprestan a desterrar a los “presos políticos”. Es por eso que la oposición tanto dentro como fuera del país, debe estar alerta y hacer todo lo necesario para que esto no suceda.
La compartimentación y en algunos casos el miedo, hacen muy difícil poder determinar el número de presos políticos y sus causas. La dictadura se ha dado a la tarea de contactar algunos de ellos con características muy especiales, a pesar de que el ministro de Relaciones Exteriores de España, Miguel Ángel Moratinos dijo que los únicos que no serán liberados son los condenados por terrorismo, violencia o delitos de sangre.
Entre los presos de la provincia de Pinar del Río, que se conoce las autoridades del Ministerio del Interior han establecido contacto, proponiéndole la salida del país con 8 familiares se encuentran: Lewis (Leudis) Arce Romero y Lázaro Ávila Sierra, por Terrorismo, condenados a Cadena Perpetua, desde el 10 de abril de 2003; Reinier Concepción García, Juan Francisco Marimón Gómez y Marcos Antonio Zayas Acanda, por Terrorismo, desde el 2 de julio de 2003, condenados a 6, 10 y 8 años respectivamente; Francisco Reyes Rodríguez, Cadena Perpetua, por Terrorismo, desde el 10 de abril de 2003; Domingo Osuna Mederos, por Piratería, 15 años, desde el 28 de agosto de 2000 y Luis Caro Chávez, Piratería y desacato, 17 años , desde el 14 de diciembre de 1996.
Los otros son: Lázaro Villanueva Hernández, desde el 2 de febrero de 1995, por Sabotaje y falsificación de documentos, 25 años y Paul Hernández Manfariol, por salida ilegal del país, desde el 15 de junio de 2006, 6 años.
Con diferentes características, Orestes Paíno Viera, miembro de una organización disidente en Pinar del Río, acusado de atentado y desacato, 6 años, desde el 2 de octubre de 2008.
Lo que implica que de 10 reos contactados: 8 tienen causas de terrorismo, piratería y violencia; uno cometió un delito contra el orden público y solamente hay un confinado que era activista disidente.
Por otra parte, la prensa dio a conocer que en España, Teófilo de Luis, parlamentario por el PP, había entregado una lista de 28 presos políticos, solo 5 nombres trascendieron públicamente, ellos son: Adrián Álvarez Arencibia, 12 de julio de 1985 por Otros Actos Contra la Seguridad del Estado, Espionaje, 30 años; Claro F. Alonso Hernández, 20 de febrero de 1996, 30 años por Revelación de Secretos concernientes a la Seguridad del Estado; Ernesto Borges Pérez, 17 de julio de 1998, Espionaje, 30 años; Armando Sosa Fortuny, Otros Actos contra la Seguridad del Estado, 15 de octubre de 1994, 30 años y Juan Carlos Vázquez García, Terrorismo, espionaje, falsificación de documentos públicos, intento de salida ilegal del territorio nacional, 12 de abril de 1997, 30 años.
Hay que tener sumo cuidado e informaciones muy detalladas de cada caso que se solicite sea “liberado”, para que no se incluyan presos no pacíficos cuyos motivos no son claramente políticos y que permita al gobierno dañar la imagen pública de la oposición.
Y es necesario escribir “liberado”, porque es que hasta el momento el gobierno solo ha demostrado que la libertad se alcanza en el destierro, por lo que el llamado “proceso de liberación” se ha convertido en un “proceso de emigración”. La verdadera liberación consistiría en que los prisioneros salgan de las cárceles, puedan permanecer en la isla si así lo desean y también ejerzan libremente el derecho de opinión.
Las excarcelaciones son positivas -indiscutiblemente- sobre todo de aquellos que han cumplido la parte de su sentencia que les permitiría tener libertad condicional. Pero en estos momentos esto va a ser usado por el gobierno español para que la Unión Europea piense que se están dando pasos de avance en la solución de las restricciones de las libertades en el país.
Si de verdad se quiere un cambio, hay que comenzar por modificar la Constitución; con la actual seguirán los delitos por ideas, ya que el Código Penal que se desprende de ella, criminaliza el que puedan ejercerse los derechos civiles y políticos. En un espacio de tiempo breve, podrán volverse a llenar las prisiones. Lo que sí debe quedar claro es que continúa la represión, no solo a los que se oponen, también al resto de la sociedad.
Los presos del Grupo de los 75 son una cuenta y después de ellos debe ser otra, sin ningún tipo de elitismo hay que diferenciar éstos que fueron encarcelados solo por sus ideas de otros, que pudieran estar por diferentes delitos vinculados a la violencia y al deseo personal de abandonar el país, descontando sin dudas a aquellos que ciertamente están en prisión por disentir del gobierno.
Ciudad de La Habana, 18 de octubre de 2010.